Habrá crédito, pero no más barato: CNBV

En entrevista, Jaime González Aguadé señaló la necesidad de que haya más intermediarios financieros
Economía -
Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, entidad reguladora y supervisora del sistema financiero mexicano. Foto: Eduardo Jiménez
Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, entidad reguladora y supervisora del sistema financiero mexicano. Foto: Eduardo Jiménez

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre.- El sistema bancario en el país tiene una fortaleza y regulación reconocida a nivel mundial, sin embargo la penetración del crédito respecto al Producto Interno Bruto de México (PIB) sigue siendo bajo porque más de la mitad de la población no tiene acceso a los servicios financieros.

Ese es uno de los principales retos del sistema: dar créditos a la gente que actualmente no pueden acceder a ellos, y para lograrlo es necesario que haya más intermediarios financieros, señaló en entrevista con Excélsior Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

“Hemos visto en el pasado que hay una concentración de los bancos donde hay menores pérdidas esperadas, pero no todos pueden estar ahí, entonces en la medida que haya más integrantes al sector bancario o inclusive al sector financiero mexicano, como pueden ser las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) o las Cooperativas de Ahorro y Préstamo, evidentemente se generará la inclusión de esos usuarios de crédito que no tendrían acceso si no fuera por esos intermediarios”.

No obstante, el crédito a los nuevos clientes del sistema financiero no necesariamente sería barato, ya que las instituciones que asuman un mayor riesgo para poder prestar a la gente no bancarizada cobrarían tasas de interés más altas, como ocurre ahora con los bancos pequeños u otros intermediarios que se dedican a atender a la población de menos ingresos, recalcó.

“No todos los bancos toman el mismo riesgo, entonces en la medida que los bancos más chicos estén dispuestos a tomar más riesgo para atacar al mercado de menores ingresos también necesitarán cobrar tasas de interés más altas”, por lo menos mientras se tiene el aprendizaje de a quién prestar y cómo hacerlo.

Cabe recordar que en el cálculo de las tasas de interés que cobran los bancos se incluye la pérdida esperada que se tiene sobre el crédito, es decir la probabilidad de impago del acreditado, por eso cuando la gente no tiene historial crediticio no es posible darle un préstamo con bajas tasas de interés ya que no se sabe si es o no un buen pagador.

De no cobrarse las tasas adecuadas para respaldar el impago de los acreditados el sistema financiero podría entrar en una crisis como la ocurrida en México en 1995; de ahí la importancia de contar con medidas prudenciales y una buena gestión del riesgo que permitan asumir reservas preventivas para afrontar cualquier eventualidad.

México, un pionero

A nivel mundial, la gestión de riesgos y que los sistemas financieros cuenten con el capital suficiente para asumir pérdidas ha cobrado relevancia a partir de la crisis de 2007 originada en Estados Unidos y de la que después de seis años no ha logrado recuperarse.

Ese hecho y la crisis en la Unión Europea (UE) dieron origen a la normativa Basilea III, que entre otras cosas exige que los bancos cuenten con un índice de capitalización mínimo de 10.5 por ciento para hacer frente a impagos y evitar nuevos desastres financieros.

México, que en años anteriores había atravesado por diferentes crisis, se convirtió en pionero de la aplicación de esta norma y hoy, a casi un año de su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y a diez meses de su aplicación al 100 por ciento, el país se ha convertido en un ejemplo de regulación bancaria.

“Hoy tenemos un sistema financiero fuerte, reconocido en el  mundo, que es estable, que tiene una buena regulación, que tiene la  mejor calidad de capital posible, de acuerdo a estándares internacionales, pero que además continúa con un vigor importante en el otorgamiento del crédito”, destacó al respecto González Aguadé.

A pesar de la desaceleración económica, el crédito ha seguido creciendo y lo ha hecho cumpliendo con la normativa de Basilea III, demostrando que la reglamentación internacional no inhibe el desempeño crediticio.

“Lo que hemos visto  es que el otorgamiento, a pesar de esas nuevas reglas de capital, ha seguido los patrones que tenía antes, ritmos de tres veces más que la economía; entonces vemos que lo que se decía sobre la inhibición del otorgamiento de crédito, pues no necesariamente ha sido así.”

Condiciones para crecer

Hacia adelante, el marco prudencial con el que cuenta el país, aunado a la aprobación de la reforma financiera y el repunte de la actividad económica, además de nuevos participantes en el sector, serán factores de impulsen el otorgamiento de crédito y amplíen el acceso a la población no bancarizada, confió González Aguadé.

Recordó que, de acuerdo con estadísticas del Banco Mundial, mientras en México la penetración del crédito es de 26 por ciento, en países como Chile o Brasil este porcentaje es superior al 60 por ciento; sin embargo dijo que “en la medida en que  se implemente la reforma financiera, que continúen las expectativas de crecimiento, que haya nuevos participantes en el mercado, eso necesariamente hará que nos estemos moviendo hacia allá”.

Estos factores no sólo aumentarán la penetración del crédito, sino que permitirán que el ritmo de crecimiento, que actualmente es de tres veces más que la economía, sea mayor.

“Lo que es muy importante es que  dado estas nuevas reglas el crecimiento del crédito sea un crecimiento  prudencial, prudente, que sí tome en cuenta los diferentes riesgos que están asumiendo los intermediarios para que cuando haya algún problema se pueda resolver y podamos salir rápido de la crisis”.

Se preparan 200 cambios a regulación financiera

A seis meses de la presentación de la iniciativa de reforma financiera, cuyo objetivo es ampliar el acceso al crédito, la iniciativa no ha sido aprobada por el Congreso de la Unión. Sin embargo durante ese tiempo la Comisión Nacional Bancaria ha estado trabajando en la elaboración de circulares que serán necesarias para su pronta implementación, señaló el presidente del organismo, Jaime González Aguadé.

“Tendremos  que hacer muchos cambios a nuestra regulación para que la implementación ocurra y este impasse que ha ocurrido entre la Cámara de Diputados y la de Senadores nos ha permitido  ir adelantando nuestras circulares que tenemos que cambiar, entonces no hemos perdido el tiempo: estamos listos para que una vez que la reforma sea aprobada pueda ser implementada con velocidad”.

En total serán más de 200 cambios que se prevén a la regulación para  que la reforma financiera pueda ser aplicada en su totalidad, estas modificaciones serán asentadas en circulares expedidas por la Comisión y en las leyes secundarias de la iniciativa.

A pesar del trabajo que ha realizado la Comisión durante estos seis meses que la iniciativa ha estado en discusión en el Congreso, de ser aprobada antes de que finalice este año su implementación al cien por ciento tardará al menos un año más.

De acuerdo con González Aguadé, el 80 por ciento de las circulares necesarias para su implementación estarían listas seis meses después de que la reforma financiera sea aprobada.

“Tenemos un calendario para que en los primeros seis meses, una vez autorizada la reforma financiera, podamos sacar  por lo menos el 80 por ciento de las reformas de las circulares más importantes

“En seis meses el 80 por ciento y las demás, a lo mejor en otros tres  o cuatro meses, es decir para un año después de que esté la reforma financiera. Pensamos  que deberemos haber cambiado todo esto y eso permitirá una rápida implementación en el sector financiero y que entonces tenga  los efectos benéficos que la reforma se espera”.

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