David Páramo

Análisis superior

David Páramo

11 Nov, 2013

“Reformas” estructurales

En la política mexicana hablar de “reformas estructurales”, todas ellas de gran calado, se ha convertido en un lugar común. Cualquier cambio legislativo es llenado de esos adjetivos que se repiten y se repiten hasta confundir si “reforma” es sinónimo de cambios legislativos.

Desgraciadamente, esta perversión del lenguaje y las ideas genera, entre otras cosas, que se sobreestime el impacto real que tendrán en la población. Tan es así que una de las advertencias que hace el Banco de México al conocerse la minuta de su más reciente junta de gobierno: son la pobre recuperación de la economía de Estados Unidos, la crisis del sector de la vivienda y la sobrevaluación que se puede dar a las reformas.

Laboral

Justamente se está cumpliendo un año de que entró en vigor la “reforma” laboral, en un año donde el crecimiento del empleo difícilmente superará los cien mil puestos, toda vez que los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social hablan de una pobre recuperación global con sectores, como el de la construcción, que registran un gran desplome.

En su momento se dijo que en el primer año de esta reforma se iban a generar entre 300 y 500 mil puestos de trabajo y eso sin considerar todos aquellos puestos que se formalizarían en las empresas legalmente constituidas.

Si se pide explicaciones a quienes estuvieron atrás de esta reforma o la operan simplemente le dicen que no era la reforma perfecta, pero era la mejor posible o, peor aún, que se necesitan realizar ajustes o hacer una nueva, pero que lo importante era iniciar el camino.

Absolutamente nadie habla de la necesidad y menos urgencia de hacer una nueva reforma en este sentido.

Energética

Hoy se habla de una reforma energética que despierta pasiones en todos los sectores. Ha servido lo mismo para que cadáveres políticos como Cuauhtémoc Cárdenas vuelvan a parecer candidatos viables a dirigir el PRD o que Andrés Manuel López Obrador y su secta puedan revivir.

Pocos recuerdan la “reforma” energética que se hizo en 2008, la cual no sirvió absolutamente para nada, puesto que si fue una jugada política del PAN no les sirvió para mantenerse en Los Pinos y la situación de Petróleos Mexicanos y todo el sector energético es lamentable. Ahí están los números de esa paraestatal y de la Comisión Federal de Electricidad.

Una de las cosas que se planteó en esa “reforma” fue la construcción de una refinería en Tula. Hoy todavía hay versiones en el sentido de que Pemex se esperará a que se dé la nueva “reforma” energética para determinar si se hace o no la refinería que se había prometido hace un lustro.

Telecomunicaciones

En la “reforma” a las telecomunicaciones se le dieron a ésta, de saliva, poderes prácticamente míticos. Decían, por ejemplo, que iba a terminar con los monopolios en ese sector; sin embargo, no hay ninguna regla o regulación que pudiera impactar directamente a Teléfonos de México y Telcel, que tienen participaciones de mercado superiores a 70% de la telefonía móvil y fija. Antes, es más fácil que esta empresa pueda dar televisión con el nuevo título único de concesión.

A los legisladores dejaron de importarles, según parece, las regulaciones secundarias al sector, puesto que parecería que comenzarán a negociarlo hasta el próximo periodo ordinario de sesiones, es decir, hasta el año próximo.

Mientras tanto, los iluminados del Instituto Federal de Telecomunicaciones que fueron seleccionados como si se buscara santos, han demostrado no sólo una profunda tibieza sino hasta el cobre. Se la viven pidiendo un aumento de recursos excesivo, incluso considerando su crecimiento de 30% al tomar la parte de la CFC. Pretenden un aumento de 300%, es decir, diez veces más.

Adicionalmente, ya se lavaron las manos del apagón analógico y quieren que el tema de la banda de 2.5 GHz lo resuelva la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuando la ley de su creación es muy específica en la obligación que tienen.

Bueno, lo único que han hecho fue quitarle la concesión a una estación que fue descubierta no por sus labores de inspección sino por la queja del aeropuerto de Puerto Vallarta.

Competencia

Una de las misiones que se le confirió a su “reforma” a la nueva alineación de la Comisión Federal de Competencia Económica fue realizar un estudio sobre la competencia en el sector financiero y que tendrían 180 días para hacerlo.

Según la versión de su presidente, Alejandra Palacios, el estudio tendrá que esperar a que se haga la “reforma” al sector financiero. Ésa que fue aprobada por los diputados y que fue seccionada en mil pedazos por los senadores para no tomar ninguna decisión al respecto.

Aseguran que el estudio comenzará cuando se apruebe la reforma financiera y que a partir de ahí determinarán si la hacen con las comisiones reguladoras del sistema financiero, el Banco de México y/o la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Hacendaria

La “reforma” hacendaria ciertamente no cambió la estructura de la recaudación en el país. De hecho, su parte medular es una miscelánea fiscal que incluye una serie de impuestos en los cuales es dudoso si tendrán el impacto que se esperan.

Por ejemplo, hasta ahora ya hay quienes se han puesto a pensar en la elasticidad de la demanda en el sector de los refrescos y el impacto que tendrá realmente el IEPS de un peso por litro a las bebidas azucaradas.

Determinación

Así las cosas, apostar todo a “reformas” obliga a que efectivamente los cambios sí den una nueva forma a los diferentes sectores, no sea el cumplimiento de un ritual por parte de una generación de políticos.

Ibope

A más de un año de que Televisión Azteca inició una serie de juicios en contra de IBOPE por diversas violaciones no sólo en el uso de la base con la que se medía el rating sino en el acceso a externos a esta base de datos, se está llegando a las primeras sentencias a favor de la televisora encabezada por Ricardo Salinas.

Imposible

La Comisión Federal de Competencia Económica, encabezada por Alejandra Palacios, está invitando a Comex y Sherwin Williams a que presenten de nuevo su solicitud de concentración. Esta alineación de la CFCE sólo reconfirmó la negativa que habían hecho sus antecesores.

De acuerdo con el esquema que les ofrecen, es que les digan cómo se podría generar una presión de competencia similar a la que Sherwin Williams presenta a Comex en este momento.

 

 

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