Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

19 Feb, 2014

ABM teme que se aplique en México una norma Durbin

Uno de los temas de la Reforma Financiera que más ocupa y preocupa a los banqueros es el estudio sobre competencia en el sistema financiero que elabora la Comisión Federal de Competencia Económica y que deberá estar concluido el 11 de julio.

Aunque la CFCE, que preside Alejandra Palacios, ya firmó un convenio de colaboración firmado con el Banco de México, la preocupación reside en las recomendaciones que, si bien no tendrán carácter vinculante, sí tendrán que ser observadas por las autoridades financieras.

La ABM, que preside Javier Arrigunaga, insiste en que el bancario es uno de los sectores donde hay una mayor competencia pero el objetivo central de la reforma es que los bancos presten más y más barato y la recomendación a la CFCE para realizar el estudio parte de la premisa de que hay que fomentar una mayor competencia para bajar los costos a los usuarios, léase cuentahabientes o empresas.

Y en materia de competencia, un tema álgido es la cuota de intercambio que cobran los bancos en las transacciones electrónicas de tarjetas de crédito y débito y las que se cargan a los usuarios.

Entre las preocupaciones de la ABM está el que se puedan aplicar en México bajas forzadas de las tarifas de intercambio y una apertura indiscriminada de los switches a intermediarios que no tengan la solvencia para enfrentar un posible fraude, lo que generaría severos problemas en las cámaras de compensación.

El temor es que una sobrerregulación no se traduzca necesariamente en un beneficio al usuario, como ha sucedido en Estados Unidos con la llamada enmienda Durbin, que forma parte de la reforma Dodd-Frank, y que fijó un techo en las cuotas de intercambio. Los comercios brincaron de gusto porque disminuyeron las cuotas, pero al disminuir su margen los bancos comenzaron a cobrar cuotas de uso de la tarjeta de crédito y débito a sus clientes.

El reto de la CFCE, y de las autoridades financieras, es mayúsculo porque tendrán que mantener un equilibrio a fin de realmente fomentar una baja en las cuotas de intercambio sin afectar a los usuarios porque, como bien demostró el Banco de México en su muy extenso estudio que realizó sobre tarjetas de crédito —y que le llevó dos años terminar—, sí hay una gran competencia entre bancos precisamente en tarjetas de crédito y débito con múltiples opciones para los clientes en materia de cobros de comisiones y plus, como programas de puntos o de lealtad.

IFT, se acabaron
los pretextos

Aunque algunos lo dudaban, fue un acierto del Pleno del IFT, que preside Gabriel Contreras, el haber solicitado al Ejecutivo que presentara una controversia constitucional en contra de la resolución del Juez 32 de lo Civil del Distrito Federal, quien argumentó que el IFT carece de competencia para ordenar la retransmisión gratuita de canales de televisión abierta.

La mejor noticia es que al admitir la controversia, la ministra Olga Sánchez Cordero otorgó la suspensión de los actos impugnados, lo que permitirá al IFT resolver sobre el polémico tema del must carry/must offer, que se ha traducido en una guerra abierta entre Televisa y TV Azteca contra Dish, que desde septiembre pasado, sin resolución del IFT, subió las señales de las dos televisoras.

El IFT tendrá que hacer lo que debió haber hecho desde septiembre pasado: actuar como autoridad, emitir una resolución y definir quién tiene la razón y, desde luego, como fue la SCJN la que otorgó la suspensión, tendrá total validez jurídica a la resolución.

Lo que parece de Ripley es que el IFT anunció que, en efecto, ya podrá emitir su regulación, y que en “breve” convocará a una reunión extraordinaria del pleno. Lo lógico hubiera sido que se anunciara la fecha del pleno, que tendrá que realizarse antes de cinco días, pero, quizá para evitar mayor presión de las televisoras, Contreras prefirió mantener el suspenso.

Lo que es un hecho es que ahora sí se le acabaron los pretextos al IFT.

Fanfarrias en Scotiabank
por Babatz

Scotiabank, que preside y aún dirige Troy Wright, anunció ayer con bombo y platillo el nombramiento de Guillermo Babatz, expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, como miembro de la Junta Directiva. Desde luego, no hay ningún conflicto de interés porque ya transcurrió más del año que de acuerdo con la ley le impide a los reguladores trabajar en una empresa que hayan regulado.

Interesante, sin lugar a dudas, la estrategia de Wright, quien llegó a enderezar el barco tras la fallida gestión de Nicole Reich. En junio pasado, Enrique Zorrilla, quien fuera director de Banamex, se incorporó a Scotiabank como director general de Banca Empresarial y se especula que será el director general del banco, aunque la incorporación de Babatz y la bienvenida que hizo Scotiabank es un interesante cambio de señales.

 

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