Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

9 Sep, 2013

La reforma fiscal frenará más la economía

Si en México hay coincidencia en algo, es en que se requiere una reforma fiscal profunda.

Para el gobierno es indispensable, porque necesita financiar al país con los impuestos y no con petróleo.

Los ciudadanos y los pequeños y medianos empresarios quieren una reforma fiscal que simplifique el pago de impuestos.

Los grandes empresarios la quieren porque necesitan certeza jurídica en lo tributario y evitar las complicaciones de dos impuestos como el ISR y el IETU.

La única oposición a una reforma fiscal son todos los informales que hoy evaden el pago de impuestos y quienes gozan de regímenes especiales, como los empresarios del campo y de transporte.

En toda su historia, México nunca ha financiado sanamente su desarrollo.

Durante su primer siglo como nación independiente la Hacienda simplemente estaba quebrada.

A eso sucedieron décadas en que el país se financió del campo y cuando eso ya no fue posible recurrimos a los préstamos hasta la quiebra y suspensión de pagos de 1982.

Desde entonces y hasta ahora, casi la mitad del gasto público se paga con petróleo.

Los datos duros son claros:

Vía impuestos México recauda el equivalente a 10% del PIB, sólo por encima de Haití; gasta el equivalente a 20% del PIB y financia esa diferencia con petróleo.

Cuando en 2010 se perdieron 800 mil barriles diarios de producción, fue necesario hacer un aumento emergente de impuestos.

Pero el esquema está mal de cualquier manera.

El país no puede basar la salud de sus finanzas públicas quemando el petróleo; se necesita, como hacen todos los países, financiar el gasto público con ingresos tributarios y dejar los recursos del crudo en un gran fondo de estabilización y para proyectos especiales, como hoy lo hacen Inglaterra, Noruega y Rusia con sus ingresos petroleros, o Chile, con los derivados del cobre.

En México nos hemos gastado todos los ingresos petroleros de las últimas décadas porque los impuestos no alcanzan.

Enrique Peña Nieto ha dicho que hará una reforma fiscal que posiblemente llegue hoy a la Cámara de Diputados en el paquete hacendario 2013.

No habrá muchas novedades porque todo mundo sabe lo que hay que hacer:

1.- Modificar la Ley del IVA para generalizar el pago de este impuesto a alimentos y medicinas, eliminar la tasa cero y sería deseable dejar una canasta básica exenta.

2.- Unir el ISR y el IETU en un solo impuesto para lograr una especie de súper ISR que tape los huecos que hoy tiene el tributo, creados por la labor jurídica de las grandes de empresas.

3.- Eliminar algunos regímenes especiales de tributación, como los que benefician al campo y al transporte, y acotar el de consolidación que beneficia a las grandes empresas.

4.- Replantear el tema de los IEPS para ver cuáles se eliminan; por ejemplo, el que grava a las bebidas energéticas y cuáles se aplican, como el de los refrescos, que muchos años se ha atorado.

5.- Hacer un nuevo régimen fiscal para Pemex.

Peña Nieto necesita aprovechar el actual clima de acuerdos entre las fuerzas políticas para lograr la aprobación de la reforma fiscal en México.

Pero tiene que pensar bien si aplica la reforma ya o si plantea una vacatio legis en espera de que la economía se recupere.

Aplicar la reforma fiscal ahora significa aumentar los obstáculos que tiene la economía para su crecimiento.

Este año, gracias en buena medida a los desaciertos de Hacienda, la economía crecerá apenas un poco más de 1%; si se aplica la reforma fiscal el año que entra, posiblemente apenas lleguemos al 2% y sólo se podría aspirar a tasas de entre 3% y 4% allá por 2015 o 2016.

Es decir, otro sexenio más de crecimiento miserable.

Lo prudente, lo adecuado, es lograr la aprobación de la reforma fiscal y programar su aplicación a lo largo de varios años.

Eso daría tiempo para que la economía se recupere gracias en buena medida a los beneficios de la reforma energética.

No es lo mismo replantear el cobro de impuestos cuando la economía crece 4% anual, que cuando se arrastra en un uno por ciento.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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