David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Jul, 2013

Confirmaciones necesarias

La decisión de la Cofetel de dar 24 meses para la compactación de Áreas de Servicio Local sigue causando una gran polémica al interior de la comisión, un organismo moribundo que ya expide un olor muy desagradable.

Como le informamos oportunamente en este espacio. Con el voto de calidad del presidente de la Cofetel se decidió que en lugar de que las ASL comenzaran a compactarse en un lapso de seis meses y que paulatinamente fueran avanzando a terminar en 18 meses, Mony de Swaan y José Luis Peralta decidieron que se le dieran 24 meses a las empresas para realizar el cambio que beneficia a los consumidores.

En los intentos de justificar la decisión, Peralta reconoció que había hablado con Telmex, así como algunos proveedores de tecnología, y que le habían hecho ver los costos que implicaría para ellos el cambio.

Los comisionados Alexis Milo y Gonzalo Martínez Pous estuvieron en contra de esa decisión puesto que argumentaban que se estaba causando un perjuicio a la población del orden de los 2,800 millones de pesos tal y como se señaló durante la medición del impacto regulatorio.

El boletín de prensa que emitió Cofetel, según la versión oficial del presidente fue redactado por Peralta, señalaba que los comisionados que votaron en contra del proyecto estaban en contra de la compactación de ASL. En realidad, como puntualizamos en este espacio, no estaban de acuerdo con el cambio del calendario puesto que no consideraron que hubiera elementos técnicos, económicos y jurídicos que implicaran un cambio en dicho proceso.

Teléfonos de México, a través de su abogado Javier Mondragón, declaró públicamente que la compactación de ASL era una medida diseñada para privilegiar los intereses de Movistar, presidida en México por Francisco Gil Díaz.

Sospecha

Una de las razones por las cuales cayó sobre terreno fértil la idea de desaparecer la Cofetel y crear el Instituto Federal de Telecomunicaciones fue, precisamente, la falta de claridad y transparencia con la que ha operado esta comisión donde se ha creado un clima verdaderamente turbio que llevó a miembros del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a considerar que este sector se tiene que reconstruir piedra por piedra y desde sus cimientos.

En su momento hubo opinadores que rápidamente trataron de hacer interpretaciones exóticas sobre los argumentos de Milo y Martínez Pous acusándolos de servir a los poderes fácticos, cualquier cosa que eso sea.

Lo que sí es un hecho es que las declaraciones de Peralta le generaron un ambiente tan malo entre quienes tradicionalmente lo habían cobijado, de ahí tomó la decisión de no contender por un cargo de comisionado del IFT a pesar de que él fue de los muy pocos que públicamente señaló que buscaba el cargo.

En este caso juegan dos posiciones. Si no se compactan las ASL no sólo se va en contra de la tendencia internacional que señala que los países deben tener un código de área único sino que afecta los bolsillos de personas que tendrán que pagar por algo indebido.

Precisiones

A raíz de esta decisión parecería que las cosas quedarían ahí; sin embargo, hubo quienes filtraron los votos particulares de los comisionados que estuvieron en contra de la decisión que se dio con el voto de calidad del presidente de la Cofetel tratando de construir un escándalo.

Al verse lo que señaló Martínez Pous quedan claros dos puntos: buscaba generar un ahorro para los usuarios de telefonía y, como experto jurídico, le preocupa que sucediera algo similar a lo que ocurrió con la portabilidad de números donde Telmex logró una resolución judicial que declara la nulidad de esta medida porque no se consideró la forma de recuperación de los costos e inversiones en dicho proceso. Se trata, claramente, de dos puntos que debieron ser atendidos por el pleno para evitar problemas futuros.

Al conocerse el voto particular de Milo, queda en plano una preocupación similar, pues desde un ángulo puramente económico no existe un fundamento lógico.

Como sea, la decisión fue publicada el lunes el en Diario Oficial de la Federación y el debate que se está dando sólo puede circunscribirse en el pleito que traen algunos para acomodarse en el Ifetel o, según ellos, no dejar pasar a sus “enemigos”.

Mentiras

Existe una molestia creciente entre los sobrecargos de Aeroméxico por la manera en que Ricardo del Valle conduce la relación con la administración que dirige Andrés Conesa, pues les está poniendo en una ruta que lleva hacia la colisión casi irremisiblemente y temen que se puedan caer en un pozo tan profundo como el de sus compañeros de Mexicana.

El líder sindical de ASSA ha ocultado abiertamente información al comité ejecutivo del sindicato y mucho peor todavía, a la asamblea de sobrecargos. Recuerdan que les escondió información sobre cómo avanzaba la negociación del contrato colectivo de los activos, así como el proyecto de contrato para los nuevos trabajadores.

Ayer le informamos en esta columna que Del Valle había mentido nuevamente sobre este contrato. En los documentos oficiales de la organización gremial les informó falsamente que tenían hasta el 15 de julio para llegar a un acuerdo con la administración de la empresa y les ocultó que desde hace más de una quincena ya tenían un proyecto de clausulado.

Inversión

Uno de los lugares comunes que hay sobre la presencia de la banca internacional en México es que se trata de una suerte de sanguijuelas que sólo vienen a ver qué sacan del país sin dar nada o prácticamente nada a cambio.

Sin embargo, se trata de una monumental mentira que se desmiente una y otra vez sin que algunos quieran escucharla. Hoy el ejemplo es Bancomer que anunció un programa de investigación que mucho más allá de la inversión se compromete a crear más de 30 mil empleos.

Si alguien le dice que hay poco compromiso de las instituciones financieras con México simple y sencillamente le está mintiendo.