Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

26 Ago, 2013

Nuestras expectativas económicas 2013 dependerán de las reformas estructurales

Por Jesús Alberto Cano Vélez

La noticia económica que dominó durante toda la semana pasada, por ella misma y por sus implicaciones, fue sobre las disminuidas expectativas de crecimiento para México en 2013, que bajaron, tanto para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como para las demás fuentes analíticas mexicanas y externas.

Ya no se estima 3.1% anual como proyectaba la SHCP, ni entre 3 y 4% como lo esperaba el Banco de México, sino más bien una cifra ligeramente inferior a 2%. Incluso, el ritmo anual de 2% proyectado para el segundo trimestre resultó ser de 1.5%, después de 1% del primer trimestre.

Y a ello le siguieron los análisis de sus implicaciones en otras variables de la economía. Por ejemplo, las relacionadas con la generación de empleos, como lo estima la Secretaría del Trabajo y Previsión Social —de 200 mil menos empleos nuevos en 2013— y las de menor recaudación tributaria, por su impacto en el IVA y en el ISR
—como lo prevé el Instituto Mexicano de Contadores Públicos. También impactará la desaceleración a los bancos —se dijo—por la disminuida capacidad de consumo de las familias mexicanas.

Además hubo consecuencias analíticas, constructivas y bien pensadas sobre la creciente importancia de las estrategias para las reformas estructurales que se tienen en el tintero, como lo destacó el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Fernando Aportela.

“México estará creciendo entre dos y 4% en función de lo que suceda en el entorno externo, y sin expectativas favorables —dijo— si no se atiende la agenda de reformas estructurales”. “Sin medidas, si el entorno externo es mejor, crecemos un poco más y si es peor, crecemos un poco menos”.

Pero eso no es bueno. México debe tener capacidad de influir en el comportamiento de su economía.

La actividad económica, por grupos o segmentos, según el INEGI, tuvo sus respectivos resultados. Las primarias, por ejemplo, crecieron a un ritmo anual de 1.3% sobre el mismo periodo en 2012, después de haber caído 0.7% en el primer trimestre del año.  Las actividades secundarias cayeron por segundo trimestre consecutivo, debido al desplome reportado de 2.1% en la minería, y 4.0% en la construcción.

Por su parte, las actividades terciarias fueron las más activas. Aumentaron 2.6% por el comercio, que creció 3.8% y por los servicios financieros que aumentaron 3.8% a ritmo anual.

Las expectativas son ahora de una gradual mejora en el segundo semestre, en parte por el resultado de las reformas ya logradas e instrumentadas.

Esperemos que así sea y que el ambiente político mejore.

(*) Presidente del Colegio Nacional de Economistas, Federación de Colegios de Economistas, A.C.

@acanovelez

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube