Reforma hacendaria, último jalón

Impresionante capacidad la desarrollada por el senador del PRI, José Francisco Yunes de Veracruz, para recibir a todos los  “afectados” y “grupos interesados” en lograr que se reduzca el impacto de la reforma impositiva.

Ayer nos lo encontramos con la cúpula de la Cámara Minera de México, encabezados por Humberto Gutiérrez, Manuel Luévanos y Xavier García de Quevedo. Luego recibió a los acereros que encabeza Alonso Ancira y Raúl Gutiérrez, que no ven la suya con el impuesto verde y, supongo que el oír a todos, le va a llevar tal vez a trabajar sábado y domingo, porque hay una serie de negociaciones en paralelo con el equipo de la Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray.

Sin embargo, un tema apenas comienza a brincar, cual conejo de Alicia en el País de las Sorpresillas. Me refiero a la práctica eliminación de la deducibilidad (por la baja de 100 a 47% en los límites incluyendo el salario mínimo que dan de dádiva) en prestaciones sociales y laborales que otorgan las empresas en beneficio de los trabajadores, como vales de despensa, fondos de ahorro, primas vacacionales, etcétera.

Al final, creo que la fracción parlamentaria del PAN, que encabeza en la Cámara de Senadores Jorge Luis Preciado, coincide con la del PRD, que coordina Miguel Barbosa, en que este tema tendrá un fuerte impacto en la contratación, pero lo más importante, en los temas de “estabilidad sindical”.

Este último punto genera hipersensibilidad en el grueso de la representación obrera nacional, porque revela lo que todos conocemos en México: el subentero del salario es de tal naturaleza, que aproximadamente 80% de los trabajadores formales, recibe 50% de su ingreso o más en prestaciones “en especie”, como cajas de ahorro y despensas.

Sólo basta revisar un contrato colectivo de trabajo, empezando por los del gobierno con cualquiera de los sindicatos afiliados a la FSTSE, y nos daremos cuenta del tamaño del impacto que puede tener la medida en la recaudación del ISR.

Pero si el tema de la reforma educativa y la desindicalización de la política educativa nos ha tenido a los ciudadanos como rehenes de la CNTE en diversos puntos del país, el que se ha puesto sobre la mesa respecto a la “estabilidad sindical”, le para el pelo de punta a cualquiera y, dicen por ahí que entre ayer y hoy, se realizan las corridas para “mejorar la propuesta” del nuevo conejito, porque el presidente Enrique Peña también sabe que se tienen que medir las batallas que se dan.

De Fondos a Fondo

En la comparecencia del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; del director general de Pemex, Emilio Lozoya, y del director general de la CFE, Francisco Rojas, ante la Comisión de Energía del Senado, que preside el senador priista David Peynchina, quien suscribió total y absolutamente la propuesta del presidente Peña Nieto, porque considera que identifica de manera suficiente los retos del sector, propone su reforma de inmediato y asume los riesgos que su debate pueda generar, fue Francisco Rojas.

Hay voces que subrayaban lo contrario, pero él sostiene que la CFE está lista para competir, dado que la reforma permitirá clarificar y delimitar los procesos, va a permitir la certeza jurídica constitucional de quienes inviertan desde la perspectiva del sector privado, ya sea como generadores, autoabasto, tendido de fibra óptica, transmisión y distribución, porque todo en conjunto va a transparentar el costo real del porteo y la energía de reserva, más aún, va a dar la oportunidad a que se incentive el consumo de gas y que su costo se transparente en beneficio real del usuario.

Y en la última. El miércoles fue un día muy complicado en el Senado y en la Comisión de Hacienda, porque la ley aduanera salió, pero se regresó a la Cámara de Diputados, luego de que las empresas portuarias, así como asociaciones de este sector de puertos convencieron a los senadores y al equipo hacendario de frenar el artículo 15 del Proyecto de Ley de Reforma Aduanera, que ampliaba de cinco a siete días la estancia de contenedores y carga libre de cobro en los puertos del país, lo que amenazaba la capacidad dinámica de los puertos y beneficiaba principalmente a los agentes aduanales.

Usted sabe que una buena parte de la carga que hoy se mueve en Lázaro Cárdenas y en Manzanillo, puertos que dirigen Jesús Orozco y Héctor Bautista, es carga que va de paso, esto es, no se interna en el país. De hecho explican aproximadamente 35% del movimiento de carga y el aumento dinámico que tienen la misma porque son dos grandes hubs entre Asia y América, ya que están justo a la mitad del camino entre Kong Kong y Tokio y, Chile. Así de interesante es la distancia.

Bueno, pues como el coordinador de Puertos y Marina Mercante, Guillermo Ruiz de Teresa, se la ha pasado de desaire en desaire al sector (el jueves pasado no asistió a la reunión en que le trataría el problema el sector en Ensenada, pues prefirió acompañar al secretario Gerardo Ruiz Massieu a la gira de la Mazatlán-Durango), decidieron ir con todo y, tras negociaciones intensas, finalmente el proyecto de ley fue regresado por el Senado a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados debido a una cantidad importante de artículos que fueron reservados.

Y mire. Yo estoy segura que al menos el secretario está interesado en que los puertos no reduzcan su capacidad con medidas que los convertirían en grandes almacenes, lo que va en contra del objetivo de un puerto: un punto de tránsito entre dos transportes.

Además, se reducirían el tráfico de barcos en puertos mexicanos, volúmenes de contendores, fomentaría la ineficiencia en los puertos e iría en contra de la tendencia mundial de Estados Unidos, Panamá, Colombia, Costa Rica, Argentina y Chile, donde sólo se permite la estancia de tres días libres de costo lo que en estos países permite una mayor capacidad dinámica de los puertos, productividad y empleo.