Prevén que habrá un menor crecimiento

CIUDAD DE MÉXICO.- La reforma fiscal contiene elementos en materia de impuestos que siguen perjudicando a las empresas y que pueden significar un impacto negativo para el crecimiento del país, a pesar de los cambios realizados por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, advirtió Mario Sánchez Ruiz, presidente de la Comisión de Economía.

Dijo que la propuesta del gobierno que más riesgos generará para los empresarios es la no deducibilidad del 59 por ciento de las prestaciones sociales en el Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Actualmente, el patrón está exento del pago del ISR por conceptos como la previsión social, cajas y fondos de ahorro, pagos por separación, gratificación anual, horas extras, prima vacacional y dominical, así como la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas.

Con los cambios que aún deben aprobarse por el Pleno del Congreso de la Unión, los empresarios ya no contarían con dicha exención total y sólo podrían deducir hasta 41 por ciento de esas remuneraciones.

Tras inaugurar la IX Convención Anual del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior (IMECE), indicó que esta modificación provocaría una pérdida de competitividad en las empresas porque tendrían que absorber un incremento en sus costos de nómina de entre ocho y diez por ciento.

Sensibles a los cambios

Carlos Pérez, presidente del IMECE, añadió que la reforma impacta particularmente a la industria maquiladora, la cual es muy sensible a cualquier costo complementario.

“Va a haber una reacción por parte de las maquiladoras que puede ser de diferente naturaleza, como trasladar el precio o desinvertir”, previó.

Pérez consideró que las autoridades siguen deteniéndose para hacer reformas más de fondo porque el camino correcto hubiese sido incrementar la base de recaudación a través de un impuesto al consumo, y consideró incongruente que no se propusiera generalizar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos, pero al final los diputados aprobaron una tasa de cinco por ciento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la comida “chatarra”.

Luis de la Calle, vicepresidente de comercio de políticas de inversión de la Cámara Internacional de Comercio, agregó que esta reforma fiscal con “parches” posiblemente se corrija con otra en un par de años.