Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

21 Nov, 2013

¡Vaya desafío institucional en Pemex!

La Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, que preside el priista tamaulipeco Marco Antonio Bernal, parecía más integrada por cabilderos especializados que por legisladores interesados en conocer el plan de negocios de Petróleos Mexicanos, que dirige Emilio Lozoya.

Vea usted. Además de la nueva refinería de Tula, tema recurrente en las dos últimas semanas y cuya “presión” se achaca al gobierno de Hidalgo, en realidad está “impulsada” por las constructoras con buenas relaciones políticas naranjas y amarillas.

¿Cuál es el temor? Simple. Que las reconfiguraciones de Tula Uno y Salamanca le ganen a la Bicentenario, que tiene el proyecto de ingeniería listo, pero sin asignación suficiente para iniciar la construcción. El pipeline anda flaco y quieren recurso para sacar de una bolsa y meterlo a otra.

Tula Bicentenario sigue adelante y se invierten cuatro mil millones de pesos en sus siguientes etapas, junto con la modernización de la actual refinería localizada también en Tula, porque ésta y Salamanca tienen un serio problema de “lodos” de coque, que si no se atienden, el riesgo en el centro del país es alto.

El plan de negocios contempla la reconfiguración de las seis refinerías de Pemex, incluyendo las deficientes Cadereyta y Minatilán, además de la de Salina Cruz, pues la intención es que Pemex Refinación deje de perder 130 mil millones de pesos, casi el monto que se espera recaudar con la reforma fiscal o uno por ciento del PIB.

Bueno, el escándalo debería ser que Pemex pierde siete mil 500 millones de pesos por año por el combustible robado, y ese combustible equivaldría al dinero necesario para modernizar en menos de tres años la red de refinación y construir la nueva. Algo no cuadra en la estructura institucional.

El segundo bloque de presión fue más claro con el caso de Repsol, pues mientras el ABC de España sacó que Lozoya se había reunido con Slim para ponerse de acuerdo y, desde la Caixa, provocar la salida de Antonio Brufau, el polémico CEO de Repsol, lo cierto es que en el primer caso, el cuestionamiento lo hizo Pemex en tanto poseedor de 9.34% de las acciones de la empresa española, sobre el megasalario que se paga el español (casi seis millones de euros).

Claro que la forma en que Repsol controla medios españoles, particularmente de corte económico, hace que se crea que la paraestatal mexicana está buscando tomar más acciones, lo que no está en sus planes, pero sí en exigir eficiencia y rentabilidad en los términos en que operan otras empresas.

La Caixa es propietaria del 12.9% de las acciones y Sacyr de otro 9.5%, y el fondo singapurense Temasek, es el otro propietario corporativo individual más grande con 6.2 por ciento. Éstos pueden exigir apoyar la postura de Pemex para revisar el salario de Brufau, pero de ahí a pretender aumentar la participación en Repsol, son puras patrañas, y como en España, también en el Congreso mexicano la transparencia no precisamente abunda.

Si quieren regular a cabilderos, pregunten por los contratados por Brufau, ésos son extranjeros y nadie les impide el paso.

De Fondos a Fondo

Por fin la reforma financiera de Luis Videgaray saldará este jueves del Senado de la República, luego de que la transitó José Francisco Yunes, presidente de la Comisión de Hacienda, con el grupo panista encabezado por el senador José Luis Preciado. En general estaba bastante planchada, aunque la alianza PRI-PAN no limita que el PRD y principalmente la senadora Dolores Padierna exprese su oposición a lo que considera “ánimo persecutorio” a favor del sector financiero.

Lo único extraño que se quedó en ley es la posibilidad que tiene la CNBV, que preside Jaime González Aguadé.

Un tema que necesita más investigación y más propuestas, es cómo impulsar el fortalecimiento de las finanzas estatales. Y fíjese que el tema ya ocupó a la máxima casa de estudios del país, la UNAM, que junto con Grupo Financiero Interacciones y PwC México, lanzaron el Primer Premio Nacional de Investigación “Impulso al desarrollo de las finanzas estatales”, que busca generar propuestas innovadoras —y aterrizadas— para superar los retos económicos de las entidades federativas.

Traen un Jurado de lujo, con académicos como los doctores Alberto Adam y Rolando Cordera, de la UNAM, el doctor Adrián de León Arias de la UdG, los doctores Laura Iturbide y Ramón Lecuona de la Anáhuac y el doctor Irving Rosales de la Iberoamericana.

Entre los especialistas: Jonathan Heath, Edgar Nolasco, Alejandro Torres Palmer, Gerardo Salazar y Guillermo Zamarripa, académico del ITAM.

El evento de lanzamiento reunió a varios mandatarios de entidades federativas, como Miguel Ángel Mancera del Distrito Federal, César Duarte de Chihuahua, Graco Ramírez de Morelos, Rafael Moreno Valle de Puebla y Roberto Borge Angulo de Quintana Roo.

Y el que lleva dos al hilo y sólo le queda el amparo es a Luis Téllez, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, pues así podrá impugnar una sentencia. Dentro del medio bursátil se ve difícil que pueda ganarlo, y se comenta que el problema es que podría representar la pérdida del patrimonio total de Téllez, pues el fallo del Juzgado Segundo de lo Civil del DF, que ha sido ratificado por la Cuarta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia, condena a Téllez por daño moral porque se sustenta en las declaraciones que hiciera a Joaquín López Dóriga, cuando le pregunta éste el por qué había caído tan fuertemente la acción de Elektra en la Bolsa y, él contesta que por su mala situación financiera. Ese fue el error. Y de una negociación extrajudicial. ¡Ni hablar!

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