Competencia bancaria (II)

Javier Arrigunaga ha llevado su estilo personal a la Asociación de Bancos de México. El directivo de Banamex siempre ha sido un hombre de un bajo perfil mediático a quien, sin lugar a dudas, le gusta llegar a acuerdos sin que haya de por medio grandes aspavientos.

Así lo ha hecho desde que era servidor público y como funcionario de uno de los bancos más importantes del país; sin embargo, la realidad es que quizás este estilo pudiera no funcionar en la actual coyuntura. Primero, las definiciones.

La banca mexicana no sólo vive su mejor momento de solidez financiera, sino que, además, se encuentra entre las más fuertes del mundo.

A pesar del paupérrimo crecimiento de la economía durante los últimos años, lo cierto es que las tasas de crecimiento del sector bancario son verdaderamente positivas con respecto a otros sectores de la economía.

Una crítica común es decir que hay una baja penetración. Es totalmente cierto que la inclusión financiera es uno de los pendientes, pero también lo es que si se analiza lo que ha pasado en los últimos siete u ocho años en realidad resultaría que se ha tenido un avance sumamente importante, incluso sin considerar la participación del Estado mexicano que ha quedado en duda.

Ayer mismo señalamos los índices grados de competencia que se dan y las inversiones que superan los 55 mil millones de dólares en poco menos de una década. Hay pocos sectores de la economía que hayan realizado inversiones tan grandes.

Oscuridad

A pesar de todos estos datos duros, existe una percepción generalizada de que hay poca competencia en el sector bancario, que el diferencial entre las tasas activas y pasivas es excesivo (sin analizar cuáles son las características de uno y otro mercado), que se da una gran cantidad de prácticas monopólicas y que podría hacerse mucho más.

El estudio que en algún momento deberá hacer la Comisión Federal de Competencia Económica únicamente es una muestra de la posición de los legisladores y el gobierno, que usó como motivo central el que hubiera más créditos a menores tasas de interés.

En aquel momento se usó mucho el ejemplo de Brasil, donde el gobierno tiene participación no sólo como banca de desarrollo, sino algunos rubros comerciales, lo que implicaría que en las sumas del gobierno mexicano también se contaran todos los institutos gubernamentales de crédito y garantías.

Decisión

Fuentes cercanas al Instituto Federal de Telecomunicaciones indican que este miércoles podría darse a conocer la resolución sobre la retransmisión de señales de televisión abierta a través de sistemas de paga, aun cuando hay quienes están pidiendo que la resolución se lleve hasta los primeros días de marzo.

Como se recordará, el instituto que encabeza Gabriel Contreras convocó a una consulta pública sobre el tema, luego de que Dish decidió subir las señales de Televisa y Televisión Azteca, ante la inconformidad de ambas empresas que incluso iniciaron procedimientos judiciales.

El propio Contreras ha señalado en diversas entrevistas que los resultados de la consulta pública ya fueron evaluados por las áreas técnicas y sus resoluciones fueron, a su vez, entregadas a los comisionados para que emitan su opinión.

Aun cuando no se puede garantizar el sentido del voto, lo que se ha dejado entrever es que el pleno del IFT dará la razón a Dish por el uso de esta señal con base en que la Reforma a las Telecomunicaciones señala que se deberán repetir las señales de televisión abierta cuando se tenga una participación mayor a 50% del mercado.

La resolución del IFT deberá considerar cómo se midió la participación del mercado. En la consulta técnica, uno de los temas era justamente si se medía el territorio nacional con o sin litorales, con o sin desiertos.

También deberán responder temas técnicos en la subida de señales. En el caso de las empresas de cable, sí existe la posibilidad de desglosar por región los contenidos, tal como se ha venido haciendo desde hace ocho meses, cuando entró en vigor la Reforma a las Telecomunicaciones.

Sin embargo, en la televisión satelital esto es técnicamente imposible y se enfrentarán a un tema de contradicción de leyes, puesto que no se podrían aplicar los bloqueos electorales y algunas otras disposiciones.

Finalmente, la resolución deberá responder otros dos puntos: Cómo se establecerán los convenios, entendido como pago, entre las partes. Con las empresas de cable el asunto ha quedado totalmente subsanado.

El segundo tiene que ver con temas de derechos de autor y el pago de la contraprestación.

Parecería que la resolución del IFT, ya sea que se dé mañana o el mes próximo antes del 9 de marzo, sólo será una escala más en un pleito que se terminará resolviendo en tribunales. Habrá que estar pendientes.

Cambio

Hace justamente un año el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha una nueva estrategia para el sector de la vivienda.

Se propició la integración de los institutos de vivienda; se establecieron reglas diferentes para las reservas territoriales y normas de construcción; se impulsaron programas de garantías de Sociedad Hipotecaria Federal para impulsar el crédito. El resultado de todas estas acciones no se ha sentido en el mejor de los casos o las medidas han sido inadecuadas.

El año pasado fue el peor para el sector vivienda desde la crisis mundial de 2009. Prácticamente todos los análisis estiman que este año sólo se construirán unas 250 mil viviendas nuevas, es decir, la mitad del promedio que se registró en los últimos cuatro años y muy lejos del máximo de 2008, en el cual se construyeron 700 mil viviendas nuevas.

La justificación que algunos han encontrado para los malos resultados del sector vivienda en los últimos 12 meses tiene que ver con los problemas financieros de Homex, Geo y Urbi (los cuales están muy lejos de solucionarse); sin embargo, hay indicios que apuntan a que el problema es mucho más serio que esas tres compañías y su incierto futuro.

La política de vivienda, a decir de muchas empresas pequeñas y medianas, no ha funcionado y sólo ha hecho más graves los problemas.