Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

23 Oct, 2013

¿Hay alimentos buenos y alimentos malos?

Un gran error de quienes han defendido la reforma hacendaria, del presidente Enrique Peña, ha sido el provocar que el debate se polarice. El caso más evidente es el del grupo de nueve alimentos de alto contenido calórico que ahora llevará un IEPS equivalente a 5% de su valor de venta a los que se les ha dado el nominativo de “alimentos chatarra”.

Estará de acuerdo en que empresas como Sabritas, de Pedro Padierna; Nestlé, de Mario Vera; Danone, que dirige aquí Marina Menu; Bimbo, que encabeza Daniel Servitje; Ferrero Rocher, de Pietro Paolo Cornero, han y seguirán realizando importantes inversiones para ampliar su capacidad productiva en México y, participan fuerte en el mercado de consumo en nuestro país.

También, operan en distintos países y en algunos se cobra impuesto al consumo y en otros no, pero en ningún caso se cobra impuesto estigmatizando un producto. Éste es el factor que irrita y que ha provocado la polarización del debate. El equipo del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, tal vez podría revisar la forma en que se presenta la propuesta del impuesto y no sujetarlo a que se les aplicó el cinco de IVA “porque los refresqueros lo pidieron”, porque se “atrevieron a respingar”, porque “contrataron a un cabildero” o porque el producto “provoca un daño a la salud”.

Tal vez, en esta última fase de la negociación del paquete impositivo, podría eliminar la polarización del debate si elimina la estigmatización de productos como “aceleradores de diabetes” o de “hipertensión”.

Realmente este grupo de empresas están hartos de la campaña mediática que no abona al entendimiento del IEPS–IVA en pesos o en porcentaje, que se incluye a refrescos y bebidas con contenido de azúcar, o en los nueve que menciono.

En el extremo, alrededor de 20 a 25% del azúcar que se produce en el país se consume en territorio nacional y, si la intención es de salud pública, lo que deberían hacer es alertar a la población sobre altos consumos de grasas trans, azúcar, sal, pero bajo el principio de que no hay alimentos buenos o malos, pues éste es el elemento más sensible de la estrategia seguida hasta ahora.

De ahí la propuesta del sector, que la están llevando al presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Francisco Yunes, de eliminar todas las distorsiones y gravar con dos pesos el kilo de azúcar desde que sale del ingenio.

Lograrían la meta de recaudación de 13 mil millones de pesos, sin estigmas. Además proponen que ese recurso se integre a un fondo mixto, transparente, con gobierno corporativo como el Fondo Nacional de Turismo, y los recursos se utilicen para promover efectivamente la actividad física y, por la otra, que promueva la utilización de la caña de azúcar como biocombustible.

Ahí sí, el que consuma más pagaría más, independientemente de que sea formal o informal, industrial o domésticamente, compromete a todos, porque hasta el senador perredista Mario Delgado, promotor activo de la estigmatización alimenticia, sabe que los alimentos industriales siempre compiten contra la cocina del vecino, y al gravar el proceso industrial se favorece al mercado informal que tiene un gran riesgo no sólo de salubridad.

Mire. En México, cuatro de cada diez consumidores de botanas, lo hacen de marcas reconocidas. El gran mercado es el doméstico y de “cajueleros”, que hacen frituras de toda clase y no pagan nada de impuesto. ¿Creen realmente que están centrando el tiro donde deben, o a lo mejor podrían afinar la puntería?

De Fondos a Fondo

Ayer, en la Cumbre de Negocios de Guadalajara, la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, dio un mensaje harto interesante sobre la dirección que está tomando la política de turismo en México, pues no sólo se trata de atraer muchos turistas de varios destinos, sino mayor derrama.

Decía que entre 2000 y 2010 se incrementó en 54% el monto gastado por los turistas internacionales en México, pero en el mismo lapso aumentó en 243% en Australia. ¡Eso es calidad sobre cantidad!

Y para eso el sistema financiero es básico, porque los cuentahabientes que llevan bandera Visa,  MasterCard o American Express se vuelven “blanco” de las estrategias de promoción de destinos con ofertas robustas, como es el caso de México, que tiene mucho que mejorar, pero también explotar. ¡Bien por el foco!

Se acuerda de la sequía y helada que azotaron al país en 2010 y afectaron de forma importante la producción de maíz y frijol. Entonces, para resolver el problema de abasto, Bruno Ferrari siendo secretario de Economía, emitió un decreto que permitió la importación de maíz amarillo de Marruecos y Sudáfrica y de frijol del sur de Asia.

Sin embargo, en 2011 la producción se niveló y 2012-2013 han sido años de producción récord, pero siguen las importaciones de mercados con los que ni tratado de libre comercio tenemos y, el resultado son precios deprimidos para productores de maíz y de frijol y, decisión de abandono de siembra. Grave.

Pues le cuento que el CNA, que preside Benjamín Grayeb, y los presidentes de las cadenas de maíz y de frijol, apoyados por el titular de Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, le han solicitado a Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía, que emita a la de ya, un decreto que dé para atrás a las importaciones indiscriminadas de ambos productos. El dijo que lo hará pronto. Esperamos que el Presidente lo anuncie tan pronto como la próxima semana.

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