Empresas suecas en México evalúan reforma fiscal

CIUDAD DE MÉXICO.- Volvo Autobuses México cumple 15 años en el país, y planea invertir para ampliar su planta de Tultitlán, Estado de México, para traer al país nuevas líneas de producción y ensamble, pues ve en el mercado local una oportunidad de crecer.

Sin embargo, temas como la reforma fiscal que se discute en el Congreso, son una condicionante para que la firma sueca opte por esta decisión.

Rafael Kisel, presidente de Volvo México SA, comenta en entrevista con Excélsior, que hay una preocupación seria respecto al tema de la reforma fiscal.

“Tiene apartados que vemos puede afectar a Volvo y otros empresarios suecos, así como a otras compañías extranjeras que han invertido en México. Hay afectaciones desde el punto de vista fiscal y por el Impuesto Sobre la Renta, que son importantes y pegan a las inversiones. Ya nos hemos reunido con autoridades para platicar de este tema”, es lo primero que contesta al preguntársele sobre las futuras mejoras en la infraestructura de su planta, así como el impulso a crear nuevas plazas de trabajo.

Kisel prefiere no ahondar más, pues dice que están viendo, tanto Volvo como otras firmas suecas, si hay alguna respuesta del gobierno mexicano respecto a modificar o eliminar algunos temas de la reforma hacendaria que impactarían su negocio, así como su decisión de invertir.

Ayer por la mañana, el primer ministro del Reino de Suecia, Fredrik Reinfeldt, junto con una misión comercial encabezadas por los presidentes y directores generales de importantes empresas suecas con inversiones en México como Ericson, Electrolux, Volvo, Saab, Scania, entre otras, se reunieron con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, y el director general de ProMéxico, Francisco González, “para estrechar el diálogo de alto nivel, los lazos de cooperación y el intercambio comercial, para impulsar temas de economía, innovación y competitividad”.

Fuentes cercanas al ministerio de Comercio de Suecia, que encabeza, Ewa Björling, quien también vino a México con la delegación, aseguran que además de buscar nuevas opciones de inversiones en el país, buscan negociar cambios en la reforma fiscal.

Planes a corto plazo

Volvo emplea en su planta del Estado de México a mil 700 personas, y cuenta con una línea de ensamble de equipo de construcción que fabrica excavadoras, así como de autobuses.

“Siempre hemos apostado por el crecimiento del país y su mercado. De momento la producción de autobuses es para el segmento foráneo y en el futuro se busca competir en el segmento de urbanos. Tenemos planes de inversión y traer nuevas líneas de ensamble  y fabricación de componentes a México”, explica Kisel.

En nuestra planta de Tultitlán tenemos casi 250 mil metros cuadrados y espacio disponible, por lo que en primera instancia las líneas de ensamble llegarían a esta fábrica, y no a otro estado.

Luego de una pausa, el presidente de Volvo México SA, asegura que están viendo, junto con las autoridades mexicanas, la llegada de estas nuevas líneas de producción. “Esta reunión es muy importante para hablar con los diferentes entes gubernamentales. Acabó de venir de una junta con ProMéxico, por ejemplo. Tenemos que ver las facilidades que podemos tener con el gobierno mexicano para traer esta inversión a corto plazo.

Solución urbana

Volvo es líder mundial en vehículos de transporte para pasajeros, asegura Kisel durante la entrevista. “Tenemos sistemas completos para solucionar en México y otras partes del mundo los problemas de sustentabilidad, contaminación y tráfico de las grandes ciudades”.

“Te diría que en México tenemos una gran necesidad de tener transporte público que atraiga a los usuarios y que los haga dejar su auto. Para ello necesitamos un sistema digno, incluyente y de fácil acceso”, enfatiza el presidente de la compañía en el país, previo a platicar sus planes de negocio para los próximos meses.

Luego de asegurar que el Metrobús en la Ciudad de México, o el Optibús en Guadalajara, está empezando a ser incluido en los sistemas BRT (Bus Rapid Transit), en el cual se aumenta la velocidad y tiempo de transporte del pasajero por medio de líneas confinadas y estaciones que hacen que el embarque y desembarque sea rápido. “Sin embargo, aún es muy poco para la gran ciudad que tenemos”.

Asegura que parte de las reuniones que se tienen con funcionarios del gobierno federal son para ofrecerles, en conjunto con la comitiva de empresas suecas que viajaron al país, un sistema de transporte terrestre sustentable y económico.

“De entrada, que a la gente le ayude y le mejore su calidad de vida. En ahorro financiero, por ejemplo, con lo que se construye un kilómetro de metro, se pueden edificar diez kilómetros del sistema tipo Metrobús”, agrega.

Sin embargo, Kisel dice que para lograrlo no es necesario sólo poner un camión del productor, “se requiere de voluntad política y financiamiento. Volvo tiene los productos para lograrlo y  el conocimiento con ejemplos como Colombia y Brasil.”

“Debe haber un sistema integral, no basta con troncales si hay un gran flujo de pasajeros que van de un punto A a uno B con varios puntos intermedio. En este caso el metro y los otros sistemas de transporte que ya funcionan en el país son una buena ayuda, no están peleados los sistemas, y eso es lo que venimos a ofrecer.”

La meta: cambiar los paradigmas

Håkan Agnevall, tomó el puesto de presidente mundial de Volvo Buses en junio de este año, y sus planes de que países como México tengan mejores tecnologías en lo que se refiere a tranporte terrestre, es una de sus metas para los próximos años.

Håkan Agnevall tiene 46 años, ha trabajado en la industria durante muchos años y cuenta con una amplia experiencia dentro de diferentes empresas, tanto en Suecia como a nivel internacional.

"Vemos en México un gran mercado para Volvo Buses. Nos interesa traer nuestra tecnología para modificar los entornos de transporte, pues creemos que con unidades sustentables, camiones eléctricos por las calles, sería una forma de acabar con problemas como la contaminación", dice mientras asegura tener de momento un problema en la garganta.

Mientras asegura que ya trabajan de cerca con gobiernos como el de la Ciudad de México, Agnevall dice que actualmente los vehículos completamente eléctricos son aún caros, ya que su costo es elevado en comparación con su eficiencia.

"Sin embargo, en los próximos años, los costos y la calidad de las baterías harán posible su comercialización", asegura.

Respecto a que la Ciudad de México no cuenta con la infraestructura necesaria para tener vehículos eléctricos en sus calles, el presidente mundial de Volvo Buses, aseguró que para ello hay soluciones, y que gran parte de las empresas que los acompañan en la delegación sueca, como Ericson, son una parte del tema.

Aseguró que para que se realice la modificación de la tecnología automotriz, es necesario “cambio de paradigmas y de la cadena de valor”, en el cual están implicados los usuarios, el gobierno, la industria y los sistemas de servicio.

Håkan Agnevall, presidente de la firma sueca Volvo Buses Corporation, confía en invertir en México. Foto: David Hernández

Respecto al transporte urbano, precisó que Volvo Buses ofrece vehículos que integran tecnologías limpias: prueba de ello son las ocho unidades híbridas que transitan como parte de la línea 4 del Metrobús.

Este tipo de vehículos aprovecha la energía generada por el frenado, lo cual reduce en 30 por ciento el consumo de combustible.

Para Agnevall, este tipo de tecnologías en el transporte urbano son una tendencia que darán a compañías como Volvo Buses buenos dividendos a mediano plazo, pues están interesados en llevar sus negocios, e inclusive ampliarlos, en naciones como México.

Respecto a que en las denominadas smart cities, o ciudades inteligentes, el transporte eficiente y sustentable es un requerimiento, dijo que Volvo confía en que México está por convertirse en un país con este tipo de indicadores, por lo que parte de su apuesta está en llevar parte de la solución.