David Páramo

Análisis superior

David Páramo

9 Ago, 2013

Desaceleracion económica

Es hasta cierto punto ocioso dar seguimiento a las encuestas, estimaciones de grupos de iniciativas privadas o empresas sobre cuál será el crecimiento de la economía mexicana contrastándolo con el pronóstico de la Secretaría de Hacienda de que el país crecerá 3.1 por ciento.

Realmente hay un hecho concreto. La economía va mucho más despacio de lo deseable y, lo más grave, prácticamente todas las señales apuntan a que la desaceleración se mantendrá el resto de 2013 y el año que entra.

Hay quienes todavía siguen hablando del Momento México (algunos más sofisticados prefieren ponerlo en inglés, Mexican Moment, porque les suena más cool) como un hecho cuando sólo existió en la breve luna de miel que tuvo el país no sólo por la llegada de Enrique Peña Nieto al gobierno, sino por la decepción que han tenido los inversionistas internacionales de economías como la de Brasil, que no tuvo un gran crecimiento sólo por las reformas que hizo y que van en el sentido correcto, sino porque los precios de los productos agrícolas se encontraban muy elevados.

Argentina, que también tuvo una breve moda, enfrentó problemas porque los gobiernos populistas se consumieron las ganancias, básicamente de exportaciones de soya, en programas populistas que no generan prosperidad pero sí dan rentabilidad política de corto plazo.

Los promotores del Momento México aseguraban que el país se había puesto de moda simple y sencillamente por la llegada de los priistas y, con ellos, las reformas estructurales, así como por la integración del Pacto por México que hoy se ha significado mucho más por las pataletas de panistas y perredistas que por cambios al país.

Tristemente la prostitución del lenguaje y ahora llamar a todo “reforma” se hace evidente por la realidad de una economía que pierde dinamismo. La llamada “reforma” laboral no ha tenido ninguna utilidad. Siguen las mismas prácticas equivocadas y perversas de patrones que esquilman a los trabajadores sus prestaciones.

Las cuales pretenden ser atacadas con aspirinas como el programa anunciado por el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, un programa que más tardó en anunciarse que ya era letra muerta, además de ser criticada por la iniciativa privada.

Gran parte del dizque Momento México estaba fundamentado en que se darían reformas estructurales en cascada y la realidad es que ni son reformas ni se han dado con la ayuda del Pacto por México.

Se decía que la “reforma” laboral generaría un impulso al empleo, cuando en realidad las cifras muestran un desplome en el empleo en buena medida porque el gobierno midió mal la situación de las empresas de construcción y su impacto en el empleo.

Es un hecho que el empleo temporal en el sector de la construcción se está desplomando de una manera francamente escandalosa no sólo por la crisis de tres empresas, sino por la forma en que el gobierno cerró la llave al sector.

Telecomunicaciones

La única “reforma” estructural que se ha registrado en esta sexenio es la de telecomunicaciones que, al menos hasta el momento, lo único destacado que ha tenido es el tongo y escándalo que se ha hecho por el proceso de selección de los comisionados de la Comisión Federal de Competencia Económica y el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Es importante destacar que el gobierno cedió a una buena parte de los caprichos y locuras de un grupo de iluminados del rencor dentro de Acción Nacional y que están en la mesa del Pacto por México supuestamente esperando que fueran más consecuentes al momento de negociar el resto de las reformas que requiere el país. Desde el primer momento se sabía que se trataba de un error verdaderamente grave.

La llamada “reforma” energética sigue sin presentarse por dos razones. Que los políticos andan más ocupados en tener una reforma electoral o política que les dé más poder a sus partidos políticos y no necesariamente a los ciudadanos.

En orden de prioridades es muchísimo más importante tener acceso a energía de una manera mucho más económica que ver cuáles son los caprichos de los partidos políticos.

La segunda razón es que el Presidente que ayer mismo se reunió con los secretarios de Gobernación, Hacienda y Energía (Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray y Pedro Joaquín, respectivamente) para seguir analizando el tema considerando los caprichos de los partidos.

El problema de fondo no está en el juego de los políticos sino en una falla del tamaño del mundo. La población en general, muy poco informada, lleva demasiados años escuchando mitos, mentiras y estupideces que se han repetido como si fueran dogmas de una fe perversa.

Posponer la iniciativa de reforma energética es un error en todas las líneas. Demuestra que el gobierno no está listo para entrar a una discusión de fondo, ya sea porque tienen presiones internas o porque les interesa más seguir jugando al capricho
de los partidos políticos.

Si Enrique Peña Nieto no tiene fuerza para sacar esta reforma, perderá prácticamente toda su capacidad de sacar las otras reformas.

Otras

Las otras “reformas” están todavía más atoradas. El gobierno había anunciado una reforma hacendaria que ya le disminuyeron el nivel y se habla de ella en términos de reforma fiscal en la cual se están repitiendo los mismos debates absurdos en torno a si aumentar ISR y el IVA en alimentos y medicinas.

La “reforma” financiera terminó siendo un paquete de cambios a las leyes financieras que van mucho más enfocadas a apuntalar lo que ya se tiene que si no se maneja de una manera adecuada podrían tirar por la basura un sector que es de los más sólidos de la economía nacional.

El Momento México o como prefieren algunos Mexican Moment parecería que sólo fue una ilusión pasajera a considerar por lo que está pasando en la economía mexicana que ve con desesperación cómo se alejan las reformas estructurales mientras la economía pierde dinamismo.

Es necesario que la administración de Peña Nieto encuentre un nuevo impulso porque si no logra una verdadera reforma energética por las presiones que tiene se convertirá en otro petardo como el del promotor de la mariguana Vicente Fox.

Reingeniería administrativa en Quintana Roo

Roberto Borge Angulo se reducirá 25% de su sueldo como titular del Poder Ejecutivo de Quintana Roo, ante nuevas medidas de austeridad que se aplicarán en su gobierno, producto de una profunda reingeniería administrativa.

Con la reducción, el ingreso mensual de Borge pasará de 146 mil a 110 mil pesos, con lo cual pone el ejemplo a nivel estatal, y la medida también se aplicará a todos los integrantes de su gabinete, pues de acuerdo con la Ley de Salarios Máximos, ninguno de los secretarios puede ganar más que el titular del Poder Ejecutivo.

La administración pública de Quintana Roo tendrá una reorganización, la cual implicará la fusión de varias dependencias y organismos públicos descentralizados.

Así, con el plan de austeridad se ahorrarán casi 400 millones de pesos anuales, 200 millones por la fusión de dependencias y 188.6 millones por la aplicación del tabulador en el rubro de servicios personales.