David Páramo

Análisis superior

David Páramo

6 Sep, 2013

Pagar el precio

Hay quienes simple y sencillamente no están dispuestos a pagar el precio de transformar a México.

Dos ejemplos. Algunos creen que tanto el gobierno federal como el de la Ciudad de México (y de otras 15 entidades del país) están siendo demasiado laxos ante la ilegalidad con la que se comporta un pequeño grupo de miembros de la CNTE, que no quiere un diálogo: busca por la vía de la fuerza mantener privilegios que todos los mexicanos pagamos en detrimento de los niños más pobres del país.

No debe olvidarse que los recursos de la CNTE salen del erario, por lo tanto los mexicanos somos patrones a través del pago de impuestos. Hoy estamos pagando plantones, marchas y manifestaciones que evidentemente causan trastornos económicos y violentan la vida institucional.

Sin embargo, debe ser puesto en perspectiva. Este grupo de maestros, que no llega a 10% de toda la plantilla de docentes del sector público, pretenden derogar por la vía violenta los cambios constitucionales a la educación que buscan mejorar la calidad de la educación a favor de un país más próspero e incluyente.

Hoy, los niños de escuelas en donde hay maestros de la CNTE no toman clases, pierden tiempo y se abre la brecha con aquellos que sí están acudiendo a la escuela.

Quienes no están dispuestos a pagar el precio, quieren que el gobierno actúe de manera violenta y algunos hasta llegan al extremo de sugerir acciones ilegales. Esto implicaría un costo sustancialmente mayor para todos los mexicanos.

Otros más dicen que fracasó la política y tratan de culpar al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de una mala operación bajo el principio de que en diciembre se aprobó la reforma y tuvo hasta las leyes secundarias para negociar con este grupo.

La democracia fracasaría si, por el contrario, se cediera a las pretensiones de un grupo verdaderamente minoritario. Seamos claros. Más de 50 millones de mexicanos votamos no sólo por este Presidente sino por este Congreso para que nos representara. Aun cuando fueran todos los maestros del país, seguirían siendo un grupo minoritario con respecto a los que eligieron a estos dos Poderes de la Unión.

Peor sería que el gobierno cediera a la intención de algunos de sobornar o torcer la ley para obligar a los líderes de la CNTE a rendirse.

Compadres

Curiosamente alguno de los grupos que más molestos se sienten por las acciones de este pequeño grupo de violentos son los miembros de la iniciativa privada. Un día sí y otro también aparecen declaraciones de líderes del CCE, Comparmex y algunas otras cámaras pidiendo que se meta en cintura a estos tipos que por la vía de la presión buscan mantener privilegios en contra de los niños.

Sin embargo, cuando les toca estar del otro lado de la moneda, utilizan expresiones que parecen de los maestros de la CNTE. Usan palabras como abuso de autoridad, prepotencia, ilegalidad para definir las acciones que ha tomado la Profeco, encabezada por Alfredo Castillo, en los últimos días.

Uno de los grandes problemas nacionales, que quizá se remontan a los tiempos populistas en que éramos una economía cerrada, ha sido la atención a clientes y los derechos del consumidor.

La cultura de prestadores de servicios, por momentos, parece más digna de una economía soviética o cubana que de un país que aspira a ser una economía altamente competitiva.

Es común tener que aceptar abusos por parte de los prestadores de servicios. ¿Durante cuántos años las estaciones de servicio han vendido litros de gasolina que no tienen un litro? ¿Mueblerías que exigen pagos completos y no cumplen con la entrega del bien? ¿Telefónicas que ponen reglas abusivas para sus clientes? ¿Establecimientos que condicionan ventas o que operan bajo un absurdo sistema de exclusividades?

La lista podría ser interminable. Los empresarios que se quejan de las acciones de la Profeco también suelen ser víctimas de los abusos de prestadores de servicios y establecimientos.

Igual que a los maestros de la CNTE no les gusta que se les acabó el régimen de privilegios y abusos que, en ambos casos, creyeron que eran conquistas irrenunciables.

Volaris

Es como de ternura el prospecto de colocación de Volaris, pues como es lógico, promueve todas las grandes virtudes que tiene como una empresa que busca colocar sus títulos en la Bolsa Mexicana de Valores; sin embargo, dice que tiene una excelente relación con sus trabajadores.

Pero la realidad es que tienen un esquema que no parece óptimo para este sector. Resulta que pilotos, sobrecargos, trabajadores de tierra y administrativos están contratados bajo un régimen de compensaciones variable.

Este esquema es potencialmente peligroso en el caso de los pilotos, puesto que favorece a los más jóvenes, cuando en realidad esta posición requiere de trabajadores mejor calificados y con experiencia. Es lógico que un piloto con más horas de vuelo es mucho más confiable que uno con menos horas de vuelo.

Alianza

Hay quienes han cometido el error de creer que la aviación sólo debe ser medida por el número de vuelos y asientos ofrecidos por las llamadas líneas comerciales, cuando también debe ser considerada la aviación ejecutiva.

Este sector que ha tenido una gran expansión, tiene algunas empresas que están en franco crecimiento. Uno de los mejores ejemplos es Aerolíneas Ejecutivas, encabezada por Arturo Ortega, que ha firmado un convenio con Bombardier para aumentar su flota en ocho aviones por año.

Sorprendidos

Muchos se dicen sorprendidos por el anuncio del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de que regresará un poco antes de San Petersburgo, cuando en realidad es un hecho fácil de prever.

Si se va a entregar el llamado paquete económico y muy posiblemente también la llamada reforma fiscal, pues es lógico suponer que deseaban llegar con buen tiempo para estar listos para uno de los anuncios que es parte del tripié de reformas que buscan cambiar el rostro de México antes de 120 días a partir de su Primer Informe de Gobierno.

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