Banco de México afina reglas financieras

CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que el Banco de México se encuentra en cuenta regresiva para sacar adelante la regulación tendiente a hacer más eficiente el sistema de pagos, en el edificio de la calle Cinco de Mayo reina la tranquilidad. La autonomía del banco central parece dominar también en el majestuoso edificio que se mantiene ajeno al bullicio que lo rodea.

En entrevista para Grupo Imagen Multimedia, Agustín Carstens, gobernador del banco central, se muestra complacido con la Reforma Financiera, ya que considera que es de gran envergadura y ayudará a complementar el resto de las reformas, además de valorar su alcance dado que todos los involucrados están poniendo algo.

Asegura que la reforma es “balanceada porque por un lado le da más posibilidades a los bancos de dar crédito y por otro les va a exigir más, desde un punto de vista regulatorio. A la banca de desarrollo se le dan más grados de libertad para extender el crédito y también para que se concentren más en los sectores que hoy no tienen acceso al financiamiento. A los usuarios se les da más protección a través de la Condusef, pero se insiste en que cumplan sus obligaciones.”

A pesar de que para el banco central la cuenta regresiva comenzó cuando se promulgó la Reforma Financiera, dado que a partir de la publicación de la misma comenzaron a correr 60 días para que el instituto de política monetaria publique la regulación a fin de hacer más competitivo al sistema de pagos, al gobernador del Banco de México se le nota tranquilo y pausado.

“Estamos trabajando para tener en tiempo y forma una regulación que haga más competitivo al sistema de pagos y que eso se refleje en un menor costo de uso para todos aquellos que participan del mismo.”

Siguen vigilantes

Sobre la posibilidad de que el banco central pudiera regresar la tasa de referencia a niveles más altos para controlar la inflación, Carstens afirma que se mantienen vigilantes con respecto a la inflación y señala que existen altas posibilidades de que ésta supere el cuatro por ciento por las medidas contempladas dentro del paquete fiscal y el cambio
en los precios de los energéticos.

Sin embargo, afirma que “dichos cambios se dan de una vez por lo que no implican un aumento de la inflación como tal, dado que la inflación es un aumento sostenido de prácticamente todos los productos y servicios, y eso no es lo que está ocurriendo”.

No obstante, reconoce que en caso de que los cambios fiscales detonen efectos de segundo orden, en donde la elevación de los precios empiece a generalizarse, Banxico podría actuar.

La Fed ya escuchó

En cuanto al llamado que hizo el año pasado a la Reserva Federal por el hecho de que el banco central estadunidense debería considerar las consecuencias de sus políticas en el resto del mundo y ser más prudente, elgobernador considera que a partir de esos llamados, “la Fed ha mejorado muchísimo en su estrategia de comunicación y se ha cerciorado mucho más de la reactivación de la economía estadunidense y ha moderado mucho su lenguaje en cuanto a las acciones de retirar el estímulo monetario.”

Carstens considera que la decisión que se adoptó en diciembre, de reducir la recompra de bonos de 85 mil millones de dólares mensuales a 75 mil, fue mesurada y el banco central de EU consiguió enfatizar que las tasas de corto plazo se van a mantener muy bajas por un periodo bastante largo.

Considera que se ha avanzado en el grado de conciencia de la Fed en cuanto a los países emergentes y agrega que lo bueno es que esto demuestra que hay una visión positiva de la Fed sobre la economía estadunidense.

El FMI incumple con cambios

El actual liderazgo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha generado descontento entre los países emergentes, que observan un trato diferenciado y más benevolente hacia los países europeos que han entrado en crisis.

Agustín Carstens, quien ocupó la segunda posición de mayor importancia en el organismo, considera que todavía no se hacen las reformas en el Fondo que permitan mayor apertura a los países emergentes.

Ello abre la posibilidad de una nueva candidatura de un país emergente para competir por el liderazgo del FMI en 2016. Carstens dice que se encuentra enfocado en su tarea al frente del banco central mexicano, pero hace un balance de su candidatura en 2011, cuando compitió contra Christine Lagarde, que triunfó y hoy es directora gerente del organismo.

El funcionario mexicano considera que con su candidatura cumplió con su objetivo de demostrar que hay aspirantes fuertes en países emergentes y que éstos no deben ser discriminados mientras que las naciones desarrolladas deben atreverse a competir. Agustín Carstens concluye que él se encuentra feliz en el Banco de México.

Visión conservadora

Carstens considera que el FMI es conservador en su proyección de crecimiento para México. Hace unos días el organismo presentó su Global Economic Outlook, en el que por primera vez en dos años modificó a la alza sus proyecciones para la actividad económica mundial que, de acuerdo con sus cálculos, crecerá 3.7 por ciento en 2014 y 3.9 por ciento en 2015.

Para México, el FMI dejó sin cambios la perspectiva de desempeño con 3.0 por ciento para 2014 y 3.5 por ciento para 2015.

Reitera que el instituto central “tiene un pronóstico de crecimiento para nuestro país de entre tres y cuatro por ciento para 2014 y con posibilidades de que sea mayor”, dependiendo de la velocidad con la que se aprueben las leyes secundarias y se implementen las reformas.

Profundo conocedor del organismo, explica que para los emergentes el FMI proyecta un leve deterioro económico, y aunque México pertenece a este grupo, el pronóstico no se bajó.