¡México es líder en aseguramiento agrícola en AL!

El anfitrión del 10º Foro Global Agroalimentario es México y en particular Aguascalientes, el estado que gobierna Carlos Lozano, el que reúne a representantes de unos 25 países y de todas organizaciones internacionales que discuten sobre las tendencias de la producción de alimentos en el mundo, así como las alternativas de solución para las mismas. Evidentemente estará presente todo el CNA, encabezado por Benjamín Grayeb.

El titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, será el anfitrión gubernamental y, si me lo permite, el programa que comienza este 3 de octubre y termina el 5, es ambicioso porque ve desde temas de infraestructura, eficiencia de mercados, hasta cómo lidiar con el efecto de incertidumbre derivado del cambio climático.

Este punto me lleva a destacar un raro, pero importante liderato de México y es el del aseguramiento agrícola. En nuestro país, el cuarto en penetración de aseguramiento (Uruguay es el primero, le siguen Argentina y Chile), siete compañías privadas compiten con unos 300 fondos o mutualidades de seguro ligadas a uniones de productores. Esto es lo excepcional. El 50 por ciento del mercado de seguros agrícolas lo tienen los fondos y las otras seis compañías privadas el 15 por ciento.

El líder privado en aseguramiento es Proagro, que preside Juan Carlos Cortés, empresa que tiene cerca de 35% del mercado nacional del seguro básico y que, aprovechando la tendencia de los gobiernos de transferir al sector privado el riesgo
de pérdidas en el campo, ha expandido operaciones a todo Centroamérica y Brasil y, están abriendo operaciones en Colombia, Ecuador y Chile. Le sigue en el mercado Mapfre, la aseguradora española

Lo novedoso es que Proagro le va a dar un salto al esquema del seguro en México, pues no cubre la cosecha, sino la producción y el precio de la misma, y lo mismo ocurre con el ganado, se cubre precio y número de cabezas. En asociación con Swiss Re, Proagro de hecho introduce el tipo de seguro que se conoce como “Crop Revenue Coverage” que domina en el mercado de Estados Unidos y que permite asegurar producción a un precio referenciado en Chicago.

Y lo mismo lo contrata un productor de cuatro que de 70 hectáreas y explica la penetración del seguro en el vecino país que alcanza 85% de la superficie sembrada. Fira, Financiera Rural, Sagarpa y Hacienda lo están viendo con muy buenos ojos, porque más allá de las coberturas catastróficas, hoy el subsidio a la prima que se ata al crédito al campo y que administra Agroasemex (principal reaseguradora de fondos mutuales), se considera que le dotaría de una impresionante certidumbre a la producción alimentaria del país.

En México, están aseguradas unas 3.9 millones de hectáreas con seguro tradicional y 12 millones con el seguro catastrófico y, se estima que sólo Proagro pagará alrededor de mil millones de pesos por los siniestros que dejaron las inundaciones. El aseguramiento agrícola crece a tasas de 20% por año y se estima que con la cobertura del precio, y la certeza que se da al volumen de producción, la volatilidad en el sector podría ser similar a la que se observa en Estados Unidos o Europa, donde los gobiernos subsidian la prima al productor dependiendo del riesgo regional, nunca por tamaño de hectárea y siempre considerando la relevancia de la producción que calza la demanda en el país.

Un cambio que a todas luces sí democratizará la productividad, como dicen los equipos de Luis Videgaray.

De Fondos a Fondo

La salida de un socio con mucho apellido no cambia el prestigio y servicio de un gran despacho de abogados. Por ahí se ha hecho creer que la salida del nieto del fundador del prestigioso despacho Creel García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, S.C. (CGAE), con 10 abogados entre socios y asociados, implica un cambio en la práctica legal de este gran despacho. Ésa es una gran mentira.

Este despacho, con la sede, la marca, y los clientes a quienes han servido por años y a quienes atraen por su capacidad –incluso galardonada– trasciende a sus socios y los nombres de los mismos.

Sin embargo, un grupo de ex socios encabezado por Carlos Creel, cuya salida de la firma se hizo efectiva el 30 de septiembre, luego de entrar en desacuerdo con las reglas de gobierno corporativo y transparencia que se impusieron en el despacho, quiere hacer creer que la escisión termina con el prestigio y hasta el litigio.

Dicen que se llevan todo, ¡hasta la práctica! y… bueno, proporción guardada, podrán llamarse Creel y Asociados, pero la práctica de Creel García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, S.C. continúa intacta y sirviendo a la totalidad de sus clientes, con la participación de 14 reconocidos socios, incluyendo al consejero en funciones don Samuel García-Cuéllar, a Carlos Aiza y Jean Michel Enríquez, así como más de 80 profesionales.

En virtud de que Carlos Creel, hijo del fallecido don Luis Creel Luján, quien fundara el bufete en 1936, lleva en su apellido uno de los componentes de la marca original, es posible que como parte de la nueva razón social del despacho que este grupo está fundando, también empleen el nombre “Creel”. Sin embargo es importante destacar que dicho nuevo despacho no tiene relación alguna con el renombrado bufete Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, S.C.

La causa de la salida de un pequeño grupo de siete socios y cerca de una decena de abogados se debió precisamente a que hubo quienes no comulgaron con el proceso de institucionalización que comenzó hace más de 12 años en Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, S.C., y con el que se dota a la firma de un gobierno corporativo moderno y transparente, así como de recompensas basadas en el mérito profesional.

Como en todo cambio, hay quienes se adaptan y se adecuan a las nuevas exigencias de transparencia y rendición de cuentas en las instituciones, y quienes deciden continuar por el viejo camino.

Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez es una institución cuyo sustento es el equipo de trabajo que hoy permanece en la institución y que es quien ha construido la historia y los logros que avalan el prestigio y reputación del despacho.

Cabe destacar que prácticamente todos los abogados que han sido reconocidos año con año por las casas calificadoras y sistemas de rankings de este sector a nivel internacional, incluyendo Chambers and Partners, Legal 500, Latin Lawyer y IFLR1000, siguen siendo parte de CGAE.