David Páramo

Análisis superior

David Páramo

28 Ago, 2013

Aniversario luctuoso

Si usted es asiduo a esta columna y posee más o menos buena memoria recordará que hace poco más de tres años y medio le comenzamos a informar sobre el hecho de que Gastón Azcárraga y sus principales accionistas habían perdido el control de Mexicana de Aviación, que habían entrado en caída libre hacia el concurso mercantil.

Antes le habíamos informado sobre las malas decisiones de la administración que resultaron ruinosas y, en no pocos momentos, rayaron en la ilegalidad. Decidieron que querían ser la línea más grande del país al costo que fuera porque esperaban que, tomando la mayor parte del mercado, podrían establecer precios.

Para hacerlo recurrieron a prácticas ruinosas para sus finanzas, como el exceso de endeudamiento o hasta falsear los estados financieros para seguir consiguiendo recursos cuando era evidente que no tenían fondos para pagar. Cuando la situación no tenía remedio trataron de sacar activos de Mexicana de Aviación para llevarlos a algunas subsidiarias y a Grupo Posadas como una manera de salvar algo de su inversión original.

Tuvieron la complicidad de Miguel Ángel Yúdico, quien sigue jugando al salvador de los trabajadores de tierra de la línea aérea, en un intento bastante burdo de chaterrear a Mexicana de Aviación para quedarse con Click sin cargas sindicales.

En esta columna le informamos puntualmente. Tanto Azcárraga como sus empleados acusaron a este medio de corrupción, faltar a la verdad y quién sabe cuántas cosas más cuando, como se demostró, se trataba de un trabajo periodístico serio y fundamentado en hechos.

Cuando Azcárraga y su grupo se dieron cuenta de que la situación no tenía remedio abandonaron a los trabajadores, acreedores y sus compromisos tirando la línea en Tenedora K, que a su vez también aventó el tema cuando vio que no tenía viabilidad.

Hace tres años justamente Mexicana de Aviación dejó de volar y perdió la poca viabilidad que tenía. A partir de ahí los daños han sido cada vez más graves, puesto que lo que fuera una de las empresas más antiguas del país perdió todo atractivo e incluso se tienen dudas mucho más que fundadas sobre la existencia de algunos activos como podría ser la base de mantenimiento MRO.

Recuento

Utilizando esta fecha como símbolo de una tragedia, vale la pena hacer un recuento de los daños.

Primero. Más de mil personas han estado tres años en el limbo sin poder tener acceso a una liquidación como marca la ley.

Durante este lapso han tenido que tragarse cualquier cantidad de mentiras por parte de sus dirigentes sindicales quienes, sin fundamento, les han prometido que la línea aérea regresaría a operar bajo esquemas verdaderamente diversos.

La inmensa mayoría de los dizque inversionistas han sido empleados, socios y cercanos a la familia Azcárraga. Las ofertas, ridículas, tenían como único fin alargar el proceso y evitarle a quienes reventaron la línea aérea enfrentar responsabilidades legales. De hecho, apuestan a que después de hoy habrían prescrito una buena cantidad de conductas que podrían tipificarse como delitos.

Hasta hoy algunos líderes sindicales siguen tratando de hacer creer que ahora sí hay una oferta más o menos seria, cuando en realidad se trata de otro ridículo.

Ifecom

Segunda. Reventó no sólo a la Ley Federal de Concursos Mercantiles, sino al Ifecom, que tiene como obligación administrar esta ley.

Cuando bancos y legisladores trabajaron en esta ley tenían la esperanza de que aumentara la confianza de invertir en México, que tendiera a disminuir el costo del crédito y hacer más eficiente la operación bancaria.

El espíritu de la legislación era establecer plazos ciertos y mecanismos concretos para solucionar los problemas que pudiera tener una empresa con sus acreedores. Se trataba de evitar casos como el de AHMSA, que terminó siendo el ícono que convenció a propios y extraños de la necesidad de terminar con la ley de quiebras. El concurso de CMA ya casi lleva la mitad que el de aquella compañía.

En este punto hay quienes aseguran que se debe hacer una nueva Ley de Concursos Mercantiles. De hecho, es una buena oportunidad con la reforma financiera que sigue negociándose en el Congreso, puesto que efectivamente permitiría disminuir el costo del crédito.

Otros más señalan que se trató de errores de interpretación por parte de tipos como Felipe Consuelo, quien inexplicablemente no ha sido sancionado por el Consejo de la Judicatura a pesar de que lo suspendió “termporalmente”. Edith Alarcón, quien simplemente ha estado cuidándose en la forma en que toma decisiones en lugar de aceptar cuál es la realidad: Mexicana debe quebrar.

Griselda Nieblas, la peor acepción de ser burócrata, ha tratado de evadir cualquier responsabilidad sobre el instituto que ella mal administra. No reconoce los gravísimos abusos del síndico conciliador, Gerardo Badín, y su camarilla, quienes se han despachado con la cuchara grande. Estos hombres han gastado los decrecientes recursos de la empresa en concurso mercantil de una manera francamente escandalosa.

Siempre que ha sido cuestionada sobre las fallas en el concurso mercantil invita a los legisladores a cambiar la ley en lugar de asumir que, con esta legislación perfectible, podría exigir muchos mejores resultados.

Innecesario

Tercero. El cese de operaciones puede ser un acto nostálgico para los que se encariñan con las empresas o los símbolos como bien puede ser una de las líneas aéreas más antiguas del mundo o una tragedia para sus trabajadores, entre los que deben contarse los jubilados; sin embargo, no pasó absolutamente nada para la aviación.

Había quienes habían apostado a que el cierre de esta línea aérea generaría un caos y que el gobierno tendría que recurrir a la requisa, pero no fue así. De acuerdo con los datos oficiales el número de pasajeros transportados, asientos disponibles y rutas ha crecido durante estos tres años.

Más allá, empresas como Aeroméxico, Volaris, Interjet y VivaAerobús han logrado tener crecimientos muy sólidos, puesto que no han recurrido a locuras y el mercado crece de una manera mucho más ordenada, de ahí que sea imposible pensar en que Mexicana de Aviación pudiera tener espacio. Es necesario recurrir a la quiebra.

Cuarto. Los líderes sindicales deberían comprender que el mundo cambió y que actitudes ridículas como las de Ricardo del Valle de nada sirven. El líder sindical, afortunadamente sólo de saliva, amenazó con impedir a quienes desean entrar como sobrecargos de Aeroméxico que entren a trabajar.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube