Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

31 Jul, 2013

Aeroméxico y ASSA: ¿qué sigue?

La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, que encabeza Ricardo del Valle, tiene hasta el jueves por la tarde para formular observaciones al peritaje suscrito por siete de ocho peritos que evaluaron la situación del mercado aéreo y en particular la situación de Aerovías de México (Aeroméxico sin Conect), que dirige Andrés Conesa).

Como le anticipé desde hace dos semanas y la pasada, el dictamen es contundente porque establece que “de no profundizar las medidas para reducir sus costos operativos, y ajustarlos en línea con los costos de sus competidores, se pondrá en riesgo la viabilidad de la fuente laboral, porque pone en riesgo la permanencia de la empresa”.

Debo comentar que la SCT, que encabeza Gerardo Ruiz Esparza, participó como tercer interesado en el conflicto y solicitó que se aprueben las modificaciones propuestas por Aerovías al contrato colectivo y a los convenios colectivos, “para dotar de viabilidad la operación de esa empresa (sic)”.

Si considera que el mismísimo secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, abogado de profesión y conocedor de la materia laboral le dio atención prioritaria por la importancia que tiene la aerolínea para la conectividad del país, y que tanto la Junta Especial Número Tres de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que preside Diódoro Siller, han propiciado la conciliación, es entendible que si el equipo de Ricardo del Valle no realiza las observaciones, tendrá que irse a la audiencia para que se presenten ambas partes, luego pasarán tres días para presentar alegatos y por último se dicta el laudo. Yo estimo que éste último se esté emitiendo alrededor del 14 de agosto, o antes si el sindicato continúa dejando pasar para, con el laudo, irse al Poder Judicial para impugnarlo en amparo.

El peritaje, de 134 hojas, revisó toda la información presentada, pero incluso contrastó la de los competidores aéreos, la situación económica, la compulsa de estados financieros, la información relacionada con los costos de sobrecargos en las aerolíneas como Interjet, Volaris, Viva Aerobus, Aeromar y Magnicharters.

Tras la revisión, propone “reducir el costo de la planta de sobrecargos, mediante modificaciones a las condiciones de trabajo a los sobrecargos de nuevo ingreso, debiendo entrar en vigor estas medidas a la brevedad, a efecto de salvaguardar la viabilidad de la fuente de trabajo”.

Ello supone mantener las condiciones pactadas de la planta de mil 400 sobrecargos, en los términos del convenio del 1 de junio de 2013 y, con todo el costo de mil 313.9 millones de pesos erogados en 2012 que incluye sueldo, percepciones, contribuciones sobre nómina, viáticos, hospedaje, transportación y otros gastos, y representan el 26% del costo laboral de la empresa y 7% de su costo operativo.

Las modificaciones propuestas (cambio en 43 cláusulas y algunos apéndices del contrato colectivo de trabajo vigente), se orientan a “mejoren sustancialmente la productividad de los sobrecargos”, sin modificar alguno de los derechos adquiridos por la planta de sobrecargos que ya está contratada”.

Este peritaje, no obstante hay que reconocer que las percepciones son del doble o más de las de su competidores, propone a la Junta de Conciliación y Arbitraje un contrato diferenciado para sobrecargos de nuevo ingreso, en línea con los acuerdos alcanzados con los otros dos sindicatos de Aerovías (pilotos y tierra) y la propuesta/compromiso de la administración que preside Eduardo Tricio, con los representantes sindicales durante la negociación del contrato colectivo efectuada en junio pasado.

Las modificaciones al contrato han sido revisadas por los peritos y autoridades laborales y de la SCT, para que cumplan tanto con la regulación nacional e internacional en la materia, a fin de no poner en riesgo la salud de sobrecargos y la seguridad de las operaciones ni de pasajeros.

Lo que es destacable del peritaje es que aun cuando se reconoce que el costo de los sobrecargos en Aerovías es del doble de Volaris de Enrique Beltranena e Interjet de Miguel Alemán, subraya como preocupante que la falta de flexibilidad para la asignación y productividad de los sobrecargos, provoca que la empresa incurra en costos excesivos que “encarecen aún más este recurso en comparación con sus competidores”.

¿Qué sigue? Sólo le comento que con la entrada en operación de la nueva flota, particularmente las 90 aeronaves Boeing 737 MAX, más los Dreamliner, requiere nuevo personal.

Lo cierto es que la decisión del sindicato sobre el conflicto colectivo de naturaleza económica (CCNE), ha inhibido la decisión empresarial de contratación de aproximadamente 150 sobrecargos más y los que se acumulen, para los nuevos equipos.

Si deciden mantener la postura negativa a la nueva contratación, ¿le gusta que el conflicto legal se extienda por dos años más? Justo la misma conducta que ocurrió con Mexicana entre 2007 y 2010. Eso sigue… otra Mexicana o ¡de aquí para adelante!

De Fondos a Fondo

Al que le quede el saco. Aunque el mercado ha castigado severamente a Homex de Eustaquio de Nicolás por la revelación (con dimes y diretes ante la falta de transparencia sobre la metodología utilizada para valuar reservas y reconocer pérdidas), las autoridades hacendarias y de vivienda, encabezadas por el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín y, el subsecretario Fernando Aportela (a él le responsabilizó el titular de la SHCP de la reestructuración dentro de condiciones de mercado y ordenada de las tres vivienderas bursátiles), consideran que fue un “primer gran paso y positivo” porque demuestra que quiere hacer las cosas bien. Ha desinvertido para pagar deuda y, reveló pérdidas que desaparecen el capital.

Pero las que parecen negarse son GEO de Luis Orvañanos y Urbi de Cuauhtémoc Pérez Román. Algunos dicen que GEO, la que hace unos meses se veía mejor, ahora resulta que está peor. De ahí que se considere indispensable transparentar su información para que todos los actores, no sólo los acreedores bancarios, sino tenedores de bonos, cebures, proveedores y hasta clientes, conozcan la realidad de las empresas bursátiles y sus verdaderos números.

La pérdida de capital es un hecho, el tema es que si pretenden presentar un plan de negocios para salir del stand-still, ni Rothschild ni JP Morgan, podrán hacer milagros. Tal vez es hora de replantear el cambio de administración para un redimensionamiento lógico y el cambio de accionistas, ¿no cree?