Van ahora tras sitios pirata

CIUDAD DE MÉXICO.- Al menos 40 organizaciones cabildean en el Congreso de la Unión para modificar la Ley de Propiedad Intelectual y lograr que se castigue a los sitios que ofrecen contenidos culturales de manera ilegal, es decir, sin pagar regalías a los autores de las obras digitales.

La iniciativa es impulsada por la Coalición por el Acceso Legal a la Cultura (CALC), que congrega a la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas (Amprofon), la Asociación Protectora de Cine y Música México (APCM), la Motion Picture Association México (MPA), y otros 37 organismos, dijo a Excélsior Federico de la Garza, tesorero de CALC.

Se trata de una propuesta administrativa que funcionará cuando el autor que detecte sus obras en un sitio que no le paga regalías avise al Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), que deberá pedir, a través de una orden judicial, al proveedor de internet que de manera privada revise si la dirección IP del sitio donde se alojan los contenidos es ilegal y si éste tiene derecho a usar los contenidos. 

“Si el sitio no cuenta con la licencia se le pide que la compre por medio de una notificación, en caso de recibir negativa o de no contestar a los llamados, el proveedor interrumpirá la disponibilidad del sitio”, explicó de la Garza.   

Agregó que la propuesta ya está en las Comisiones de Economía y Cultura de la Cámara de Diputados y la de Senadores; sin embargo, “con las reformas que están actualmente, nuestra propuesta es como una aguja en un pajar”, dijo. Aun así, la industria espera que antes de que finalice el año ya tengan una respuesta del Poder Legislativo.

Sin castigos para usuarios

Las cifras más actuales de Amprofon indican que en México en 2011 se descargaron ocho mil 800 millones de productos culturales, entre canciones, videos musicales, películas, series de TV, e-books e imágenes. El mayor número de descargas fueron canciones, con 6 mil 68 millones.

Actualmente no existe en el país una ley que castigue a quien descarga piratería en línea –y la iniciativa de CALC tampoco pretende eso– después de que en 2006 el IMPI y la Amprofon intentaron impulsar una ley que hiciera pagar hasta diez mil salarios mínimos de multa a los titulares del contrato de conexión a internet.

Aquella propuesta pretendía detectar cuando los usuarios visitaban un sitio ilegal, a través de un programa desarrollado por las disqueras; sin embargo, no prosperó debido a que violaba diversas leyes locales y federales.

La piratería física en México es castigada en el artículo 424 del Código Penal Federal con prisión de tres a diez años y de dos mil a veinte mil días de multa, a quien “reproduzca, introduzca al país, almacene, transporte, distribuya, venda o arriende copias de obras, fonogramas, videogramas o libros…sin autorización del titular de los derechos de autor.”

Para de la Garza, la solución tampoco es castigar a los usuarios que descargan contenido sin pagar, sino educarlos, dijo quien también es el director general de la Motion Picture Association México.

Buscadores en la mira

Así como en México se pretendió seguir las direcciones de usuarios que descargaban contenido, en Estados Unidos la Asociación Americana de la Industria de la Grabación (RIAA) ha dado un giro a su estrategia en la protección de los derechos de autor de músicos, al pedir la colaboración de los buscadores de internet para que sitios pirata no aparezcan en los resultados de búsqueda.

“Creemos que sería útil ver iniciativas voluntarias donde los motores de búsqueda tomen en cuenta si un sitio está autorizado o no para proveer el contenido que aparece en los enlaces hechos en una búsqueda”, escribió en un comunicado presentado a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la presidenta de la RIAA, Cary H. Sherman.

La propuesta pide a firmas como Google que así como su buscador Chrome pretende erradicar hipervínculos relacionados a la pornografía infantil, haga lo mismo con los sitios que ofrecen contenidos sin haber pagado por los derechos para hacerlo.

Sin embargo, para David Shon, el director del Proyecto de Derechos de Autor y Tecnología del Centro para la Democracia y la Tecnología (CDT, por sus siglas en inglés), para acabar con las visitas a sitios pirata no es suficiente que los buscadores limiten sus hallazgos.

“Internet tiene muchas formas de encontrar cosas, y cuando el material es popular, se difunde rápidamente. Además, si sitios populares fueran removidos de esas búsquedas, otros podrían albergar un link hacia el eliminado. En lugar de ir directamente a Pirate Bay, el usuario encontraría otro sitio con el hipervínculo ahí. Serían dos clics en lugar de uno, pero al final sería el mismo resultado.”