José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

15 Oct, 2013

Mensajes en el Banco de México

En la parte cumbre del 20 Aniversario de la autonomía del Banco de México, teniendo enfrente al sector financiero nacional y banqueros centrales de distintas economías, el presidente Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, enviaron un mensaje claro de cómo será su relación con el Banco de México: de respeto a la autonomía de la institución, pero sin buscar más reformas a la institución. En otras palabras: el gobierno federal no enviará ninguna iniciativa para añadir al mandato constitucional del Banco de México de preservar el valor adquisitivo de la moneda, el mandato de velar por el crecimiento.

“No es necesario un mandato dual”, reafirmaron en el Ejecutivo.

Los que quieren mandato dual

Desde hace años en México se ha jugado con la idea de complementar la misión constitucional del Banco de México, que hoy en día es el de procurar el valor adquisitivo de la moneda. Varios legisladores del PRD y del PAN han visto la posibilidad de añadir al mandato constitucional del instituto central la misión de procurar el crecimiento y generación de empleo.

Cuando se ven experiencias internacionales sí existe un mandato dual, como sucede nada menos que con Estados Unidos. Por ejemplo, la Reserva Federal debe velar por bajar la inflación, pero también por mantener el crecimiento económico.

Banxico al estabilizar, ayuda a crecer

Para el gobierno federal, la mejor manera en que el Banco de México aporta al crecimiento económico es siendo un dique para garantizar la estabilidad, lo cual pasa tanto por procurar bajar la inflación mediante la política monetaria (básicamente el movimiento de tasas de interés), así como el de evitar que el Banco de México pueda financiar elevados endeudamientos del gobierno federal.

Para el gobierno y los asistentes a la conmemoración del 20 aniversario de la autonomía del Banco de México, tener un mandato dual, no es necesario, sino más bien consolidar la misión de bajar la inflación y mantener la estabilidad económica.

El consenso del mercado es que el Banco de México al consolidar la estabilidad, hace un aporte fuerte al crecimiento. Y como botón de prueba se encuentra la baja en las tasas de interés y el comportamiento estable del peso mexicano.

Carstens da tranquilidad

Es ahí cuando vino el espaldarazo a Agustín Carstens, el actual gobernador del Banco de México.

El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, recordó que la influyente revista Euromoney acaba de reconocer a Carstens como el banquero central del mundo.

Y ahí es donde tanto Videgaray como el presidente Peña, en distintos momentos, dijeron: “Tener a Agustín es una tranquilidad para la estabilidad”.

No en balde Carstens acaba de recibir el reconocimiento de Euromoney, pero también es una carta fuerte de México como voz en el G20 y en organismos como el FMI, en donde participó como candidato a dirigirlo y planteó una reforma institucional para equilibrar la toma de decisiones en el organismo financiero.

Mancera, Ortiz y Junta de Gobierno

Para ser justos, debemos decir que la Junta de Gobierno del Banco de México ha hecho su tarea. Ahí estaban en el estrado, flanqueando a sus invitados, desde Roberto del Cueto y Manuel Sánchez, hasta Manuel Ramos Francia y Javier Guzmán Calafell. Es una Junta de Gobierno con nuevas reglas, con más transparencia al conocerse las minutas de sus reuniones.

El reconocimiento a la autonomía del Banco de México también fue para ellos.

Desde las primeras filas del salón donde se llevó el evento, también hubo otros reconocimientos.

Tanto el presidente Peña como Videgaray reconocieron la trayectoria de los anteriores gobernadores del banco central autónomo, Miguel Mancera y Guillermo Ortiz.

Y también se vieron a ex subgobernadores del instituto central, quienes participaron en el primer día de reuniones: José Sidaoui, Jesús Marcos Yacamán y Everardo Elizondo.

Banxico: déficit, no financiable

Uno de los temas de fondo en la reunión del Banco de México era el déficit fiscal.

Después de años de tener un equilibrio fiscal, ahora el gobierno federal ha decidido cerrar con un pequeño déficit fiscal de 0.4% e irse con uno mayor para el próximo año, de 1.5%. ¿Podría verse como el regreso de una política adicta a los déficit, o más bien como una medida pragmática para una economía con bajo crecimiento? Como sea, a los mercados los puede poner
un poco nerviosos.

Y fue ahí cuando el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, al momento de su presentación, también fue claro: Banco de México no financiará los déficit gubernamentales. En otras palabras, el banco central no echará a andar la máquina de billetes para financiar al gobierno, y así dar al traste a la inflación. En estos puntos es clave tener un banco central autónomo.

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