Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

20 Ene, 2014

Urgente atender el problema de la vivienda

El gobierno está encandilado con las reformas conseguidas el año pasado y por ello está dejando de ver otros terrenos donde su intervención es urgente.

El caso más claro es lo que pasa en el sector de la vivienda, cuya crisis minimizan tanto el secretario de Hacienda como el de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

Parte de los problemas que tuvo la economía el año pasado fue precisamente la crisis de las tres empresas más grandes del sector de la vivienda, GEO, Urbi y Homex.

Las tres empresas cayeron en default de sus deudas debido en parte a que la demanda de casa se cayó. De ventas de alrededor de 30 mil millones de dólares anuales, el año pasado apenas vendieron 19 mil millones de dólares.

En los primeros diez meses del año pasado, el sector decreció 4.8 por ciento y el personal ocupado disminuyó 3.9 por ciento.

El problema, dicen los analistas de la vivienda, es que el modelo se agotó y con ello la demanda cambió hacia otro tipo de vivienda.

Pero el gobierno está volteando para otro lado, embelesado por las reformas y nadie quiere darse cuenta que la crisis en el sector de la vivienda afecta al conjunto de la economía.

Nadie quiere que el gobierno rescate a los constructores de vivienda en problemas, pero tampoco es una estrategia acertada dejar que las cosas se arreglen sólo con el paso del tiempo.

Es necesario que el gobierno dé señales claras de hacia dónde quiere que vaya el sector; que adopte estrategias para que la industria de la vivienda recobre su dinamismo.

Con ello incidiría favorablemente en la marcha de la economía en su conjunto y abriría la puerta para que las empresas puedan recuperarse sin ser rescatadas.

En este momento, dados los enormes pasivos que arrastran GEO, Urbi y Homex, lo más seguro es que caigan en concurso mercantil y sería un milagro que las tres sobrevivan.

El sector de la vivienda ha cambiado porque se acabaron los compradores del tipo de vivienda que se ha construido en México la última década y media.

Y corresponde al gobierno dar señales claras de hacia dónde debe moverse el sector; qué tipo de desarrollo urbano desea.

Es probable, sin embargo, que esté equivocado el diseño institucional en el gobierno mismo. No es una buena idea que la secretaría que se encarga del ejido sea también la que se ocupe del desarrollo y la planeación urbanos.

El perfil mismo del titular de la Sedatu, Jorge Ramírez Marín, es el de un político puro, pero carece de conocimientos técnicos como para ser el planeador urbano del país.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mantiene su proyección de crecimiento en 3.9 por ciento para el presente año aunque la mayoría de los analistas privados piensa que el crecimiento apenas será ligeramente arriba de tres por ciento.

Meterle la mano al sector de la vivienda es una buena forma de apoyar la reactivación de la economía.

Ya es tiempo que el gobierno acepte que necesita hacer muchas más cosas que sólo las reformas estructurales, si quiere una economía más dinámica.

Las reformas son fundamentales para que la economía crezca a cinco por ciento; pero eso no sucederá en 2014 y probablemente en 2015.

Cuando mucho, si las cosas se hacen bien, y ahora no se puede decir eso, es que al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, la economía mexicana logre el indispensable cinco por ciento de crecimiento anual.

Pero no será antes de esa fecha y más, si se confía sólo en las reformas y se deja en el abandono a rubros como el de la vivienda.

Hasta el próximo lunes con nuevas..PERSPECTIVAS.

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