David Páramo

Análisis superior

David Páramo

22 Oct, 2013

Diferencia de visiones

La iniciativa hacendaria sigue ahondando la brecha entre el gobierno federal y la iniciativa privada.

Los primeros desacuerdos tienen que ver con la forma en que se ejerció el gasto público al principio de la administración. Hubo quienes llegaron a señalar que el gobierno lo estaba deteniendo como una forma de iniciar relaciones con diversos sectores de la economía; la posición del gobierno fue que el desfase se debió al inicio de la nueva administración.

Adicionalmente fueron surgiendo algunas otras fuentes de tensión, particularmente en el sector de la construcción que, a no dudar, fue fundamental no sólo para ampliar el empleo, sino para mantener activa la economía durante los años recientes.

Sin embargo, el punto de quiebre se dio con la iniciativa hacendaria. Algunos líderes de iniciativa privada, como Juan Pablo Castañón, olvidaron cualquier corrección política y asumieron abiertamente el discurso de Acción Nacional. Otros más, como Gerardo Gutiérrez Candiani, han tratado de mantener una posición constructiva, aun cuando parecería que la paciencia se les está agotando.

El más reciente mensaje del líder del Consejo Coordinador Empresarial incluye frases como decir que es más fácil crear nuevos impuestos que invertir para generar empleos para pagarlos. Más allá, diciendo que la política fiscal no corrige por sí misma los desbalances sociales ni tampoco se corrigen problemas de salud sólo con impuestos.

Comprensión

Para comprender lo que está sucediendo es necesario tener claros algunos puntos.

Primero. El gobierno de Peña Nieto sí dio un viraje en la política fiscal. Durante los últimos sexenios se favorecieron los impuestos al consumo y la disminución de los impuestos a la riqueza representados por el ISR, con la intención de propiciar la generación de prosperidad y la expansión de las empresas como los motores de la economía.

En esta política fiscal se apuesta a que se tomen los recursos de quienes más tienen y sea el Estado el equilibrador social, el que genere prosperidad a través del gasto público.

De hecho, si se analiza la forma en que crecerá el gasto corriente queda muy claro que la intención es un gobierno que gaste mucho dinero para generar justicia social y hasta riqueza.

El gobierno planteó que en los dos próximos años crecerá el gasto corriente a una tasa real anual de 2.5%, es decir, más de 12% en los próximos dos años. La lectura es sencilla: el gobierno será mucho más grande, mucho menos austero.

Lo cierto es que durante los últimos años el país ha tenido un crecimiento bastante modesto, muy por debajo de su potencial. La pregunta es si con este viraje en la política fiscal se logrará ahora sí una tasa de crecimiento de 3.9% como se estableció en el presupuesto.

Viraje

Segundo. La política fiscal que se siguió durante los últimos tres gobiernos era abiertamente a favor de los empresarios y tenía como un aliado natural al Partido de Acción Nacional, que durante dos administraciones tuvo Los Pinos.

El cambio impulsado por Peña Nieto está a favor de un estado más grande y que tenga una mayor participación en la economía. Así que no es casual no sólo el muy abierto apoyo que ha tenido por parte del PRD sino incluso la defensa que han hecho algunos de sus líderes morales como Cuauhtémoc Cárdenas.

Tal y como lo establecimos en esta columna, el domingo este personaje defendió abiertamente no sólo la posición de su partido, sino también la propia iniciativa que incluye una gran cantidad de los postulados de esta agrupación política.

Preocupa la mezquindad de algunos panistas quienes acusan al PRD de haberse “vendido” o algo como eso al PRI porque estuvieron de acuerdo con sus iniciativas fiscales.

Es lamentable que en el PAN haya legisladores que no hayan aprendido o no quieran reconocer que en una democracia se dan acuerdos, que lo que hoy critican era lo que pedían cuando estaban en el gobierno federal.

Hoy hay cercanía entre el  PRI y el PRD que tienen una visión similar en materia fiscal y, ojalá mañana, entre el PRI y el PAN en materia energética, puesto que su visión es muy parecida.

Molestia

Tercero. Es lógico que los nuevos impuestos y virajes tan profundos en la política fiscal despierten malestar.

Lo mismo hubiera sucedido si se hubiera optado por el IVA en alimentos y medicinas, la queja de los sectores de menores ingresos sería equiparable a lo que hoy hacen los empresarios; sin embargo, quizá hubiera sido más fácil de subsanar con una política social muy agresiva usando la mayor recaudación en revertir el dinero hacia los que menos tienen.

Sin embargo, es un error tratar de descalificar abiertamente estas posiciones considerándolas como normales y pasajeras. Se tiene que comprender que los sectores empresariales son fundamentales para combatir la pobreza y generar una mayor justicia social, puesto que la mayoría de los empleos se producen en la iniciativa privada.

Se tiene que comprender que no pueden afectarse las expectativas de inversión de una manera abrupta, puesto que si se retrae la inversión se generan menos empleos y cae la recaudación.

Generar una posición que llegue a la extrema tirantez entre las posiciones no es una medida correcta, así las cosas es necesario que haya una negociación mucho más fina con líderes de iniciativa privada como Gutiérrez Candiani, quienes sienten, con razón, que fueron usados.

No debe olvidarse que ante las quejas del CCE se crearon 15 mesas de negociación con la Secretaría de Hacienda, en la cual se avanzó mucho en la aplicación de las leyes fiscales que fueron aprobadas la semana pasada en la Cámara de Diputados; sin embargo, les irrita muchísimo el que se hayan inventado impuestos como el que llamaron de la “comida chatarra” que jamás estuvo en las mesas de negociación.

Así como los empresarios deben comprender que se dio un viraje en la política fiscal y que es Peña Nieto, con aval del Congreso, quien tiene el derecho y la obligación de diseñar la política fiscal, el gobierno y los partidos políticos no deben olvidar que la iniciativa privada es el mejor socio que puede tener el gobierno.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube