La burbuja inflacionaria terminará en marzo

La burbuja inflacionaria que asusta a muchos y que otros la utilizan como el inicio de una tragedia económica es probable que termine en marzo.

Y todo porque la citada burbuja se está produciendo por aumentos en algunos precios, combustibles, un grupo de alimentos y en muchos productos más, debido a la entrada en vigor de la Reforma Fiscal que introdujo impuestos en algunos bienes que no los tenían.

Los datos duros confirman esto:

El Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), como se llama técnicamente la inflación, subió 4.48% de enero del año pasado a enero de este año, cifra mucho más elevada que las que vimos el año pasado, siempre debajo de cuatro por ciento. Ésta es la burbuja.

Si nos acercamos a ver qué precios son los que han subido, veremos que los precios promedio de mercancías y servicios aumentaron menos que el promedio general; sin embargo, los precios de los productos agropecuarios crecieron 6.21% en el periodo mencionado antes, acompañados por los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, por ejemplo los de peajes en carreteras, que aumentaron 10.13 por ciento.

Es decir, vemos que sólo en un grupo de bienes los precios se dispararon y son los que provocaron que el promedio general, que se refleja en el Índice Nacional de Precios al Consumidor esté por arriba de las metas fijadas por el banco de México (Banxico).

También se observa que no hay un aumento generalizado de precios por encima del parámetro máximo de cuatro por ciento fijado por el Banco de México.

Los teóricos dirían que lo que estamos viendo en las primeras semanas de este año son presiones inflacionarias derivadas del lado de la oferta, donde algunos precios, los agropecuarios por ejemplo, aumentan mucho más que el promedio debido a escasez en productos o a fenómenos meteorológicos que afectan la producción o, como sucede también, debido a que entró en vigor una Reforma Fiscal que puso impuestos a productos que no los tenían.

Lo que sí sería preocupante es que la inflación viniera por el lado de la oferta; es decir, debido, por ejemplo, a que el gasto agregado en la economía creciera por encima del crecimiento económico.

Si éste fuera el caso veríamos alzas generalizadas por encima de la meta del Banxico en todos los bienes y servicios y eso no está sucediendo.

Por ello decimos que es probable que la burbuja termine en marzo aunque que las mediciones sobre la inflación de febrero revelen un aumento del Índice Nacional de Precios al Consumidor más cercano o ligeramente arriba de cinco por ciento.

Pero lo más seguro es que para abril, las presiones empiecen a descender y que a lo largo del año, si no sucede algo extraordinario, se alcance otra vez, la inflación ligeramente arriba de tres por ciento como la hemos visto en los últimos años.

Mientras Banco de México mantenga la disciplina monetaria y el gobierno federal  logre finanzas públicas cerca del equilibrio, la inflación no regresará al país.

Es inevitable, sin embargo, que en el camino haya burbujas de precios como la que vemos ahora o como la que vimos a finales de 2008.

No hay nada que indique la estabilidad macroeconómica se perderá.

Y ésa es una buena noticia, que, aunque indispensable es insuficiente para el crecimiento económico se acerque  a lo que queremos.

Por otra parte, en las actuales circunstancias es muy probable que Banco de México no modifique en el corto y mediano plazos su política monetaria y veamos entonces la tasa de interés de referencia, quedarse en 3.5%  como la fijó el instituto central el año pasado, cuando la economía boqueaba por falta de oxígeno.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.