David Páramo

Análisis superior

David Páramo

19 Nov, 2013

Les queda una quincena

A partir de hoy, quedan 15 días hábiles para que el gobierno federal presente los borradores de iniciativas a las leyes secundarias del sector de las telecomunicaciones y sean aprobadas por el Congreso de la Unión.

Es necesario tener presente que sin este conjunto de regulaciones la llamada reforma a las telecomunicaciones es punto menos que un catálogo de buenas intenciones que no tienen posibilidades reales de ser aterrizadas.

Que el entorno actual genera dudas jurídicas sobre la validez de las resoluciones, escasas, del Instituto Federal de Telecomunicaciones y dificulta de sobremanera a los agentes económicos la toma de cualquier decisión, puesto que no se sabe cuál será el verdadero marco regulatorio. En este sentido también debe destacarse que el instituto que preside Gabriel Contreras tiene hasta marzo para hacer un estudio de dominancia en el sector y establecer medidas para corregir esa deformidad a la competencia en favor de los consumidores.

Era fácil anticipar que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el gobierno en general tuvieran gravísimas complicaciones para establecer las leyes secundarias al sector de  las telecomunicaciones.

En esta columna advertimos desde el primer momento que muchos de los postulados eran simples ocurrencias de iluminados del rencor como Javier Corral, quienes estaban más ocupados en sus traumas personales que en hacer un adecuado servicio a México o de tipos que hoy son investigados por la Auditoría Superior de la Federación como Mony Sacha de Swaan que, si hubiera sido tan bueno, pues no habría terminado con la Cofetel o se hubiera hecho a un lado junto con los otros comisionados.

El gobierno, en aras de otros acuerdos políticos, dejó que en la mesa del Pacto por México pasara una iniciativa, luego ratificada por el Congreso, que hoy es un verdadero dolor de cabeza para la dependencia que encabeza Gerardo Ruiz Esparza.

Sin embargo, eso no puede ser un pretexto para que no se cumplan con las obligaciones autoimpuestas o que los legisladores como Javier Lozano ahora pidan llevar la discusión a un periodo extraordinario porque saben que hay gravísimos problemas.

Para transformar a un sector de la economía se requiere mucho más que discursos o enunciados generales, se tienen que aterrizar con regulaciones que, efectivamente, disminuyan el poder de los agentes económicos en detrimento de la competencia.

Los más optimistas consideran que los borradores oficiales podrían ser presentados a partir de hoy; sin embargo, muchos son los que dudan que haya voluntad política de cumplir con el plazo que ellos mismos se fijaron.

Discursos

El titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, se reunió en días pasados con unos 60 constructores de vivienda para tratar de calmarlos y, en una de ésas, hacerlos sentir animados sobre la recuperación de este sector que se encuentra en una crisis similar a la que se vivió en 1995 (cuando se aplicó el Fobaproa) o como la de 2009, que obligó al gobierno de Felipe Calderón a mantener un muy fuerte programa de subsidios y no perder los empleos en el sector.

Entre los asistentes hubo quienes salieron muy optimistas o al menos eso dijeron al momento de los abrazos y parabienes; sin embargo, en privado y sin que los escuche de frente el regulador, como suelen ser los empresarios, muchos se cuestionan si realmente hay capacidad de reacción en este funcionario ante la caída del sector y su efecto hacia otros sectores de la economía como empleo, banca y en general el comercio. Los datos de la caída en la industria del cemento no son menos aterradores que las reservas que han tenido que generar los bancos.

El funcionario les dijo poco más o menos que estén tranquilos, que las instituciones del gobierno mantendrán sus líneas de apoyo, subsidios y líneas de crédito, es decir, que no se dará ninguna reacción adicional por parte del gobierno.

Nadie espera un programa de rescate con cargo al erario, pero sí adecuaciones al sector que permitan recuperar el tren de construcción de vivienda y, por lo tanto, ser un factor clave en el relanzamiento de la economía. No basta con actos que parecen mítines políticos, se requieren acciones concretas.

Energía

La operación política de Luis Videgaray en la negociación del paquete económico para este año fue, a todas luces, un éxito.

El secretario de Hacienda logró prácticamente salirse con la suya, que era abrir espacio en el presupuesto para un mayor gasto social y de infraestructura.

Sin embargo, tiene claro que la tarea no ha concluido y que debe seguir mandando señales positivas de negociación a diversos sectores de la economía que están particularmente molestos como son los refresqueros, líneas aéreas y algunos otros que sólo esperan la promulgación de las leyes para interponer juicios de amparo.

El gran reto para el titular de las finanzas públicas es poder tender rutas críticas de trabajo con los sectores que se sienten afectados, como lo ha hecho con la industria maquiladora.

Este sector que, sin duda, estaba entre los tres más molestos con la iniciativa hacendaria ha ido construyendo puentes con la Secretaría de Hacienda en los cuales se parte de la base de que el gobierno necesita más recursos, que está en contra de actos de simulación, pero no tiene intención de dañar a los empresarios que cumplen debidamente con sus obligaciones.

Videgaray ha comisionado al jefe del Servicio de Administración Tributaria, Aristóteles Núñez, para que establezca rutas críticas que impidan la fuga de maquiladoras y se cumpla el objetivo del gobierno.

Valor

Hasta hoy, los ocho mil 500 trabajadores de Mexicana de Aviación no tienen una idea clara si los recursos que capitalizarán los acreedores de MRO les serán suficientes como para ser liquidados conforme a sus derechos; sin embargo, intuyen que no alcanzará.

De acuerdo con cifras del sector, el valor total de la base de mantenimiento no alcanzará y no tienen claro de dónde saldrán los recursos.

En segundo término, mantienen la esperanza de que podrían recuperar su fuente de trabajo y que si se saca a MRO de la masa del concurso esta posibilidad se perderá totalmente.

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