Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

29 Jul, 2013

¿Ganar el debate o la calle?, ¡gran diferencia!

La decisión que tomó la administración del presidente Enrique Peña y toda la cúpula priista de ganar las reformas con el debate, no en la calle, no es una decisión de “lógica política”, sino una decisión donde la inteligencia se tendrá que combinar con argumento, herramientas que convencen más que el acarreo.

De ahí que las reuniones que hubo a lo largo de la semana, que incluyó lo mismo a los grupos de coordinación legislativa que encabezan Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, a los gobernadores del PRI y al priismo encabezado por César Camacho, además de a todos y cada uno de los miembros del gabinete legal y ampliado comenzando por sus coordinadores político y económico, Miguel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso, respectivamente, derivó en la convicción de que el debate no se ganará sólo en la tribuna o en los medios, sino convenciendo a los agentes económicos y grupos sociales de la diferencia que puede significar para cada uno la reforma energética y la reforma fiscal.

Cada secretario trabajará en su área de influencia y coordinado con sus pares para demostrar, por ejemplo, la diferencia que puede significar la baja en el costo de la energía eléctrica y de combustión si se moviliza la inversión pública (siempre insuficiente) y privada a explotar las reservas de gas shale y el aprovechamiento de los yacimientos de crudo de aguas profundas.

Además, la reforma fiscal irá de la mano con la reforma energética y, entre los cambios importantes habrá una revisión integral de los subsidios dirigidos a sectores económicos, para eliminar los que no se justifiquen y/o rediseñar los “apoyos” existentes.

Por ejemplo, la decisión de eliminar el subsidio Promasa para los productores de tortillas a base de nixtamal que se estableció en 2008 y el de harineros que se estableció en 2007, llegó a utilizar siete mil millones de pesos en seis años para “estabilizar el precio de la tortilla”. El subsidio, como lo diseñó Lorenza Martínez, se paga con los comprobantes de la factura de electricidad o gas (de acuerdo al consumo) y los del maíz comprado.

Se están pagando apenas los subsidios de Promasa del segundo semestre de 2011 que son como 230 millones de pesos de unos mil 240 solicitudes y se entregan a través de unas 12 asociaciones de nixtamaleros, integrantes del Consejo Promotor y Regulador de la Cadena Maíz-Tortilla que dirige Guillermo Campos Coy.

La discusión con los nixtamaleros no es la liquidación de lo que falta por pagar de 2011, sino los 700 millones de pesos para liquidar 2012 y saben que no habrá liquidación de 2013, porque desde hace dos años los precios del maíz bajaron y el subsidio extendido temporalmente para estabilizar el precio ya no se justifica.

El año pasado el maíz se vendió en cinco mil 800 pesos la tonelada y actualmente está en cuatro mil 700 pesos, y cuando Promasa se diseñó había pasado a seis mil 300 pesos la tonelada, precio que se vio afectado por la reducción de la superficie sembrada afectada por ciclos adversos por heladas y sequías, el uso de maíz amarillo para producir etanol y luego la reducción de la superficie sembrada global en 4.5 por ciento. Todos esos componentes no están presentes y el precio del maíz se ha reducido a los niveles previos a la crisis alimenticia de 2007.

De ahí que no se justifique más el susidio a harineros o nixtamaleros. Sin embargo, se reconoce que el principal componente del costo de producción de la tortilla es el energético.

En el entendimiento con productores no sólo el equipo del subsecretario, sino el mismo secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, ha propuesto un cambio de fondo al subsidio para dirigirlo a la reconversión energética de las tortillerías, dado que su costo de producción más importante, fijo y ascendente, es el de electricidad.

La instalación de máquinas más eficientes, sistemas de páneles solares, son tan importantes como el que el precio de la luz baje.

Si la reforma energética tiene ese objetivo, que el precio de la factura eléctrica se reduzca porque usamos el gas shale en tres años, evidentemente el precio de la tortilla se estabiliza de forma estructural, y no dependería del subsidio.

Eso es ganar el debate, facilitar esquemas de transición que convenzan, y no dude que en cada tortillería usted vea un convencido de apoyar la reforma fiscal y energética, pues las tortillerías tienen como competidores principales no a los supermercados sino a los productores informales de tortilla, que se roban la luz, no pagan agua y no pagan impuestos.

Esa es la diferencia entre ganar la calle o ganar el debate y hay quien insiste en disfrazar la ilegalidad de pobreza.

De Fondos a Fondo

A propósito de Ildefonso Guajardo. Asistió con la representación presidencial al IV Informe de Gobierno del gobernador de Querétaro, José Calzada Rovirosa, a quien recientemente la revista Newsweek le dedicó página completa a la entidad por considerarlo uno de los estados en donde “algo está ocurriendo” por la mejora de sus capacidades institucionales para recibir la inversión foránea y al mismo tiempo aumentar la tasa de productividad y creación de empleos.

Y a una semana para que inicie la Semana del Emprendedor en el Centro Banamex, el Inadem que encabeza Enrique Jacob Rocha lanzó la convocatoria del Fondo Pyme que arranca el 6 de agosto, por 500 millones de pesos (seis mil millones estimados en el sexenio) para apoyar el uso de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) en mypimes. Serían 20 mil pesos por empresa con apoyo máximo de 80% para la adquisición de equipo, y en el caso de las mypimes y turísticas, cuya convocatoria se abrió el 15 de julio, el monto a financiar iría de 30 mil a 50 mil pesos, para financiar la modernización de la cadena de valor.