Molestia del sector privado por gravamen a chatarra

Las industrias refresquera y azucarera unieron fuerzas para intentar que no se aprobara el impuesto de un peso por litro a las bebidas azucaradas, pero su costosísimo cabildeo resultó inútil porque no lograron que se aprobara su propuesta de un impuesto de dos pesos por kilo a todos los productos que utilicen azúcar y el colmo fue que, adicionalmente al peso por litro en bebidas, los diputados del PRI, Verde Ecologista y PRD se aliaron para aprobar un nuevo impuesto, un IEPS de 5% a los productos de alto contenido calórico, es decir, los que tengan más de 275 kilocalorías por 100 gramos de peso.

Entre los dirigentes empresariales que más criticaron estos impuestos de última hora están, desde luego, Jaime Zabludovsky, presidente de Conméxico, que abarca a las grandes empresas de productos de consumo en México; Francisco Funtanet, presidente de la Concamin, y Gerardo Gutiérrez Candiani.

Desde luego, se trata de un gravamen, tanto el de las bebidas azucaradas como el de los productos chatarra, que sí afectará el bolsillo de las clases de menores ingresos, que son altamente consumidoras de estos productos, pero precisamente lo que busca el gobierno federal con estos impuestos es disminuir el severo problema de la obesidad en México.

Al cierre de esta columna no se había aún votado el dictamen de la ley de Ingresos en la Cámara de Diputados y el cabildeo se intensificó para tratar de evitar la aprobación de este nuevo IEPS y de la no menos polémica homologación del IVA en las ciudades fronterizas y del alza del ISR para los ingresos mayores a un millón de pesos al mes.

La reforma hacendaria, que para muchos no es más que una miscelánea fiscal, impactará principalmente a la clase media en una medida que podría mermar hasta en nueve por ciento sus ingresos mensuales, aunque el impacto dependerá, desde luego, de su nivel de ingreso, del porcentaje de su salario que reciba en prestaciones que ahora causarán ISR y, por supuesto, de la zona en la que viva y de su ingesta de refrescos, chicles y productos chatarra.

Es una reforma que, si bien tiene un importante componente social por la pensión universal y el seguro de desempleo, preocupa mucho al sector privado por el impacto que tendrá precisamente en el consumo de las clases medidas y en el crecimiento económico.

Y el mayor temor es que no se generen los ingresos que espera la Secretaría de Hacienda con el alza en impuestos y que se pierda la estabilidad financiera por el mayor déficit público.

No habrá cambios en el Senado

Aunque en el Senado la bancada del PAN, que coordina Ernesto Cordero, no está dispuesta a aprobar la reforma hacendaria, será muy difícil si no es que imposible que se logren cambios a los dictámenes que reciban a más tardar este domingo y que tendrán que devolver a Diputados el 30 de octubre.

El PRI, el PRD y el PVEM tienen en el Senado los votos suficientes para aprobar, sin cambios, la reforma hacendaria, aunque lo que sí habrá es un público y severo cuestionamiento por parte de los senadores del PAN.

Colocó 25% de capital

Al igual que Eduardo Tricio, presidente de Grupo Lala; Carlos Hank González, presidente de Grupo Interacciones siguió adelante con su oferta accionaria en la Bolsa Mexicana de Valores. En total colocó 25.06 por ciento de su capital, en una oferta mixta: 39 millones de acciones en oferta primaria y 30 millones en secundaria por un monto total de cuatro mil 209 millones de pesos. La empresa informó que los recursos se destinarán en su totalidad al banco Interacciones.

La demanda fue dos a uno y la colocación estuvo encabezada por las casas de bolsa Credit Suisse y Barclays Capital en conjunto con GMB, Banorte y Actinver.

Chertorivsky, Consejo Económico del DF

Será el jueves 30 de octubre cuando el secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivsky, instale formalmente el Consejo Económico y Social de la Ciudad de México, CES, en el que participarán representantes del sector empresarial, académico, social y, desde luego, del gobierno capitalino.

Por supuesto que es importante este tipo de consejos consultivos porque se convierten en un foro para presentar propuestas de solución a la situación económica del Distrito Federal.

El problema es que se plantea un Consejo multitudinario con 62 representantes, lo que en la práctica puede resultar poco producente para avanzar en toma de acuerdos y, desde luego, habrá poco avance en el principal problema que enfrentan hoy los comercios y restaurantes de la zona del Centro del Distrito Federal por las marchas de los ¿maestros? de la CNTE. Para los restaurantes, sobre todo para los que se ubican en los alrededores del Museo de la Revolución, las pérdidas son ya millonarias y la CNTE no tiene ni para cuándo levantar su plantón.