El costo social de la tecnología

CIUDAD DE MÉXICO, 22 de octubre.- Seis mil millones de  teléfonos móviles repartidos por el mundo nos dan la medida de la demanda por la tecnología, sin embargo, ese éxito tiene detrás otras historias poco atendidas.

"Hay tres grandes costos de la tecnología: el uso de recursos naturales de países generalmente en desarrollo; el trabajo, donde se violan los derechos humanos de empleados en la cadena productiva y la basura electrónica, que termina también en países en desarrollo", dijo a Excélsior Klaus Werner, coautor de El Libro Negro de las Marcas, que a diez años de ser publicado mantiene su vigencia.

Cuando nos quejamos de lo poco que dura la batería de nuestro dispositivo pocas veces nos preguntamos de qué están hechas. Se trata de coltan, un mineral resultante de la mezcla de otros dos: columbita y tantalita. Se encuentra naturalmente en Australia, Brasil, Canadá, Ruanda, Etiopía y República del Congo, y este año fue agregado a la lista del Departamento del Trabajo de Estados Unidos de productos obtenidos forzando a niños a extraerlo de minas.

De acuerdo con la investigación de Werner, el coltán  es comprado ilegalmente por firmas globales y también es extraído de zonas de América del Sur, región que ha entrado en el mercado negro del material, pues una vez que el mineral entra a la cadena de producción legal de cualquier empresa o fábrica, no se puede identificar cuando fue obtenido de manera ilegal o atropellando los derechos humanos de niños.

Ilegalidad global

A decir de Werner, las cosas no han cambiado mucho en los últimos diez años, al contrario, es cada vez peor y el dilema sobre la tecnología constructiva contra la destructiva es enarbolado por las grandes multinacionales, cuyos nombres sí han cambiado. En 2003 ni Apple ni Google eran las gigantes que son hoy, dijo.

La firma de la manzana no ha podido escapar a las críticas por las condiciones en que se labora en la empresa Foxconn, maquiladora taiwanesa que hace sus productos.

En 2010, al menos 13 de los empleados de esa firma se suicidaron y este año ya hay dos casos más.

Gracias a la presión de grupos estadunidenses defensores de los derechos laborales hacia  Apple, Foxconn hizo en 2012 algunas mejoras, como acortar las jornadas laborales.

Según la organización China Labor Watch, Jabil Circuits, otra fábrica que maquila el nuevo iPhone 5C, ubicada en China, también abusa de sus trabajadores con horas extra de trabajo por las que no paga, inadecuado entrenamiento y discriminación.

Plantas en suelo mexicano

En México, Foxconn y Jabil Circuits también tienen presencia. La primera fabrica los celulares de Nokia en una planta en Reynosa, Tamaulipas, la cual será movida a Tijuana, Baja California, en diciembre próximo dejando a 500 trabajadores sin empleo, quienes pasarán a la lista del costo social de la tecnología.

Jabil Circuits, con sede en Florida, ha despedido a 500 empleados y se prevé que la cifra llegue a mil debido a la mala situación económica de BlackBerry, que ya no será cliente de la planta, ubicada en Zapopan, Jalisco.

Se podría pensar que la culpa de los abusos la tienen las firmas, pero para Werner, “es el propio sistema mundial el que está en problemas” pues los tratados internacionales de comercio llevan a los gobiernos del mundo a renunciar a la defensa de los derechos fundamentales de sus ciudadanos ante compañías globales, externó.

“México es un gran ejemplo, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha impedido al país implementar leyes de derechos humanos laborales, de otra forma, se castigaría al gobierno mexicano”, dijo Werner. Para muestra las subcontrataciones y despidos injustificados en la planta de Jabil. 

Agregó que a pesar de que no se vislumbra un cambio pronto, lo único que podría salvar a las personas y países dañados por los abusos, no es la salida del mercado de las firmas; sino políticas que globalicen los derechos humanos laborales y los derechos ecológicos.

Chocolate tecnológico

La polémica más reciente en cuanto a la explotación y abuso, pero de animales, la generó Google al firmar un acuerdo con Nestlé para usar la marca del chocolate KitKat en la nueva versión de Android 4.4. 

En respuesta, la organización ambientalista Greenpeace publicó un video en el que explica que Nestlé compra aceite de palma para el chocolate a empresas que destruyen los hogares de los animales.

Para Werner, Google es el ejemplo perfecto que refleja la división entre servicios abiertos, que mejoran la información a la que se tiene acceso, pero por otro lado “es una compañía y no tiene nada de democrática, domina la información y la sabiduría, decide qué encontramos.

¿"Si en China el buscador es un filtro para los datos, ¿qué nos asegura que en México no los hay?", afirmó.