David Páramo

Análisis superior

David Páramo

31 Oct, 2013

Crédito por decreto

Cuando se ve la situación de la banca en México parecería que las instituciones están en una zona de comodidad, ganando muchísimo dinero por comisiones y diferencias entre tasas activas y pasivas, por lo que no tienen ningún interés en expandir su negocio en el que, dicho sea de paso, no compiten entre ellos.

Tristemente un análisis de este tipo, que tiene un terreno verdaderamente fértil entre legisladores y ciertos sectores de la opinión pública, es superficial por decir lo menos.

De entrada, hay que establecer algunos parámetros que tienen que ver con los fundamentos.

Los bancos sólo prestan una parte de su capital (que tienen la obligación de proteger) y la inmensa mayoría proviene de sus depositantes que también tienen una obligación sustancialmente mayor de cuidar.

Si los banqueros prestan irresponsablemente sólo pierden el capital que tienen invertido en la institución de crédito y tienen que ser los contribuyentes los que “rescaten” a los depositantes.

Resulta fácil pedir a los bancos que presten más con menores tasas; cuando se hacen estas peticiones se tiene que ver el fantasma del Fobaproa y preguntarse si el país podría recurrir a una deuda del doble de la que autorizó el Congreso.

En un segundo término, los bancos son uno de los sectores más competidos de la economía, no sólo por la cantidad de participantes (hay que sumar otros otorgantes de crédito) sino por las condiciones propias del mercado.

Todas las instituciones de crédito tienen programas de expansión y les gustaría tener más clientes. Afortunadamente saben que lo tienen que hacer de una manera prudente, con inteligencia y comprendiendo que el riesgo de hacerlo mal es muy elevado. No debe pedirse a los bancos que presten más y con menos tasa de interés sólo porque hay sectores como las pequeñas y medianas empresas que se quejan por falta de financiamiento cuando, en no pocas ocasiones, no cumplen buenos parámetros de crédito que comenzarían por cumplir adecuadamente sus obligaciones fiscales.

El gran problema del financiamiento a las pymes no está en las tasas de interés de los bancos sino por el lado de la demanda. Aun cuando bajaran las tasas que se cobran al nivel que tienen los Cetes muchos proyectos seguirían siendo inviables y dañarían la solidez del sistema financiero, un activo que no está siendo precisamente valorado.

Pedir en estos momentos a los bancos que expandan el crédito hacia cualquier sector de la economía es poner la semilla de una crisis financiera que, como se ha demostrado en el pasado, deriva en una crisis social.

Ayer el director general de Santander, Marcos Martínez, explicaba que disminuyeron el crédito al consumo, medida tomada por la baja actividad económica.

No debe olvidarse que el moderado o prácticamente nulo crecimiento de la economía, disminuye el empleo y los ingresos para gastar. La reforma financiera tendrá como uno de sus impactos que las clases medias y altas tengan menos ingresos disponibles para el pago de créditos, lo que también pegará a las pymes. Seamos claros, no es un buen momento para buscar la expansión del crédito.

Precisiones

Luego de que se dio a conocer el acuerdo entre los acreedores de MRO, la base de mantenimiento de Mexicana de Aviación, se han generado algunas confusiones que deben ser atendidas para que no haya líderes sindicales tramposos como Ricardo del Valle, que usen el convenio como si fuera la salvación de la empresa y, peor aún, que con éste quieran ser reelectos como líderes de la ASSA.

El acuerdo al que llegaron los acreedores de MRO (Banorte, Bancomext y el AICM) es que capitalizarán la deuda en un fideicomiso a favor de los ocho mil 500 trabajadores de Mexicana y sus subsidiarias.

Hay quienes han dicho que el 6 de noviembre se decidirá si quiebra Mexicana o no, pero eso es una imprecisión. El convenio sólo es sobre la base de mantenimiento, el único activo que queda de la empresa quebrada por Gastón Azcárraga.

Las imposibilidades de la operación están fundamentadas en que la capitalización no alcanzaría para dar trabajo a todos los que alguna vez fueron parte de CMA ni aun cuando Bancomext violara las normas y les entregara los aviones que, tampoco alcanzarían para nada.

Los trabajadores pueden hacer lo que quieran con los recursos, son de ellos; pero hay un hecho económico incontrovertible: la base de mantenimiento no alcanza para todo. Un escenario más probable es que una vez dada la capitalización de MRO, la juez Edith Alarcón decida quebrar al resto de las empresas que integraron a la que fue la aerolínea más grande del país.

Ratificación

La Comisión Federal de Competencia Económica ratificó una decisión que es equivocada: impedir la concentración entre Sherwin Williams y Comex.

Los argumentos tienen que ver con el tamaño de las empresas y la participación de mercado. Dicen, por ejemplo, que Sherwin Williams tendría un tamaño ocho veces superior al de su más cercano competidor y de 50% en el mercado más relevante de recubrimientos.

Es un error castigar a un empresario como Alfredo Achar, quien busca capitalizar su inversión.

La hacendaria no es recesiva

Hay quienes insisten en ver la iniciativa del Ejecutivo como una propuesta recesiva, pero no es así. En conjunto, la reforma hacendaria y el paquete económico 2014, es un estímulo importante para el crecimiento económico.

El gobierno propuso un déficit transitorio para estimular la actividad económica (1.5% del PIB), utilizando como herramienta la política fiscal, de cara al entorno económico global. Y se espera una disminución gradual hasta lograr déficit cero en 2017.

Alrededor de 230 mil millones de pesos se inyectarán a la actividad económica, para estimular el crecimiento; el país será competitivo con un sistema tributario que baja los costos a la formalidad, simplifica obligaciones tributarias y mantiene tasas efectivas a las empresas competitivas. Que quede claro, no es sostenible la afirmación de que perderíamos competitividad.

Con la reforma tendríamos una carga tributaria más baja (efectiva sobre las utilidades), que la que tienen Estados Unidos y Canadá. De acuerdo con la OCDE, estamos en el lugar 32 de 34 países en materia de carga tributaria, aprobada la iniciativa, pasaríamos al lugar 24.

Para el periodo 2014-2016, los excedentes presupuestarios ayudarán a disminuir el déficit público; el gobierno estará obligado a ahorrar en tiempos de alto crecimiento, como mecanismo de estabilización de las finanzas públicas.

Seamos claros, el crecimiento del gasto no será por servicios personales, es decir la nómina del gobierno, al contrario, será el más bajo de los últimos 13 años, únicamente 1.2 por ciento.

Un punto que no debe perderse es que la propuesta del gobierno a la inversión pública crezca a 31.3%, para estimular la economía, invertir en infraestructura, seguridad social, educación, etc.

Sí, no nos gustan los impuestos, pero si exigimos que el gobierno atienda nuestras necesidades, este es el momento para que nuestro dinero trabaje para el país.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube