Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

23 Sep, 2013

¿Alguien conoce a “construcciones José”?

Éste es uno de esos casos de “sospechosismo corruptor transexenal”. El 23 de julio pasado, una semana después de la sustitución de Rubén Medina como director general de la API de Lázaro Cárdenas por Héctor Gonzalo Bautista Mejía (priista amigo del coordinador general de Puertos y Marina Mercante, Guillermo Ruiz de Teresa, pero dicen que también cercano mexiquense porque fue subsecretario de Urbanismo y Medio Ambiente en el Estado de México), asignó la licitación del dragado del puerto y mantenimiento de la dárcena a “Productos y Estructuras de Concreto, en asociación con Construcciones José, S.A. de C.V.”.

El dragado (remoción de toneladas de arena grava) de los canales de navegación de los puertos, particularmente de los que reciben mayor cantidad de carga del mundo, como Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Veracruz y Altamira, se vuelve fundamental para facilitar la entrada y salida de los buques de mayor capacidad de carga, calado y uso intensivo de tecnología, como el que usan las navieras internacionales como Luksic, MSC, Maersk, Hapag Loyd, MOL.

Para los operadores como HPH, de Arturo Lecona; SSA, donde está iniciando el relevo de Francisco Kassian a Claudia Sánchez Torres; ATP, de la familia López Riestra, o IPN de los Peñaloza, el tema se vuelve crítico porque entre mejor dragado esté el puerto, más buques Panama, Post Panama y Panamax Plus reciben. Recordemos que 55% de la carta de Lázaro y Manzanillo, además, es de Transbordo, lo que significa que no se interna, pasa por ahí para redistribuirse hacia Asia, Norteamérica o Sudamérica. Ellos compiten con Panamá, con la ventaja de que México es equidistante de Hong Kong y Yokohama.

El trabajo, pues, requiere especialización. Normalmente las “dragadoras” se pelean fuerte por los contratos públicos —aunque supuestamente las API no son empresas paraestatales—.

Muchas veces se declaran desiertos por “no cumplir los puntajes” que son definidos en la mayoría de los casos con criterios discrecionales. Entonces se adjudican al segundo postor y se licita a quien hace propuestas económicas bajas que después revende a algún licitante perdedor o “se tiran” en el precio para luego litigar el ajuste al cierre de la obra. ¿Le suena?

Y de todo esto, los órganos de control interno de la Función Pública están enterados.

Regreso a la licitación pública, con número 09178002-009-13, que tiene una buena historia de impugnaciones. Los del China Harbour pagaron por ver y no entregaron el análisis del costo del financiamieto.

Los otros eran los mismos: Mexicana de Dragados del Jan De Nul Group de Bélgica; la holandesa Dragamex, de Grupo Boskalis International en asociación con Grupo Cava; la franco-holandesa Dredging International, y la holandesa Van Oord Dredging & Marine Contractors. Esas cuatro se pelean el mundo. Éstas tienen, cada una, un portafolio de 30 contratos por año en todo el mundo.

Pero a la adjudicación de la licitación, cinco días después de la salida del anterior administrador, llegó un raro participante.

La regia Productos y Estructuras de Concreto de Gustavo Cavazos Marroquín (sin experiencia en dragado Marino, pues hace infraestructura de drenaje, acueductos, hidráulica, túneles mineros, caminos y toda clase de obra pública y de vivenda) en asociación con Construcciones José, una empresa de Mazatlán que edifica vivienda y en el licitanet tiene un par de contratos de desazolve de ríos en su entidad. Dicen que Luis Benito Mellado Parra tiene un buen padrino político.

Mire. Tuvo 96.26 puntos frente a las dragadoras internacionales y es probable que el contrato se lo hubiera llevado la holandesa Dragamex, que ofreció cobrar 699.8 millones de pesos, contra más de mil millones de sus competidoras internacionales, en parte porque ya ha hecho trabajos de dragado en el canal norte y no tiene que mover la maquinaria y equipo especializado.

Sin embargo, llegaron Cavazos y Mellado y ganaron un contrato ofreciendo cobrar 643.3 millones de pesos. Todos, operadores y navieras, abrieron el ojo, pues no están seguros del “mensaje” que recibieron algunos, unas semanas después, cuando el “consorcio” internacional de San Nicolás Garza y Mazatlán, estaba tratando de conseguir “asociarse” con alguna de las compañías dragadoras marítimas perdedoras, argumentando que “podrían renegociar el contrato con la API de Lázaro Cárdenas”. Sería difícil de creer, ¿no?

El relevo se dio muy ríspido en la API y bueno… Ahora la comidilla del día es si de esto están enterados el titular de SCT, Gerardo Ruiz Esparza y el titular de la Función Pública, Julián Olivas, porque el chisme es de tal magnitud, que le traen lupa a todos los dragados portuarios en la mismísima Hacienda de Luis Videgaray. Imagine cuántas licitaciones aumentaron sólo para reparar infraestructura dañada por Manuel e Ingrid. ¡90 nuevas obras de rehabilitación!

Supongo que el diligente y profesional titular de la Unidad de Puertos y Marina Mercante, Guillermo Tovar y de Teresa, revisará el caso con su recomendado en la API de San Lázaro, para asegurarse de que cumplan su compromiso. Hay quien dice que no se ha firmado el contrato. Y mire. Tanto dicho… ¡ocupa!

De Fondos a Fondo

¿Se acuerda del caso de “chantaje” ambiental que traen algunos contra el Villa Group de Owen Perry en Loreto por la construcción del Campo de Golf que permitirá concretar la oferta de gran turismo del resort Villa del Palmar. Pues resulta que el secretario de Turismo, Rubén Reachi, dice que ha estado en contacto con los accionistas desde que lo nombró el gobernador Covarrubias. Bueno, ojalá no sólo “estuviera en contacto”, sino que realmente hiciera su trabajo apoyando el desarrollo de Loreto, más aún ahora que Grupo Carso de Carlos Slim, se quedó con la inversión que venía realizando Homex de Eustaquio de Nicolás. Hoy le tendré buenas noticias, pues la evaluación de Impacto Ambiental en Semarnat de Juan José Guerra no tiene los rastros de “chantaje” ambiental que se utilizaron en esta área en el pasado.

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