Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

14 Dic, 2013

Percepciones y realidades

En las reuniones sociales que son muy comunes en esta época del año la gente platica de cómo ve diversas situaciones desde su perspectiva.

En muchas ocasiones es una opinión que se basa en una anécdota más que en datos duros, es decir, en ocasiones tienen base y en otras no tienen fundamento.

Lo que es una realidad es que con o sin fundamento las personas modifican su patrón de comportamiento. Hoy voy a presentar dos casos: uno que se refiere al primer supuesto y otro que se refiere al segundo caso.

Un poco de contexto antes de pasar al primer caso. En un libro que se llama La Ciencia del Miedo se argumenta que las personas reaccionan ante un hecho sobreestimando su probabilidad de ocurrencia y evitando el riesgo.

Un ejemplo que comentan en el libro es de dos personas viajando en avión rumbo a Nueva York. Uno comenta sobre el asesinato de una persona conocida en Central Park. El planteamiento que hace el autor es que la otra persona que tuvo la conversación seguro no va a ese lugar porque piensa que allí matan.

Volviendo a la situación en México, me ha llamado mucho la atención que en las últimas semanas en varias mesas de amigos se comenta que la inseguridad está peor que nunca. Ha salido nuevamente el tema de la seguridad como algo que afecta a gente conocida, es decir, historias con nombres y lugares.

A pregunta expresa de la razón para el cambio  de visión, la respuesta coincidía en que antes era un fenómeno lejano y que estaba acotado a la guerra contra el narcotráfico y hoy es un fenómeno que se está acercando y hay víctimas del delito cercanas.

Ante esta situación me hice la pregunta si era un cambio en la percepción por algo que sucedió sólo en un caso cercano, como el del ejemplo de Central Park, o si detrás de este cambio había una realidad generalizada.

Para tener una respuesta me puse a buscar algunos datos y me encontré con que sí hay aumento en algunos delitos y que además hay un aumento generalizado en la percepción de inseguridad.

Por ejemplo, los casos de secuestro y de extorsión aumentaron en el primer año de la administración en 24% y 12%, respectivamente. Este tipo de delitos corresponde a temas que son cercanos a la población y por ello puede ser que una mayor incidencia explique parte del fenómeno.

Otro dato que me encontré fue el resultado de una encuesta que hace el INEGI sobre la percepción de inseguridad. El dato para 2013 es de 72.3% y es mayor que el que se tenía un año antes. Al ser ésta una encuesta nacional representativa, lo que implica es que hoy la gente en el país ve que estamos peor que hace un año.

Si combinamos lo anterior con el hecho de que en otras encuestas la gente no percibe que se ha dado un cambio drástico en la estrategia contra el crimen, tenemos que es una realidad generalizada más que un cambio de percepción de un grupo.

Por lo tanto cuando se comenta que hay más inseguridad lo que refleja es que la estrategia para combatir la inseguridad no ha tenido éxito.

Ahora pasemos al segundo caso, que tiene que ver con la Reforma Constitucional en materia energética.

Así como se comentaba el tema de inseguridad con un énfasis negativo, se comentaba el tema de la reforma con un tono positivo. Los comentarios de que si pasaban los cambios en materia de energía se tendría un entorno favorable, a pesar de los cambios negativos en materia fiscal.

Hoy es una realidad que la Reforma Constitucional fue aprobada y ya están sentadas las bases para continuar el camino. Hay que elaborar las leyes secundarias para tener una visibilidad clara de que el marco legal promoverá la inversión y el crecimiento.

Ahora bien, estos cambios, que son positivos, no son una realidad y todavía hay incertidumbre en el proceso. Para muestra lo que ha pasado con la instrumentación de la Reforma Constitucional en materia educativa.

Es decir, en este caso todavía sin fundamento sólido están cambiando percepciones.

Del primer caso, me preocupa el hecho fundamental de que la inseguridad ha aumentado y sobre el segundo caso que se ganó la primera batalla, pero hay que ganar la guerra. Si la percepción de cambio en materia energética no se aterriza con hechos la reacción puede ser muy mala.

 *Director General del FUNDEF
                guillermozamarripa@itam.mx

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