Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

7 Oct, 2013

CCE sigue negociando con Hacienda y el Congreso

Intensas negociaciones se realizaron este fin de semana en las 15 mesas que se establecieron entre el Consejo Coordinador Empresarial y el equipo del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para llegar a acuerdos para modificar la reforma hacendaria y social que todos los sectores privados han criticado severamente por los efectos negativos que tendrá en el comportamiento de la economía.

Entre los temas que más preocupan al sector privado están: la homologación del IVA en la frontera; los efectos en la cadena de valor para las industrias minera y de edulcorantes; el incremento en los costos laborales por la modificación en las cuotas patronales y en las deducción de prestaciones que, de acuerdo con la Coparmex, será de 15 a 17%; la no deducción inmediata de inversiones; los cambios en la industria maquiladora y el IVA en las importaciones temporales que afectará a toda la cadena de las industrias automotriz, aeroespacial y a las empresas que sí son altamente exportadoras; el impacto que tendrá en el consumo la mayor carga tributaria para las clases medias; y el temor de que se pierda la estabilidad financiera por el mayor déficit público y el costo de la pensión universal.

Desde luego, el CCE está negociando contra reloj y en forma paralela intensificó el cabildeo en el Congreso para impulsar sus propuestas de cambios.

Al respecto, Juan Pablo Castañón, presidente de la Coparmex explicó que entre las propuestas que se presentaron a la SCHP está un esquema de certificación de las empresas altamente exportadoras e importadoras porque una de las razones que esgrime Videgaray para modificar el régimen tributario es que hay una elevada simulación por parte de empresas que no son exportadoras. En el caso de las prestaciones laborales también se está negociando con el IMSS para que la reforma no se traduzca en menor creación de empleos por el mayor costo laboral.

Dos pesos por kilo de azúcar 

Por lo que respecta al impuesto de un peso por kilo a los refrescos y bebidas endulzadas con azúcar y fructosa, la industria azucarera en su conjunto: desde los productores de refrescos hasta los ingenios y los cañeros, presentaron a Hacienda la propuesta de un nuevo impuesto de dos pesos por kilo de azúcar que pagarían no sólo los productores de refrescos sino todos los productos que contengan azúcar, fructosa y edulcorantes no naturales por lo que sólo se dejaría fuera a los productos que utilicen endulzantes naturales como el caso de la stevia.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y bebidas carbonatadas, ANPRAC, el impuesto de un peso por litro para combatir la obesidad se traducirá en un costo de 11 pesos por kilo y poco eficiente para combatir la obesidad porque el consumo de refrescos no es la única causa del problema de sobrepeso.

La industria azucarera asegura que Hacienda recaudará 13 mil millones de pesos porque abarca a todos los productos, y superaría la meta de 12 mil 500 por el peso por litro a los refrescos. Además, es sencillo de recaudar porque no lo pagarían los consumidores sino los productores al comprar el azúcar o edulcorantes.

Lo que también se negocia con la Secretaría de Economía es el tema internacional por los productos importados y la apertura comercial en el mercado del azúcar en el TLCAN.

Gabriel Contreras, Martha Ruiz; Emilio Lozoya

Esta semana hay dos Limónes Agrios. El primero es para el presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, IFT, Gabriel Contreras, quien sigue con su actitud de avestruz. El IFT decidió por falta de recursos cancelar la licitación de decodificadores y antenas para el segundo programa piloto para el apagón de la televisión analógica en las ciudades fronterizas, y ahora esperarán a que se apruebe el presupuesto de 2014. Sin embargo, el IFT debería explicar en qué forma pretende después de este retraso de casi un año cumplir con la fecha para el apagón de la señal analógica a nivel nacional fijado para diciembre de 2015.

El segundo Limón Agrio es para Emilio Lozoya, director general de Pemex. La empresa firmó un memorándum con Keppel Offshore para la construcción de un astillero en Altamira, Tamaulipas, especializado en la construcción, mantenimiento y reparación de plataformas. No hay, sin embargo, información ni sobre la inversión que realizará Pemex ni sobre qué sucederá con el convenio que firmó en mayo pasado para adquirir 51% de los Astilleros Hijos de J. Barreras en Galicia.

El Premio Naranja Dulce es para Martha Ruiz, directora del grupo ecológico Sierra Gorda, quien obtuvo el premio Champion of the Earth, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, UNEP por la labor que realiza para que la Sierra Gorda en Querétaro sea protegida como reserva de la biosfera. Ha logrado ingresos por dos millones de dólares por la venta de bonos de carbono en apoyo de la comunidad.

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