David Páramo

Análisis superior

David Páramo

27 Ago, 2013

Cinco minutos

Eduardo Pérez Motta y algunos de los comisionados de la prácticamente extinta Comisión Federal de Competencia parecería que quieren disfrutar hasta el último instante de sus cinco minutos de fama, aun cuando sus resoluciones no tengan ningún fondo.

El presidente de la Cofeco ha pasado, en sus declaraciones públicas, de decir que lo aprobado por los legisladores era lo que él había propuesto en diversos documentos públicos al tratar de enmendar la plana al Congreso argumentando que se equivocaron al quitar la parte de telecomunicaciones, a lo que será la Comisión Federal de Competencia Económica.

Pérez Motta, de una muy exótica manera, llegó a creer que él representaba la lucha en contra de las prácticas monopólicas y en algunos momentos capturó a los demás comisionados a quienes no dejaba hacer declaraciones públicas.

De hecho, el presidente de la comisión llegó a hacer declaraciones personales como si fueran a nombre del pleno de la Cofeco o que todos los comisionados estuvieran de acuerdo. Hay muchos ejemplos en los cuales la votación se dio de una manera dividida y él daba explicaciones a nombre de todos.

En las últimas semanas la Cofeco emitió una serie de resoluciones muy polémicas sobre temas como la concentración de Cinemark y Cinemex o de Comex y Sherwin Williams, las cuales no sólo pueden ser cuestionables por el momento en el que se tomaron, sino también por la forma.

De hecho, hay un verdadero hueco legal que podría afectar gravemente no sólo a estas empresas, sino el desarrollo de sus mercados. El presidente de la Cofeco sigue haciendo llamados y filtrando con sus voceros que perfectamente pueden recurrir a la reconsideración y ellos lo harán.

La simple lectura de la reforma constitucional a las telecomunicaciones y que engloba temas de competencia señala en sus artículos transitorios que el recurso de reconsideración no se podrá aplicar y tendrán que ir al amparo directo. De hecho, le platica a sus amigos que sigan proponiendo este camino que es muy dudoso.

Independientemente de que este procedimiento no va a proceder, tampoco tiene ningún sentido desde el punto de vista práctico, puesto que por mucho que se tarden los legisladores en ratificar a los siete miembros, esto ocurrirá en los próximos días, por lo que el pleno de la CFCE estará listo mucho antes de que el organismo que desaparece haya hecho reconsideraciones.

Pemex

La sanción que impuso la Cofeco a Pemex es, ojalá, la última determinación de este pleno, es una muestra del absurdo protagonismo con el que se maneja Pérez Motta.

Primero. El pleno tomó esta determinación a mediados de la semana pasada, pero guardaron la información con el pretexto de que se tenía que cumplir un muy tortuoso trámite para notificar
a Pemex.

El presidente de la Cofeco ha tratado de justificar algunas de sus derrotas jurídicas con supuestos errores en materia de notificación y de ahí que se digan tan quisquillosos en estos procesos.

Segundo. La información la enviaron a los medios de comunicación el domingo, pero embargada para que se diera a conocer el lunes. De entrada, el “embargo” informativo es un verdadero anacronismo que habla de una ridícula forma de ver el mundo.

En el fondo, parecería que intentaban aprovechar el principio de semana para, a partir de ahí, ir generando agenda o algo así.

Tercero. Se trata de una resolución sin fondo. Independientemente de que Pemex se queja de que sus argumentos no fueron debidamente evaluados, puesto que son uno de los pocos monopolios autorizados por la Constitución y que se podría discutir en qué momento el combustible es de las estaciones de servicio, la realidad es que cuál es el sentido de aplicar esta resolución en este momento.

Si hubiera recurso de reconsideración ya no habría tiempo de que se ventilara, puesto que la Cofeco está a punto de cerrar las puertas y se dejaría al pleno de la CFCE defender esta dudosa determinación.

Todos estos indicios apuntan a que se trató de un ridículo intento de venganza por la forma, poco cortés, con la que el gobierno se deshizo del pleno de la Cofeco obligándolos, si querían, a volverse a certificar para quedarse
en el cargo.

No se ve como una sanción que pueda quedar en firme no sólo por el fondo, sino por la forma, en la cual se dio el procedimiento, pero sí se ve como una búsqueda de notoriedad, quizá a modo de consolidar posiciones personales, particularmente de Pérez Motta.

Reconstrucción

De cara a la reforma energética, los distribuidores de gas LP han tomado la decisión de reconstruir no sólo la relación gremial, sino las nuevas formas de representación a través de crear el Consejo de la Industria de Gas LP.

La reunión de los máximos representantes de este sector, sin lugar a ninguna duda, fortalecerá los lazos entre un gremio que había estado un tanto disperso y les permitirá contar con un frente común de cara a la nueva realidad.

Fuerza

El gobierno de Enrique Peña Nieto está tratando de enviar un mensaje de fuerza y esperanza sobre el cumplimiento de las reformas que tiene pendientes el país y que son indispensables para que la nación crezca a los niveles que se merecen sus habitantes.

Saben que si no pueden llevar adelante estas reformas, el actual gobierno tendrá que ingresar en un modo de administración y no de cambio profundo, como era su intención y la esperanza de quienes votaron mayoritariamente por su oferta.

No hay duda de que el cambio legal que permitiría la evaluación magisterial se ha convertido en una piedra de símbolo, no únicamente para demostrar que se pueden llevar adelante las reformas sino la fortaleza del gobierno para hacer cumplir la ley.

Es claro que, al menos en el discurso, los mexicanos están a favor de las acciones del gobierno y esperan que sean determinadas y con gran fuerza; sin embargo, es sabido que la cobardía y mezquindad política van muy por encima de las mejores causas de la nación.

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