Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

24 Jul, 2013

Reforma energética se abre paso en negociación política

Por el tamaño de las reacciones, se comenta que la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto en materia de reforma energética se hará pública en cuestión de días. Dicen los que saben y no inventan, que será en la semana del 5 al 10 de agosto.

Dicen que ha sido un convenio en el seno del Pacto. Negociar el avance de la política y poner sobre la mesa la reforma energética del Presidente-PRI y por lo que ha trascendido, la reforma energética no será preferente.

Eso implica que el Presidente ha decidido ir por la reforma constitucional y propondrá para Pemex su transformación a una empresa eficiente, que pague impuestos como lo hacen las privadas, pero royalties o derechos como lo hacen en Canadá, Noruega o Brasil, con esquemas fiscales corporativos transparentes.

La propuesta es más de eficiencia que de propiedad, como el que se establezcan convenios marco para que el poder de compra de 30 mil millones de dólares, que tiene anualmente Pemex, no se disperse en tantas áreas.

Propuestas para bancarizar con pago móvil desde la compra hasta el servicio de gasolina, para invertir en ductos y dejar de usar transporte por rueda, ya que eso cuesta cinco o seis veces más, pero no a Pemex, sino al consumidor de los productos de la paraestatal.

Entre los temas está la refinación, generar biomasa, producir etanol y si se deja totalmente abierta la actividad de refino y la petroquímica, pues no implica ceder la propiedad del Estado, pero sí permitir que en el país, no Pemex, explore la actividad. Hoy a la petrolera le sale más barato mandar el crudo a Estados Unidos y traerlo refinado, que construir la refinería o modernizar las existentes. Y sin embargo, lo hace.

En cuanto al tema de exploración y producción, no se cambia el régimen de propiedad, pero sí se establece un modelo de profit-sharings que aliente la toma de riesgo en el sector privado, con un nuevo régimen fiscal, competitivo a nivel internacional y que en la medida en que las finanzas federales se fortalezcan, se permita una migración paulatina de contratos viejos al nuevo sistema fiscal, como ocurrió en Statoil.

En gas, pues es probable que la exploración en Burgos la pueda realizar con mayor margen de rentabilidad el sector privado que el público, pues mientras en aguas someras, Pemex produzca un barril con diez dólares y lo venda a 90 o 100, que incentivo tiene para producir el BTU con tres dólares y venderlo en cuatro, en aguas profundas se produce a 40 dólares y en Chicontepec en 50 dólares.

Se da cuenta de la ecuación y el por qué se plantea la apertura. Lo mismo ocurre con el desarrollo de shale gas, que Pemex se enfocará donde hay valor, y por ende se abrirán espacios para que entren los privados a negocios donde la paraestatal no entra, incluyendo ductos, camiones en última milla.

En fin. Ya viene, estos días hay reuniones maratónicas de quienes están integrando y serán voceros de la propuesta.

Pues de ello depende la forma en que se articule el calendario de negociación.

Por cierto, el 17 de junio pasado, se instaló la Comisión Mixta Revisora del Contrato Colectivo de Trabajo para el bienio 2013-2015 entre el STPRM, que encabeza Carlos Romero Deschamps y Pemex que dirige Emilio Lozoya Austin.

Aunque normalmente no se filtran los alcances de las negociaciones sino hasta que la revisión concluye –esto ocurre el 31 de julio– por la coyuntura y lo que pueda ocurrir con la reforma donde está en juego el paradigma energético del país, para los siguientes 50 años.

Imagine a cuántos les encantaría un descabezamiento en el STPRM, pues el poder de una organización de 120 mil sindicalizados y 40 mil jubilados y sus cuotas, podría significar todo para los “modernizadores”, que pretenden la apertura completa al sector privado al poner sobre la mesa la competencia total para Pemex y, la extrema izquierda que quiere arrebatar poder político con “fondos” localizados en Tabasco o Tamaulipas.

El sindicato es parte de los problemas de Pemex, pero no el único. Si todos ponen, el sindicato pone y, lo que hasta ahora está sobre la mesa es el facilitar la movilidad horizontal de personal especializado hacia áreas donde se contrata a terceros. La otra es encontrar la forma de resolver el problema pensionario, y avanzar como otros sindicatos lo han hecho, no puede verse como una cesión al “intento privatizador”.

De Fondos a Fondo

Como usted vio, pese a la contracción del tráfico de pasajeros en el país de 6.3 por ciento, Aeroméxico de Andrés Conesa, reportó 322 millones de pesos en utilidades y, aumentó su capacidad en 4.1%, el tráfico en 1.3% y el factor de ocupación bajó a 74.7 por ciento. Le bajó el costo de la gasolina 11%, mejoró sus costos de operación, pero sólo el costo de la fuerza de trabajo es el que se mantiene con aumento de 4.3% en el segundo trimestre por la expansión de su flota a 112 aviones y la preparación de las tripulaciones para el Dreamliner 787 que llega el 16 de agosto.

Por cierto, por vacaciones judiciales, la juez Edith Alarcón resolverá hasta septiembre el caso Mexicana. Como son cuatro concursos, parece que buscan hacer coincidir los tiempos de la sentencia final hacia la liquidación. Y en el caso del conflicto colectivo de naturaleza económica de Aeroméxico de Eduardo Tricio contra ASSA de Ricardo del Valle, se está integrando con todos los argumentos y bases legales que inviten a negociar en la última fase de avenencia en la JFCA. Casi listo y en línea con lo que le comenté: contrato diferenciado para nuevos sobrecargos.