El costo del maridaje político

Para muchos puede ser un escándalo, para otros simplemente es pragmatismo político. Evidentemente, el costo que paga el mantener al PRD de Jesús Zambrano, en la negociación de la reforma fiscal y con muy pocos cambios, es algo que Luis Videgaray, secretario de Hacienda, conoce. A él mismo le tocó operarlos siendo diputado federal, ¿o no?

Lo cierto es que el saldo puede resultar en algo como 50 mil millones de pesos menos de lo que se pensaba obtener. Hay sectores damnificados, como el grupo de ConMéxico, que representa Jaime Zabludovsky (nueve grupos de alimentos a los que se les cobra el IEPS-IVA no de 5% sino de 8% y a quienes hoy el presidente Peña invitará, para que junto con los refresqueros, apoyen la campaña integral de combate a la obesidad en México), los mineros que no lograron quitarle ni un ápice al alza del derecho para aumentar la bolsa de reparto municipal a ayuntamientos mineros, y hasta el rescate financiero de la Cooperativa Pascual (pues qué tanto es tantito si incluyeron MRO/Mexicana, el grupo Barrales está contento; SME –y el PT– y el Fondo de Capitalidad con el PRD Chuchesco).

¿Por qué regresó el PAN al pleno? Porque logró el aumento de 41 a 50% de la deducibilidad de las prestaciones, y la ampliación del plazo de transición de Repecos a régimen general de ISR, que pasa de seis a diez años. Además, el tope del ISR empieza en 750 mil pesos anuales de ingresos y 32% de tasa. La IP y sectores medios relativamente contentos.

Se cuestiona si Videgaray fue al Congreso a platicar.

Al final, el Pacto por México sobrevivió la propuesta fiscal y ésta logra el objetivo de disminuir los costos a la formalidad, simplificar el cumplimiento de obligaciones tributarias al eliminar impuestos de control y medidas de planeación fiscal, y, según la OCDE de José Ángel Gurría, México seguirá siendo un país de baja carga tributaria para las empresas, pero no será el que menos recauda cuando es el de menor ingreso per cápita de los 34 países.

Hoy, en la OCDE, México ocupa el lugar 32 entre los 34 países de la OCDE en carga tributaria –si tomamos en cuenta los impuestos efectivos a las empresas (incluyendo impuesto sobre la renta empresarial y dividendos) y, pasará a ser el lugar 24–. También se mantiene una carga tributaria más baja ya efectiva sobre las utilidades que la que tiene Estados Unidos, que la que tiene Canadá, incluso más baja que la de Chile.

Y por último, con la revisión de la carátula y la reforma hacendaria, se logra un aumento controlado del déficit para el periodo de despetrolización de la balanza petrolera (recuerde que esta reforma modifica progresivamente el régimen fiscal de Pemex) y, al mismo tiempo, recoge un aumento en los impuestos, de tal manera que la Bolsa efectiva ganada para impulsar la infraestructura, economía y productividad supera los 250 mil millones de pesos.

Si usted me dice que el maridaje político no tiene un costo en ningún país, le diría que es mentira. Lo que si tiene un mayor costo es la parálisis política, y para ganar hay que saber ceder para ganar la plaza.

De aquí veremos una negociación presupuestal relativamente suave –casi todo está negociado–, y una negociación política bastante rasposa (concentrada en el control del IFE y la segunda vuelta) y de ésta última depende el apoyo del PAN para el maridaje de la reforma energética, en la que requieren sus votos para alcanzar la reforma constitucional que rechaza el PRD. Las otras, las secundarias, incluyendo la de Telecom y radiodifusión, van por muy buen camino en el Pacto.

Por cierto, aquí ganaron los concesionarios, pues se logró que no sea el IFT el que determine el precio a pagar por los 90 MHz mínimo del espectro de 700 MHz y 2.5 GHz que se quedará la red mayorista en la que el Estado tendrá una participación, pues eso garantizará que no se busque subsidiar la explotación de la banda para que entren los free riders. ¡Ésta la custodiaron todos!

De Fondos a Fondo

Este jueves, viernes y sábado, El Colegio de México, que preside Javier Garciadiego, y su Centro de Estudios Económicos, que dirige José Antonio Romero Tellaeche, son los anfitriones de la 18 Asamblea Anual de la Asociación de Economistas de América Latina y El Caribe (LACEA), en la que se abordarán todos los desafíos económicos y financieros globales, vistos desde todas las disciplinas de la economía (micro, macro-fiscal, economía laboral, de género, monetaria, etc).

Se supone que en la apertura estaría el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, pero si no llegara, sería porque no ha sido resuelta la reforma fiscal y la ley de Ingresos, por lo que se entendería la prioridad de su agenda.

Después, abre un panel sobre las perspectivas económicas de América Latina, que encabeza el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. Las grandes ponencias son sorprendentes. Estará Kaushik Basu, economista en jefe del Banco Mundial, y quien es uno de los expertos clave que han trabajado con Jim Yong Kim, para analizar las alternativas globales de la reducción de la población que vive bajo la línea de pobreza a 3% y, apoyar a 40% de la población del mundo que dejó la pobreza para mejorar su ingreso para prosperar.

Por cierto, no se pierda la ponencia de Basu, pues se espera una exposición muy clara sobre la forma en la que se puede evaluar la política de prevención de riesgos, sean económicos, financieros, derivados de desastres naturales o sanitarios.

Hoy, la propuesta más activa para evitar los bandazos que dan las economías en el mundo es el establecer sistemas de administración de riesgos integrales que permitan anticipar la posibilidad de ocurrencia de los riesgos y construir los buffers físicos y de política para enfrentarlos cuando ocurren, para minimizar el daño, particularmente a la población de bajo ingreso.