David Páramo

Análisis superior

David Páramo

10 Jul, 2013

Su tiradero

Parecería que los comisionados de la Cofetel, por lo menos algunos de ellos, así como algunas áreas operativas de esta comisión que vive sus últimos días, han decidido dejar un cochinero al Instituto Federal de Telecomunicaciones y se están dedicando a buscar la forma de acomodarse profesionalmente. No faltan incluso algunos que aspiran a estar en el IFT como comisionados.

El tema de la compactación de las Áreas de Servicio Local está verdaderamente lejos de resolverse a pesar de la exótica resolución a través de la cual se dio un plazo de 24 meses, los cuales no garantizan absolutamente nada.

José Luis Peralta ha declarado públicamente una y otra vez que la decisión estuvo bien tomada considerando los problemas que tenían algunas empresas, señaladamente Teléfonos de México, para cumplir con este objetivo.

En sus más recientes dichos hace una teoría bastante extraña y desconocida hasta que la hizo por todo el mundo en el sector de las telecomunicaciones en las cuales estima que los paquetes tarifarios serían suficientes para que las empresas se puedan recuperar del costo de este cambio.

Curiosamente éste es el punto nodal del problema, es decir, el costo e inversiones, el corazón del problema.

En el voto particular que emitió Gonzalo Martínez Pous cuando se decidió el tema de las ASL deja un punto que ha sido ignorado hasta el momento.

Afirmó que el 14 de junio Telmex señaló que la sala especializada en resoluciones de órganos reguladores de la actividad del Estado del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa sentenció el 10 de abril de 2012… “ya que si bien se determina que cada concesionario debe sufragar los gastos de adaptación de redes, ya que con ello se incurre para proporcionar el servicio telefónico a sus propios usuarios y con ello el servicio de portabilidad numérica, lo cierto es que no establece la forma de recuperación de costos e inversiones por la implantación de la portabilidad numérica que los concesionarios tienen derecho en razón a las tarifas de interconexión telefónica de los usuarios de sus redes”.

El comisionado estableció que “las unidades administrativas competentes de la Comisión no han informado al pleno sobre el cumplimiento, en tiempo y forma, a la sentencia antes señalada… En este sentido, dicha sentencia es clara al señalar que es indispensable describir el mecanismo por el cual se recuperarán los costos e inversiones”.

Termina recomendando que las áreas encargadas de estos temas se pronuncien porque llevan más de un año sin atender una sentencia judicial.

Interconexión

Los continuos viajes de los empleados de la Cofetel, Luis Lucatero y Mario Fromow, tristemente les impiden acudir a los plenos de esta comisión y, como se ve en los hechos, no sólo no pueden atender resoluciones judiciales como la de ASL que abrirá la puerta para que Telmex o cualquier otra empresa pueda impugnar la decisión de la Cofetel en el momento que le parezca adecuado, también genera otros problemas.

Uno de ellos tiene que ver con 80 desacuerdos de interconexión que no han sido atendidos. En declaraciones públicas, Martínez Pous ha establecido su poca fe de resolver sobre estos temas antes de la desaparición de la Cofetel; sin embargo, el comisionado Alexis Milo ha señalado que sí les dará tiempo de resolver estos asuntos.

Es obvio que uno de los dos equivocará el pronóstico, pero si quiere apostar por alguno de ellos es necesario que tenga otro dato en mente.

El encargado de proponer soluciones a estos temas es Lucatero, quien pocas veces está en México el tiempo suficiente, ya no se diga para acudir a los plenos, sino para atender estos temas que
son fundamentales.

Habrá que ver si hoy, que está planteada la reunión del pleno, asiste (lo cual ya sería bueno) y si tiene opiniones para que los comisionados tomen resoluciones sobre estas disputas por interconexión.

Hay quienes dudan si ya regresó de Polonia o si el jet lag le permite trabajar.

Hundido

Los sobrecargos de Aeroméxico tienen que estar mucho más que preocupados por su futuro laboral. Los secretarios de Trabajo y Comunicaciones y Transportes, Alfonso Navarrete Prida y Gerardo Ruiz Esparza, se han pronunciado abiertamente por la conveniencia de hacer cambios al contrato colectivo de trabajo.

La empresa dirigida por Andrés Conesa decidió mantener las condiciones de trabajo para la planta de sobrecargos a cambio de negociar en un plazo de 30 días un contrato colectivo para los sobrecargos que entren a trabajar en el futuro.

No les están pidiendo algo verdaderamente fuera del orden y la razón. Ya lo hicieron trabajadores de tierra y pilotos que entienden que el costo laboral es muy elevado con respecto a la competencia nacional e internacional.

La cerrazón y pobre visión de Ricardo del Valle y muchos miembros de su comité ejecutivo ha puesto las cosas de la siguiente manera: La administración reactivó el conflicto de naturaleza económica el cual llevaría a cambiar las cláusulas que tienen los hoy trabajadores, evidentemente perdiendo prestaciones y salario.

Como se desprende de las declaraciones públicas de los funcionarios, el interés del gobierno lógicamente es defender a los trabajadores y la manera de hacerlo es haciéndoles ver que las condiciones para los nuevos sobrecargos deben cambiar a favor no sólo de los que ya tienen un puesto de trabajo sino, además, del resto de los empleados de la línea aérea que muy difícilmente podrían recuperarse de una huelga como la que desea el secretario general de ASSA.

Del Valle sólo puede ser visto como el peor enemigo de los sobrecargos de Aeroméxico.

Dreamliner

Quizá quienes administran el AICM deberían voltear a ver lo que están haciendo los del Aeropuerto Internacional de Cancún, pues mientras uno sufre problemas de saturación y quiere mover los horarios, el otro acaba de recibir el primer Boeing 787, con lo que la aerolínea británica Thomson no sólo se convierte en la primera en llegar con este avión a México, sino que establece una frecuencia entre Glasgow y México.