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CIUDAD DE MÉXICO.- En busca de garantizar la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la ley secundaria debe ser “una caja de cristal”, en la que desde el Congreso “cada diputado y cada senador justifique sus votos y explique su razón de por qué en determinado artículo está a favor o en contra, o por qué en determinado artículo propuso una redacción”, dice Mony de Swaan Adati, presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
En entrevista con Excélsior, observó que “la posible captura o el enamoramiento de un órgano regulador, es tan peligroso como la posible captura o enamoramiento de un legislador con estos regulados”.
Dijo que lo anterior implica que en congruencia con la reforma constitucional que redactó el Legislativo, el Congreso deberá aplicar la “regla de contacto” que se exige para los comisionados del IFT.
Destacó que el órgano regulador tiene una carrera contra el tiempo para resolver en sólo 180 días los mercados relevantes y las obligaciones específicas, la transición de las concesiones múltiples a la concesión única, así como la conformación del registro de concesiones.
Sin embargo, aseguró que las convocatorias y bases de licitación para las dos nueva cadenas de televisión abierta “están listas conforme el mandato constitucional” y, por tanto, afirmó que “no tengo ninguna duda que esa orden que hoy le queda al instituto, está en condiciones de ser cumplida en los 180 días”.
Advirtió que el IFT no tiene experiencia para absorber y aplicar de inmediato facultades de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco), por lo que nadie se debe decir sorprendido y criticar cuando el IFT anuncie que contratará expertos para definir los mercados relevantes y construir la Unidad de Competencia.
Se dijo preocupado de que por primera vez en varios trimestres, en el segundo cuarto del año, el sector mostró una desaceleración.
Dijo que eso refleja que los empresarios mantienen el dinero en su cartera, no sólo por las expectativas económicas y su estimación a la baja, sino también como resultado de la incertidumbre respecto de la reforma constitucional, de la configuración de la ley secundaria y del proceso de selección de los integrantes del Pleno del IFT.
De Swaan pide transparencia
La transparencia y rendición de cuentas deberá ser la fórmula para garantizar la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), recomendó Mony de Swaan Adati, presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), regulador que desaparecerá para dar paso al nuevo organismo.
Afirmó que dicha fórmula se tiene que aplicar desde el mismo Congreso, al hacer públicas las justificaciones y argumentos que se utilicen para diseñar o modificar los artículos de la ley secundaria tras la reforma en telecomunicaciones.
En entrevista con Excélsior, el funcionario precisó que de la misma forma en que el Congreso estableció en la Constitución “algunas reglas de contacto”, se deben aplicar a quien es responsable de redactar la ley secundaria.
“Por qué no el Congreso, en absoluta, reciprocidad, pero sobre todo congruencia respecto de lo que ellos escribieron de cómo debe actuar el IFT, no actúan de la misma manera y abren todas las consultas, todas las comisiones y todas las decisiones y los votos de los legisladores al escrutinio público”, dijo.
Al interior del IFT, consideró que para definir las resoluciones el Pleno deberá echar mano de la consulta pública, de que se conozca el voto particular de cada uno de los comisionados y de las sesiones abiertas, entre otras medidas.
Pendientes
De Swaan, consideró que los primeros retos del IFT será “la carrera contra el tiempo”, la cohesión al interior del Pleno y la transparencia y rendición de cuentas.
Explicó que las palabras que más se repiten en la reforma constitucional son “180 días”.
Sin embargo, aseguró que las convocatorias y bases de licitación para las dos nueva cadenas de televisión abierta “están listas conforme el mandato constitucional” y, por lo tanto, afirmó que “no tengo duda de que ese mandato que hoy le queda al Instituto está en condiciones de ser cumplido en los 180 días que mandata la Constitución”.
Mal sabor de boca
El presidente de la Cofetel dijo tener frustración institucional de que en tres años únicamente se logró sacar un programa de licitación de frecuencias para radiodifusión, además de que la Comisión pudo haber concretado el proceso sin necesidad de la reforma constitucional.
Argumentó que lo anterior no se logró por debates al interior del Pleno en cuanto si deberían ser cadenas nacionales o regionales, pero que la Constitución ha dejado claro el alcance nacional de las nuevas alternativas.
Sin embargo, Mony de Swaan consideró que hay preocupación de que el IFT pueda cumplir en sólo 180 días con la transición hacia el otorgamiento de concesiones únicas, para la definición de mercados relevantes, así como con la conformación de un registro de concesiones.
El funcionario manifestó su desacuerdo con Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC) en el sentido de que el IFT será una instancia sin contrapesos al habérsele transferido facultades de competencia.
A menor ritmo
Se dijo preocupado de que por primera vez en varios trimestres, en abril-junio de 2013, el sector de las telecomunicaciones mostró una desaceleración y un crecimiento de un solo dígito.
Dijo que lo anterior refleja que los empresarios mantienen el dinero en su cartera, no sólo por la baja expectativa económica, sino también por la incertidumbre respecto de la reforma constitucional, de la configuración de la ley secundaria y del proceso de selección de los comisionados del IFT y la CFCE.
Dificultades técnicas
Mony de Swaan consideró que el IFT no tendrá ni la experiencia ni los términos de referencia ni los recursos para resolver la declaración de mercados relevantes en los 180 días que marca la Constitución.
“Hay que adelantar que el Instituto no va a poder realizar estas acciones dentro de casa. Que nadie se espante, que nadie se diga sorprendido, que nadie critique si el instituto anuncia que ha contratado 10 especialistas”, advirtió.
Agregó que “no hay experiencia institucional aquí adentro. No tenemos una oficina con experiencia como la que se construyó en la CFC”. Por ello, aconsejó que se deberá contratar un despacho especializado que arme la Unidad de Competencia, para que busque los perfiles.
