David Páramo

Análisis superior

David Páramo

5 Feb, 2014

Maníacos al poder

Mientras que el Instituto Federal de Telecomunicaciones envía señales sobre sus acciones, como asegurar que llevan un avance de 80% en los procesos de preponderancia y que decidirán la contraprestación por los paquetes de canales de televisión abierta con base en una opinión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, algunos se deshacen en opiniones no sólo sobre estas regulaciones, sino también sobre el contenido de la regulación secundaria al sector de las telecomunicaciones.

Algunos no deberían estar haciendo ese tipo de opiniones. Que lo hagan los opinadores está bien. Que lo hagan los legisladores ya es ridículo.

Esa visión maniquea de creer que una regulación secundaria debe afectar a X o Y, así como favorecer a otros, es perder el tiempo miserablemente. Es momento de establecer una línea y no seguir por ese camino.

Una regulación no debe verse como la forma de afectar o beneficiar a una persona moral, sino como un mecanismo del Estado para generar una mayor y mejor competencia en determinado sector.

Si la regulación tiene nombre y apellido, simple y sencillamente no funcionará, puesto que incluso viola la Constitución. Sin embargo, si se dejan atrás las mezquindades, se comprende que una regulación debe ir a favor de las mayorías.

Ilusiones

El sector hipotecario vive dos crisis diferentes: la de las tres grandes empresas y la de las pequeñas y medianas constructoras de viviendas para el sector popular.

No vale la pena perder el tiempo en determinar qué tan cerca o lejos están Urbi, GEO y Homex de llegar a un convenio con sus acreedores y si sólo les faltan algunos detalles, ni tampoco si los cambios a la ley de Concursos Mercantiles les permitirá llegar a una solución mucho más sencilla. Lo cierto es que eso es participar en una especulación que ha permitido a algunos hacerse de ganancias indebidas, y hasta que no haya noticias se tratará de un juego que no juega lógico y que se da con la complacencia de las autoridades y de la Bolsa Mexicana de Valores.

El único efecto tangible es el brutal crecimiento de la cartera vencida a este sector que, como es lógico, ha generado que las instituciones gubernamentales tengan que retraerse de este sector, en el cual no pueden pensar en dar más crédito a un sector en el cual no están pudiendo cobrar.

La segunda crisis tiene que ver con las reglas emitidas por el gobierno sobre las características de las construcciones, así como la plusvalía de los terrenos, que si no cuentan con los servicios adecuados no es culpabilidad de los constructores sino de los tres niveles de gobierno.

Quienes creen en las ilusiones sencillas creen que las cosas se van a componer con una serie de discursos y de acciones que buscan incentivar el crédito, lo que va en contra de la lógica y el sentido común.

Cumbre

Miguel Alemán Velasco y el gobernador de Querétaro, José Calzada, anunciaron que a finales de octubre se realizará en la capital de ese estado la décimo segunda edición de “México, Cumbre de Negocios”, en la cual el tema central será cómo aprovechar los nuevos recursos para el crecimiento de México.

Dudas

Parece que esas versiones que surgen cada cierto tiempo en el sentido de presuntas diferencias entre Eduardo Tricio y Andrés Conesa en la administración de Aeroméxico sólo son un síntoma de los chismes que corren al interior de esta empresa, donde si bien tienen el liderazgo en la aviación nacional, no están teniendo la debida visión para ajustarse al cambio en la realidad y los retos que se avecinan.

El tema hace mucho tiempo dejó de ser Mexicana de Aviación y su posible renacimiento (que no es más que una ilusión absurda de algunos), sino la forma en que Interjet, Volaris y VivaAerobus han venido creciendo.

Si bien parecería que hay todavía un gran rango de diferencia en cuanto a participación de mercado y posición preponderante, la realidad es que sus tres principales perseguidores están creciendo de una manera mucho más sana y dinámica. De entrada, no tienen los pesados contratos colectivos ni las muchas cargas acumuladas con los años.

Aeroméxico no es una empresa tan dinámica como sus competidores y su capacidad de respuesta se está viendo minada en el largo plazo. Para los inversionistas se está haciendo evidente la diferencia, y de ahí que Volaris, Interjet y VivaAerobus no sólo estén teniendo buenos resultados en los mercados financieros sino, más importante, en la aceptación del público.

Los usuarios de las líneas aéreas han comprendido que pueden pagar mucho menos por un boleto y la calidad del servicio no se ve mermada. En algunos casos, incluso, es superior sin considerar la diferencia entre precio y calidad.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube