El campo se modernizará; lista la reforma al sector

La iniciativa que presentará el presidente Enrique Peña Nieto mejorará la producción y simplificará el marco legal de este sector, que busca ser más rentable a corto plazo
Economía -
Enrique Martínez y Martínez, secretario de Agricultura, será el responsable de la transformación. Foto: Diego Mateos / Archivo
Enrique Martínez y Martínez, secretario de Agricultura, será el responsable de la transformación. Foto: Diego Mateos / Archivo

CIUDAD DE MÉXICO.- La iniciativa de reforma al campo que presentará el presidente Enrique Peña Nieto contiene adecuaciones a diversas leyes que rigen el financiamiento, los esquemas de asociación de los productores, los apoyos que éstos reciben y la modernización de herramientas como el riego, entre otras acciones que permitan alcanzar las metas que el gobierno se ha planteado en este sector.

Fuentes dieron a conocer que entre los principales puntos que el Poder Ejecutivo presentará en la iniciativa de reforma, está la simplificación y actualización de las leyes relacionadas con el campo y la industria agroalimentaria.

Aseguraron que en la simplificación se podrán observar modificaciones con respecto a los trámites que los productores o ejidatarios del país deben realizar para contar con títulos de propiedad.

Estos cambios estarán encaminados a incrementar los créditos y servicios financieros en el sector rural, que hasta el momento no han logrado una penetración efectiva en este sector, y que por lo mismo ha sido una limitada herramienta para impulsar la productividad.

Existen mediciones que indican que sólo el cuatro por ciento de la población rural tiene acceso al crédito formal, del cual tres por ciento proviene de la banca comercial y el resto de la banca de desarrollo.

La iniciativa de reforma también pretenderá apoyar a los pequeños productores que representan cerca de 80 por ciento del total, al tener menos de cinco hectáreas, situación que se logrará con la creación de nuevos esquemas de asociación, e incrementando la participación de productos en el consumo nacional.

Balanza comercial

Otro punto que las autoridades quieren cambiar es el déficit de la balanza comercial agrícola porque, si bien México es un importante productor de alimentos, requiere importar casi la mitad de lo que se consume.

Derivado de esto, el país ocupó el lugar 14 entre las naciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) con mayor  valor en sus importaciones, al pasar éste de 351 mil millones de dólares en 2011 a 380 mil millones en 2012.

Dicha situación también ha provocado que México no tenga una seguridad alimentaria, porque no logra llegar a los estándares establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, es decir, producir al menos 75 por ciento de lo que se consume en el país.

Para revertir esta situación, una de las medidas que se proponen es incrementar la disponibilidad de fertilizantes. Antes incluso de que se presente la iniciativa, el gobierno ya está tomando acciones en esta materia porque recientemente PMI, empresa filial de Petróleos Mexicanos, firmó un contrato con Agro Nitrogenados con el fin de que la paraestatal reactive la producción de fertilizantes rumbo a 2015.

A esto se añadirá la utilización de semillas mejoradas en el campo y la entrega, por parte del programa Proagro Productivo hasta 2013 conocido como Procampo, de apoyos diferenciados vinculados a la productividad.

A diferencia de las reformas ya aprobadas como la energética o telecomunicaciones, destaca que los cambios que se realizarán en el campo mexicano no serán constitucionales.

El documento precisa que la modificación hecha al artículo 27 de la Constitución Mexicana en 1992 para permitir que los ejidatarios vendan o arrienden sus tierras no requiere mayores cambios.

Metas

Las medidas antes mencionadas serán las herramientas que permitan al gobierno cumplir con los cinco objetivos que transformen profundamente al sector, siendo el primero tener un campo justo.

Esto significa que las personas que viven en las zonas rurales tendrán un “piso básico” de protección ante enfermedades, accidentes y la vejez, en este último punto se considera una pensión para los adultos mayores.

El segundo es un campo productivo que busca generar no sólo empleos sino también ingresos más altos, situación necesaria para revertir la alta migración de los jóvenes que dejan las zonas rurales para irse a las ciudades o Estados Unidos a laborar.

En tercer y cuarto lugar se encuentran generar un campo rentable y sustentable, es decir, hacer más eficientes las cadenas productivas de valor e incrementar la producción con la utilización de la innovación científica y tecnológica.

Por último se encuentra la seguridad alimentaria donde se tendrá como meta producir mínimo el 75 por ciento de los productos que se consumen en el país, lo que debería ayudar a que al cierre del sexenio se tenga una balanza comercial agrícola superavitaria.

De concretarse la reforma al campo en los próximos meses, se prevé que la participación de este sector en el Producto Interno Bruto nacional se incremente, ya que hace una década representaba 16 por ciento y actualmente es menor a cuatro por ciento.

Vale recordar que en México la tenencia de la tierra para fines agrícolas de producción se encuentra determinada bajo la figura del ejido, que a partir de lo estipulado actualmente en el artículo 27 de la Constitución permite a los ejidatarios venderla, arrendarla, hipotecarla o aportarla como capital en una sociedad mercantil.

Esto, según algunos analistas ha propiciado un descontrol y pulverización de la tierra, que en muchos casos se encuentra en manos de ejidatarios que no las cultivan o lo hacen con un escaso nivel de tecnificación y rentabilidad, por lo que es necesario lograr la reforma en materia.

Los 5 objetivos:

CAMPO JUSTO

Se buscará alcanzar un campo justo, con buenos servicios de salud y pensión para adultos mayores, y piso básico de protección ante enfermedades, vejez y accidentes.

 

CAMPO PRODUCTIVO

Lograr un campo productivo que genere empleos locales y se eleven los ingresos de la población rural.

 

CAMPO RENTABLE

El sector agroalimentario deberá volverse eficiente y competitivo, articulando cada eslabón de las cadenas productivas de valor.

               

CAMPO SUSTENTABLE

Afianzar un campo sustentable en el que los rendimientos de las cosechas no se incrementen a costa de los suelos, bosques y selvas, sino a través de la innovación científica y tecnológica.

 

SEGURIDAD ALIMENTARIA

Garantizar la seguridad alimentaria, que además de ser un requerimiento básico para el bienestar, es también una condición fundamental para la soberanía y la estabilidad social.

 

Piden mejorar productividad

Los recursos que el gobierno destina al campo crecen año con año, sin que hasta el momento se presente un aumento en la productividad del sector, por lo que es necesario que las autoridades se aseguren que el presupuesto aprobado para 2014 sea más efectivo.

Muestra de esto es el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable, que recibió poco más de dos billones de pesos en los últimos siete años.

A pesar de esos recursos, la producción en granos y oleaginosas creció en México cuatro por ciento entre 2000 y 2013, cifra inferior al promedio registrado en el mundo o comparado con Estados Unidos, que fue de 21 y 10.9 por ciento, respectivamente, indicó Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

“Eso quiere decir que no estamos haciendo la tarea, todo mundo sí esta incrementado su producción y en México aunque hay recursos no estamos aumentado la productividad”, afirmó en entrevista con Excélsior.

José Luis de la Cruz, profesor investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, coincidió en que el presupuesto destinado no ha impulsado de manera significativa la productividad de este sector, debido a que se trata de recursos que se destinan a programas asistencialistas.

Ambos indicaron en que deben eliminarse las barreras que evitan que los recursos sean utilizados de manera efectiva, como el hecho de que casi 70 por ciento de los productores en México tengan menos de cinco hectáreas, lo que los califica como productores pequeños que tienen dificultad para acceder al crédito.

A esto se añade que el uso de granos transgénicos aún no está permitido del todo. Por ejemplo, todavía no hay una definición o autorización comercial para usar variedades de maíz genéticamente modificado en la producción comercial.

Lo anterior ha provocado que en relación a los granos se prefieran utilizar las semillas híbridas, aunque no se debería dejar de lado la opción transgénica que podría dar aspectos positivos en materia de sustentabilidad.

Para Anaya, la reforma que se presentará este año será un impulso para la productividad y la competitividad del campo. Sin embargo, requiere “tiempo de maduración” para obtener resultados favorables.

Ante esto recomendó incrementar la productividad de manera paralela a través de la mejora en paquetes tecnológicos, de investigación y desarrollo que permitan incrementar la producción.

Ejemplo de esto son los paquetes de variedades híbridas de maíz y frijol que se plantan en Sinaloa o Chihuahua donde la producción puede llegar a 15 toneladas, en comparación a zonas del sur del país donde estos apoyos no llegan y usando semillas criollas se obtienen 3 toneladas en promedio.

“Si en lugar de usar variedades criollas usaran híbridas, podrían incrementar su producción y para eso se requiere del apoyo de paquetes tecnológicos, asistencia técnica y un trabajo de tecnificación de riego”, precisó el consultor de mercados agrícolas.

 

 

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