Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

27 Ene, 2014

Perspectivas y riesgos para la economía mexicana en 2014

La semana pasada, las noticias estuvieron dominadas por los acontecimientos ocurridos en la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en Davos, Suiza, al que asistieron las cabezas de los organismos financieros internacionales, los titulares de las principales empresas de los países de primer mundo, y que contó con la participación, especialmente significativa, del presidente Enrique Peña Nieto.

Se habló mucho de México y de sus favorables perspectivas económicas por diversos comentaristas, entre ellos, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que proyecta un aumento de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2014; la del Banco Mundial (BM) es de 3.4%; la del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de 3.9% y la del Banco de México (Banxico), de entre 3.5 y cuatro por ciento.

No obstante sus diferencias, por sus metodologías de proyección, todos coinciden en que 2014 será un año significativamente mejor para México de lo que fue 2013, consecuencia del impacto inicial de las recientes reformas estructurales aprobadas por las cámaras del Congreso de la Unión durante 2013.

Para Estados Unidos, las proyecciones económicas de 2014 se centraron en 3%, aunque la del FMI fue de 2.8%; luego, para el mundo, la proyección fue de 3.7%; con 2.2% para los países avanzados del continente americano, 1% para la zona euro, 7.5% para China, 5.4% para India y 2.3% para Brasil.

Por su parte, Standard and Poor’s prevé que la región de América Latina registrará un crecimiento de 2.9%, pequeño con lo observado en 2013, excepto por Argentina y México. La primera, por el reciente derrumbe del peso argentino, que tiene las perspectivas menos favorables del continente este año, y el segundo, por las recientes reformas mexicanas y las consecuentes inversiones que se inducirán.

A su vez, los participantes en Davos coincidieron en que a los mercados emergentes les espera un camino lleno de baches e inestabilidades cambiarias por flujos especulativos, consecuencia de “años de distorsión debido a crisis y a reacciones a las crisis, ante los que el mundo vuelve a equilibrarse”.

Steen Jakobsen, economista jefe del Saxo Bank, dice que las economías emergentes de Asia necesitan priorizar inversiones a más largo plazo pero de menor rendimiento, como las de infraestructura, y aceptar un crecimiento menor. Por otra parte, el noreste de Europa necesita consumir más, mientras que el sureste del continente necesita consumir menos. “Todos están entrando a una nueva etapa”, sostiene.

En un comportamiento considerado atípico por expertos, el peso mexicano cayó a su peor nivel en medio del nerviosismo en el mercado, debido a un mayor retiro de los estímulos monetarios por parte del Banco Central de Estados Unidos —que necesita revertir las inyecciones de liquidez de los últimos años—, pasando de 12.99 pesos por dólar, en enero de 2010, a 13.41, el reciente 23 de enero, pudiendo inclusive volver a fluctuar en el futuro por las inestabilidades atribuibles a las acciones de extracción de liquidez por la Reserva Federal (Fed) estadunidense, retornando después a su nivel de equilibrio.

Lo anterior, porque desde 2009, las economías emergentes recibieron importantes flujos de capital por las inyecciones de liquidez que efectuaba la Fed en los mercados financieros de su país, como parte de una política monetaria orientada a inducir mayor crecimiento en Estados Unidos. La percepción de riesgos importantes al crecimiento de la economía se incrementó el pasado jueves 23 de enero, destacaron analistas del Grupo Financiero Banamex.

Por su parte, el índice de compras de manufacturas de China apuntó a una actividad manufacturera menor a la esperada para enero, desatando un clima de incertidumbre respecto de lo que pueda suceder en el futuro cercano en los mercados cambiarios, con posibles caídas generalizadas en los emergentes a favor de monedas consideradas de bajo riesgo, como son el franco suizo y el yen japonés.

De ahí que es posible que la volatilidad afecte a las monedas de los emergentes en los meses por venir. Aunado a la fuerte devaluación en Argentina, las divisas de México, Chile, Colombia y Brasil están castigadas. De manera que no obstante que la economía de México es saludable, pueden ocurrir fluctuaciones para luego retornar a su nivel de equilibrio.

Si bien en Davos se dio un relanzamiento de México —el momento de México—, ante los riesgos que se corren por la evolución de las economías y los mercados mundiales, es importante acelerar las leyes secundarias de las reformas estructurales, como recomendó José Ángel Gurría, titular de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

* Presidente del Colegio Nacional de Economistas, Federación de Colegios de Economistas, A.C.

Twitter: @acanovelez

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