David Páramo

Análisis superior

David Páramo

26 Ago, 2013

Era la fácil

Según los políticos, se decidió poner la reforma educativa como primera del Pacto por México porque era la más fácil, pues parecía que existía un común acuerdo entre las tres principales fuerzas políticas del país y que coincidían con el mejor interés nacional.

Sin embargo, un puñado de violentos ha puesto de rodillas a los tres Poderes de la Unión. Si hace una cuenta, los miembros de la CNTE no llegan a 250 afiliados, por lo que ocho de cada diez maestros no están con ellos; sin embargo, con actos ilegales y algunos que rondan el crimen de odio como golpear a trajeados porque parecen diputados han detenido la reforma educativa.

Quizá habrá quien esté de acuerdo con Enrique Peña Nieto en el sentido de que sí se lograron dos de tres leyes secundarias y que se debe festejar lo que se avanzó, aun cuando se guarda silencio sobre el corazón de la reforma que ha sido detenido y, por lo que se ve, no va a revivir como creen los optimistas.

Qué pésimo mensaje el festejar lo que se pudo hacer en una sede alterna en la que se tuvieron que refugiar los representantes del pueblo.

Quizá México no ha podido superar el trauma de 1968 o hay una cobardía generalizada en todos los políticos de hacer lo que la Constitución les ordena, pero el hecho concreto es que los violentos se imponen en contra del interés de la mayoría.

Seamos muy claros, esto sólo es el principio. Este mismo grupo u otro de violentos tomarán la Ciudad de México y las instituciones federales como rehén en contra de la reforma energética (el CNTE dice que es otra de las causas de su violento movimiento), cualquiera que sea la reforma fiscal y cualquier otra medida que busque el desarrollo del país.

Mientras tanto, no sólo el país pierde dinamismo económico, sino que además entrará en una profunda decepción puesto que se perderá cualquier posibilidad de reformas económicas para generar prosperidad para la mayoría de los mexicanos.

Y habrá quienes culpen a los gobiernos del PRI cuando, en realidad, se trata de un problema que tiene que ver con todo el sistema político. Ya basta de pensar con escasez, de la mezquindad de los partidos políticos que están pensando en cómo dañar a los opositores para ver si pueden ganar la próxima elección.

Es necesario comprender el mensaje de fondo: los violentos saben que es fácil doblar a las autoridades por la mezcla de miedo y miseria que cubre a la mayoría de la clase política.

Negación

Contrariamente a lo que se había asegurado públicamente hace ya algún tiempo, Dish México y Teléfonos de México negaron tener celebrados contratos a través de los cuales la telefónica estuviera facultada para facturar y cobrar cuentas de Dish en los recibos de teléfono.

En la demanda del juicio ordinario mercantil ante el juzgado décimo de distrito, expediente 107/2013, se alegaba que Telmex no puede explotar ni beneficiarse de forma alguna de la concesión de Dish para transmitir el servicio de televisión restringida y se pedía a las partes demandadas, Dish y Telmex, presentaran los contratos que tenían celebrados para efectuar y hacer el cobro en el recibo telefónico.

En la contestación de la demanda la telefónica dijo que “no tiene celebrado con la codemandada (Dish) ningún acuerdo de colaboración y/o contrato de prestación de servicios de facturación y cobranza a través
del recibo telefónico…”.

Habrá que dar seguimiento a este asunto, puesto que, sin lugar a ninguna duda, dará mucho de qué hablar.

Enemigo

El peor enemigo de los sobrecargos en el país es Ricardo del Valle, líder sindical de ASSA.

Parecería que está obsesionado con quebrar a las empresas de las que tiene contrato colectivo de trabajo, así como hacerle la vida más y más difícil a los trabajadores que debería defender.

Hay quienes creen que el líder sindical está loco o por lo menos es bipolar. No le importan sus agremiados y miente compulsivamente con tal de mantener pleitos que no tienen ningún sentido.

Ahora anda diciendo que solicitará el amparo y protección de la justicia ante el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, según el cual Aeroméxico podrá contratar a sobrecargos bajo un nuevo contrato colectivo.

De entrada, el líder parecería que quiere arriesgar los derechos de quienes sí trabajan para dizque defender a quienes, con las bases del contrato colectivo actual, no serían contratados.

La línea aérea suspendió la contratación de sobrecargos porque sería ruinoso hacerlo con el actual contrato colectivo.

Esto afecta los planes de crecimiento y atenta directamente la fuente de trabajo no sólo de los sobrecargos, sino de todos los empleados de la aerolínea.

De mantenerse esta situación se irán mermando los ingresos de la línea aérea y poco a poco podrían acercarse a la lamentable situación en que hoy se encuentra Mexicana de Aviación. Un muerto que está sostenido por la vida artificial que le dan Edith Alarcón y Gerardo Badín, quien cobra un muy buen salario en el ínter.

Sería bueno que le preguntaran a quienes hoy aspiran a ser sobrecargos de Aeroméxico qué prefieren: no tener trabajo o tenerlo bajo un nuevo contrato colectivo en el que ganarían menos que los actuales. Si el sueldo ofrecido no fuera el correcto no habría aspirantes para ocupar
el cargo.

Del Valle rechazó llegar a un acuerdo de este tipo en 2012 y buscó estallar la huelga, recurriendo a mentiras y alteración de documentos firmados con la presencia del secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida; trató de mantener el movimiento.

Curiosamente este individuo propuso, para salvar a Mexicana de Aviación, que los sobrecargos que fueran contratados en esa línea aérea tuvieran un salario sustancialmente menor al que percibían.

Es difícil comprender cómo es posible que los sobrecargos de Aeroméxico permiten que un individuo que les ha costado tan caro y que es un peligro para su fuente de trabajo siga representándolos.

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