Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

14 Nov, 2013

¿Se acabarán los zombis bancarios?

Fíjese que el Banco de México, que gobierna Agustín Carstens, sometió a consulta de las instituciones que integran la ABM, que preside Javier Arrigunaga, un cambio a las reglas de interoperabilidad en el Spei.

Hoy, para que un cliente haga transferencia electrónica de fondos no requiere nada si es el mismo banco, y se pide la clave además del número de tarjeta o cuenta cuando es interbancaria.

El cambio que se propone es que, además de la clave, se incluya un nuevo identificador de la cuenta, que será el número de teléfono celular de la persona a la que se envía el dinero.

Se supone que los carriers de telefonía móvil han avanzado en México en la depuración de números telefónicos y en relacionar aparatos con personas, pero también se quiere aumentar la interoperabilidad de plataformas que hoy hay en los bancos para que se detone el mercado de pagos móviles.

Si un cliente puede transferir a una persona dinero a un número de celular, independientemente de la plataforma o banco que maneje la cuenta, y esas transferencias se hacen a través del Spei, se volverán interoperables.

La regla ha sido analizada por la Dirección General de Sistemas de Pagos y Servicios Corporativos, que lleva Lorenza Martínez Trigueros, y seguramente consideran la impresionante penetración de los pagos móviles y el uso de mensajes GPRS sobre los que las tres principales plataformas bancarias están operando: Banamex-Inbursa-Telcel con Transfer, Bancomer, que dirige Vicente Rodero, y Banorte, que encabeza Alejandro Valenzuela.

Mire, aunque se dice que hay cerca de tres millones de cuentas de pago móvil entre los tres, tras bambalinas se comenta que a lo mejor como 100 mil están activas, lo que de hecho ha convertido el programa de pagos móviles de cada banco en verdaderos zombis, porque cada uno ha hecho su inversión, ninguno quiere ceder frente a otro el liderazgo, están excluidos acuerdos con carriers como Movistar de Juan Abellán, Iusacell de Adrián Steckel, o Nextel de
Peter Foyo.

Lo que funciona para detonar un submercado como éste, es que las plataformas puedan operar entre sí, entre bancos y entre carriers, y por ello, la propuesta es adherir Spei a un teléfono por cuenta clabe, para que puedan transferirse fondos por medios móviles.

El otro problema, al que Banco de México no le ha echado el ojo porque tiene que ver con un realineamiento de su política, y es el de la desalineación de precios que se da entre bancos y corresponsales, siendo éstos últimos donde tendría que masificarse el pago móvil para reducir el uso de efectivo y aumentar la eficiencia y penetración del sistema de pagos.

Usted sabe que las reglas de comisiones prohíben el cobro de las mismas al cliente cuando acude a una ventanilla bancaria, pero en el caso del pago por un servicio en un corresponsal no se prohíbe. De ahí que el cliente sigue yendo a la sucursal a formarse, pues prefiere no pagar siete pesos por operación en OXXO o nueve pesos en las Farmacias del Ahorro.

En pocas palabras: donde se quiere que operen más los pagos electrónicos se cobra y donde no quieres que se reduzca se prohíbe el cobro. Lo mismo pasa con los pagos móviles: se tiene que encontrar una fórmula adecuada que incentive a los bancos a reactivar a sus zombis, porque mientras no se cobren los costos transaccionales, y sea la autoridad la que defina cuánto y cómo se cobra, el segmento de inclusión financiera no será rentable para nadie y, por policy, tampoco se activa.

De Fondos a Fondo

La semana que entra llegan dos iniciativas de leyes secundarias. La reforma a la Ley de Competencia Económica llega al Senado, y no será una ley nueva y, la segunda es la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que sí es una ley nueva, en la que se parte de servicios convergentes para regular el mercado. Ésta irá a la Cámara de Diputados.

En el primer caso, se incluirá lo que se estableció en la reforma constitucional, además del cambio de nombre de institución, el que ésta pueda organizarse y darse el reglamento.

También se crearía dentro de la CFCE, cuyo pleno encabeza Alejandra Palacios, una nueva secretaría que se llamará de Instrucción, para que la Secretaría Técnica —que hoy recibe el caso denunciado, dice si procede o no, luego investiga y finalmente lleva el proceso seguido en forma de juicio para que las empresas o individuos tengan una posibilidad de defensa de su caso o propuesta y expongan sus pruebas— se ocupe de la primera fase y la Secretaría de Instrucción de la segunda fase, esto es, que se separe al fiscal del que juzga para que no siga siendo la Técnica juez y parte.

Ayer, los siete comisionados que estuvieron con la Comisión de Comercio y Fomento Industrial del Senado, que encabeza el senador panista, Héctor Larios, le manifestaron a los legisladores su consenso para que haya dos cuerpos técnicos, y también algunas propuestas para que los procesos de desincorporación de activos, o los de acceso a insumos relevantes, tengan un marco legal robusto que facilite el acuerdo antes que el litigio.

Y la otra propuesta, tiene que ver con que los comisionados ponentes puedan entenderse del caso desde que esté en el proceso de instrucción, para que cuando lo lleven a pleno lo conozcan con suficiencia a fin de reforzar la propuesta final sobre la cual discuten la resolución.

Por último, resulta relevante que el nuevo organismo tendría un incremento de presupuesto de 220 millones de pesos con el que funcionó este año, a 290 millones de pesos, cantidad razonable si se crea toda una nueva secretaría, pero también para que se inicie la digitalización de los archivos de la Comisión que son verdaderamente impresionantes.

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