David Páramo

Análisis superior

David Páramo

25 Nov, 2013

¿A quién tratan de engañar?

Los políticos creen que los mexicanos son medio mensos, por decir lo menos. La cantidad de pretextos que han propalado para justificar que no cumplirán con la Constitución y las normas que ellos mismos plantearon en su “reforma” a las telecomunicaciones van de ridículo en ridículo.

Fueron ellos y sólo ellos quienes en el parapeto del Pacto por México plantearon que 180 días después de que se promulgaran las reformas tendrían que estar las leyes secundarias que le dan viabilidad a los cambios constitucionales.

No pueden culpar a los poderes fácticos de lo que ellos decidieron y que fue un compromiso que ellos asumieron.

Sin embargo, los políticos tratan de desviar la atención y hasta el momento ninguno ha reconocido que no están cumpliendo con la Constitución, como lo hicieron el día en que asumieron el cargo. Vamos, no hay una sanción para esta violación a la Carta Magna.

La excusa más usada por diputados y senadores es que hay congestión legislativa; que han tenido una agenda muy apretada con las reformas educativa, financiera (que podría ser votada esta semana), la financiera, político-electoral y la energética.

¿No lo sabían cuando el Pacto por México presentó la iniciativa de “reforma” a las telecomunicaciones? Enrique Peña Nieto fue muy claro cuando anunció que serían sus primeras reformas y el Pacto por México le incluyó la político-electoral. Se supone que el Pacto por México es una mesa para la toma más eficiente de decisiones, por lo que debe tolerarse esta estructura súper institucional.

Sin embargo, los presidentes de los tres principales partidos políticos prefieren discutir la intrascendencia de la caducidad del Pacto por México, en lugar de ponerse a trabajar seriamente para transformar al país.

Distractor

El segundo distractor es que no alcanza el tiempo para escuchar todas las voces.

Otra vez lo mismo: ¿Por qué se impusieron la obligación en la Constitución? Y ya hecho, por qué no trabajaron en el tema durante seis meses.

El pretexto es para palurdos. Dicen que se trata de una reforma muy compleja y que tiene muchas implicaciones, ¿se acaban de dar cuenta?, ¿no lo vieron con la debida oportunidad?

Si se acaban de dar cuenta, entonces se confirmaría lo que señalamos en esta columna desde hace muchos meses: que la reforma a las telecomunicaciones era un compendio de ocurrencias impulsadas por algunos fanáticos de Acción Nacional, como Juan Molinar, Mony Sacha de Swaan, Javier Corral y otros iluminados del rencor, que pasó medio de noche para el gobierno federal o que la cedieron a cambio de otras iniciativas.

Más allá, de acuerdo con versiones extraoficiales, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ya entregó al Pacto por México su propuesta, lo que dificultaría que se escucharan todas las voces o es que todavía se podrían cambiar.

Algunos legisladores mucho más cínicos pretenden generar confusión entre el plazo para tener la reglamentación secundaria y el estudio sobre dominancia que, teóricamente, debe tener listo el IFT antes de marzo.

Son dos plazos diferentes e intentar mezclarlos es absurdo. Se debería exigir desde este momento que, en lugar de andar mostrando lo bisoño para declarar sobre dichos, Gabriel Conteras diera garantías que el instituto que preside cumplirá su obligación.

En este sentido, la falta de reglamentación secundaria hace que haya fundadas dudas jurídicas sobre las decisiones que tome el IFT, puesto que no estarían debidamente fundadas.

Ecos

La comida que tuvo el Presidente de la República con los miembros de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión no tuvo muy buenos saldos para el IFT y sus comisionados, dos asuntos de forma que tienen un gran fondo.

Primero. En algún momento el jefe del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, dijo que instruía al secretario de Comunicaciones y Transportes que avanzara en el cambio de concesiones de AM por FM. Este proceso, que comenzó en 2008 y, según esto, la Cofetel ya lo tenía listo, es actividad exclusiva del IFT que, de acuerdo con la Constitución, es autónomo.

Segundo. Por la forma en la que fueron sentados dentro del presídium (que algunos llaman el portaaviones), parece que no se ven como un regulador poderoso o que deba tener las mismas consideraciones que tenía su antecesor de infausta memoria.

Obsesión

Hay una obsesión por los funcionarios que dependen de un modo u otro de la Sedatu, que lleva Jorge Carlos Ramírez Marín, de asegurar que no hay una crisis en el sector de la construcción y que sólo es el problema de tres empresas por las decisiones corporativas que tomaron, la realidad sigue demostrando lo contrario.

Efectivamente, GEO, Urbi y Homex son tres compañías (pero en su momento hicieron más de una de tres casas en un sector que tiene más de 850 compañías registradas); sin embargo, el sector de la construcción tiene una caída de acuerdo con el INEGI, similar a la que se registró en 1995 y 2009.

El empleo en este sector tiene una caída real con respecto al año pasado, a pesar de que octubre fue un mes excepcionalmente bueno en materia de empleo formal, de acuerdo con los datos del IMSS.

Más allá, los últimos datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores indican que la cartera vencida al sector de la construcción creció a una tasa superior a 150%, que ha obligado a los principales bancos a generar reservas y establecer políticas más conservadoras en el financiamiento a los desarrolladores de vivienda.

Esto ha implicado, junto con la baja actividad económica, una caída en la demanda de crédito hipotecario que, a su vez, explica el mal desempeño del sector de la construcción.

El Infonavit, que dirige Alejandro Murat, ha concentrado prácticamente toda su actividad crediticia en el Programa Renueva tu Hogar, puesto que ha disminuido la colocación de financiamientos para vivienda.

El viernes el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, estableció que la salud de la banca mexicana es razonablemente buena y señaló que ha tenido algunos choques particulares, aludiendo claramente a los problemas de cobranza de bancos con las desarrolladoras de vivienda.

Quizás en Sedatu tendrían que darse cuenta de que, quizá contrario a su ilusión, sí hay una crisis en el sector y que se tienen que tomar medidas urgentes para que la vivienda regrese a ser un gran motor de la economía.

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