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CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Cuánto cuesta tener una enfermedad? La respuesta depende de qué padecimiento se trate y en qué etapa se encuentre; sin embargo, un mal como la diabetes puede dejar en ceros a cualquiera.

Según datos de la International Diabetes Federation arrojados en 2013, en la región de Norteamérica y el Caribe fue donde se gastó más presupuesto de salud gracias a este padecimiento, pues se invirtieron 263 mil millones de dólares en él y 37 millones de personas viven con diabetes en este territorio.

En el mundo, más de 382 millones de personas viven con diabetes y se espera que para 2035 el número de personas con diabetes aumente a 592 millones. Además 80% de las personas con diabetes vivenen países de ingresos medios y bajos.

Los países que concentran a más personas, de entre 20 y 79 años, con esta enfermedad son China, India, Estados Unidos, Brasil, Rusia, México, Indonesia, Alemania, Egipto y Japón.

Por otra parte, la federación calcula que la diabetes ya supone un gasto sanitario anual de 548,000 millones de dólares y que probablemente crezca hasta 627,000 millones de dólares en 2035.

¿Pero qué pasa en México?

Según este mismo organismo, en México viven más de 74 mil personas de entre 20 y 79 años con esta enfermedad.

De acuerdo con la Doctora Gabriela Allard Taboada, presidente de la Asociación Mexicana de Diabetes, esta enfermedad representa el 1% del PIB del país.

Un gran porcentaje de personas de escasos recursos no tiene para el automonitoreo que es básico”, afirmó, pues un glucómetro tiene un costo aproximado de 400 pesos (de los más baratos) y automonitorearse cuesta cerca de 500 pesos mensuales (debido al precio de las tiras reactivas y lancetas para medir la glucosa).

La diabetes está considerada como una de las enfermedades más catastróficas para la economía de una familia. “Un paciente que vive con diabetes gasta, sólo en medicamentos y monitoreo, alrededor de mil pesos al mes, más consultas”, según palabras de Allard.

Y es que medicarse y automonitorearse no es todo lo que un diabético debe hacer para llevar un control adecuado de su enfermedad, también tiene que realizarse una serie de estudios de laboratorio, por lo menos cada tres meses, y chequeos integrales (oftalmólogo, podólogo, odontólogo y nutrición); por lo que su gasto anual, entre medicamentos, automonitoreo, revisiones y estudios de laboratorio, ronda los 40 mil pesos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Diabetes.

El problema de la diabetes es que es multifactorial, son muchos los profesionales que están alrededor de un paciente con diabetes, por eso es tan complicado y tan caro”, afirmó Allard Taboada.

El acceso a los servicios de salud es cosa de dinero

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, del total de personas que se identificaron como diabéticas en el estudio 16% (poco más de un millón) son del grupo que reportan no contar con protección en salud, en tanto que 42% (2.7 millones) son derechohabientes del IMSS y 12% (800 mil) de otras instituciones de seguridad social.

Asimismo, del total de diabéticos diagnosticados, 14.2% (poco más de 900 mil), aseguraron no haber acudido al médico para el control de la diabetes en los 12 meses previos a la entrevista.

Mientras que 27.5% de los diabéticos que no cuentan con protección en salud (cerca de 280 mil personas) no se atendieron por lo menos durante un año.

Por otra parte, según el estudio Costos de la Diabetes en América Latina: Evidencias del Caso Mexicano, respecto a los costos directos, de cada 100 pesos que se gastan en diabetes en México, 52 se gastan en el 10% de la población, 33 en el 48% (asegurados) de la población y 15 pesos en el 42% restante de la población (no asegurados).

De acuerdo con datos de el gasto por persona con diabetes en México es de 892,53 dólares.

La diabetes en México representa un alto impacto económico por todas las consideraciones epidemiológicas, económicas y organizacionales y la inequidad en el acceso a salud debido a los altos costos de la enfermedad, así como la productividad perdida por muerte prematura y discapacidad, temporal o permanente, son otras de las consecuencias económicas de la diabetes para un país que no termina de estar preparado ante ella.