David Páramo

Análisis superior

David Páramo

29 Ago, 2013

Peña, el administrador

Enrique Peña Nieto podría despertar muy pronto y darse cuenta que tendrá que vivir con uno de sus peores temores: Ser otro Presidente administrador.

Desde el inicio de su gestión ha repetido una y otra vez que él no viene a administrar sino a transformar a México; sin embargo, de ceder a un grupo de poco más de 11 mil violentos habrá perdido prácticamente toda su fuerza transformadora y tenderá, como la mayoría de sus antecesores, a sólo hacer “reformas” posibles y no deseables, a alargar los problemas para que en otro momento se atiendan, condenar al país a vivir de parche en parche con un crecimiento mediocre como el que hemos tenido durante más de dos décadas.

Esta situación no beneficia prácticamente a nadie. Mexicanos que tendrán más problemas para salir de la pobreza, la prosperidad y el desarrollo se irán registrando como excepciones en un país fundido en la mediocridad, puesto que se sabe que el potencial es muy superior a los hechos registrados.

Y tendrá dos opciones. La primera de ellas es cerrar los ojos y dejar de escuchar. Convencerse de que lo que se está haciendo es lo mejor y que si el país no crece a las tasas adecuadas se debe a la culpa de los otros.

La tentación es mucha. Ahí están los anuncios previos a su Primer Informe de Gobierno en el que se habla de las reformas constitucionales que se han logrado, en una afirmación que es cuestionable desde cualquier punto de vista. Los cambios constitucionales ahí están, pero no se han materializado en absolutamente nada concreto.

La reforma educativa es algo muy cercano a letra muerta si no se hace una ley que evalúe a los maestros. Los miembros de la CNTE (de acuerdo con algunas estimaciones entre 10 y 20% de los docentes sindicalizados del país) se han impuesto de manera violenta, con esa ridícula confusión que hay entre prudencia y cobardía; entre negociación y ridículo.

Es claro que los miembros de la CNTE no tienen ninguna intención de negociar. Quieren, por la fuerza, frenar la reforma educativa y demostrar su fuerza política al servicio de Andrés Manuel López Obrador o cualquier otro grupo radical embozado en la política.

Es absurdo que las instituciones del país permitan que se les haga correr, que se les arrincone y condicione. Sin embargo, la mezquindad política es mucho más fuerte que la intención de lograr un México de prosperidad.

Para algunos legisladores como Manlio Fabio Beltrones resulta fácil exigir al jefe de Gobierno que tome acciones para proteger a los ciudadanos. ¿Acaso el Congreso no tiene nada qué hacer en este tema? Debieron haber aprobado las tres leyes secundarias o deberían aprobar la evaluación de maestros demostrando, con hechos, no con palabras, que no se dejan intimidar.

Si la administración de Miguel Ángel Mancera hiciera uso de la fuerza legítima que le autoriza la Constitución y las leyes, lo más probable es que el PRI, el PAN y hasta el PRD pidieran su cabeza por represor. Por supuesto, no faltarían líderes de la iniciativa privada despistados o tratando de colocarse de alguna manera.

La única manera que tienen los Poderes de la Unión para cumplir con el mandato que les fue confiado por la mayoría de los mexicanos sería uniéndose para acabar de una vez por todas con el chantaje de un grupo inversamente proporcional en tamaño como en violencia. Se tendrían que unir en un mensaje en cadena nacional Presidente, líderes del Congreso, presidentes de partidos políticos, gobierno capitalino y la iniciativa privada para demostrar que, como ha recordado Peña Nieto, hay una frase con letras de oro camino a la oficina del jefe del Ejecutivo que dice: “la patria es primero”.

De no tomarse una medida así, por las razones que sean, el actual gobierno tiene que olvidarse de transformar y dedicarse a administrar la mezquindad y escasez que son características de la clase política nacional en detrimento de la mayoría de los mexicanos.

Los mexicanos necesitamos que Peña Nieto sea un Presidente transformador. A la mayoría de los mexicanos, que no están afiliados o vinculados con un partido político, no les importa tanto quiénes sean los gobernantes sino que se logren mejores estándares de calidad.

Quienes se preocupan por el costo político deberían saber que lo peor que pueden hacer es ceder a un grupo de violentos que está en contra de las mejores causas de la nación y de la decisión democrática y libre de la mayoría.

Caldeado

El muy caldeado ambiente sindical tiene dos momentos que deben preocupar. Ayer, trabajadores de lo que fuera Mexicana de Aviación hicieron una pequeña demostración en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que bien podría equipararse a las visitas que hacen al panteón los fanáticos de Pedro Infante para ver si es cierto que no ha muerto.

La segunda, es la creciente amenaza de Ricardo del Valle de impedir a los aspirantes a sobrecargos de Aeroméxico que hagan los exámenes. Se trata de una verdadera estupidez en todas las líneas.

Primero. ¿Cómo es posible que un líder sindical trate de dañar a otros trabajadores que, eventualmente, tendrían que ser parte de su sindicato?

Segundo. ¿Qué culpa tienen estos hombres y mujeres de las locuras del titular de ASSA?

Ilegal

Imagínese cómo están las cosas en GEO, que preside Luis Orvañanos, que hasta el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien presidía el comité de auditoría, renunció a su cargo dentro de la naufragante organización.

Uno más de los problemas que enfrenta GEO está relacionado con la bursatilización de derechos de cobro. Pues resulta que durante el presente año, Nafin, que dirige Jack Rogozinski, actuando como fiduciario, no ha recibido la cobranza por parte de GEO en su calidad de administrador, que además se ha negado a entregar información salvo que se suscriba un stand still por parte de los tenedores, lo cual los blindaría contra acciones legales.

Se especula que los reportes periódicos pueden estar maquillados o incluso falseados en aras de no volarse los covenants, un fraude que está fuertemente penado en la actual legislación e incluso se persigue de oficio. Se comenta en el medio que tanto sus abogados, de Santamarina y Steta, así como sus asesores financieros de Rothschild, han incumplido reiteradamente con los compromisos de entrega de información. Se ha solicitado al Infonavit, que lleva Alejandro Murat, que informe si efectivamente la cartera que garantiza dicha emisión ya fue cobrada por GEO.

CIRT

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, Tristán Canales, reiteró la confianza de los miembros de esta cámara de que el Congreso de la Unión logrará aprobar reformas.

Afirmó: “Estamos seguros que, como ocurrió en 1917, este Congreso habrá de aprobar reformas esenciales que representan un nuevo salto para que México alcance mayores niveles de vida y bienestar para todos los ciudadanos”.

Fue más allá y mostró el respaldo de los industriales de la radio y la televisión a la reforma educativa: “La reforma representa un paso decisivo para hacer realidad el derecho a la educación de calidad de todos los mexicanos. Sólo con una mejora en la enseñanza que reciben nuestros niños y jóvenes, nuestra sociedad podrá ser exitosa y plenamente desarrollada”.

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