Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

22 Feb, 2014

Las reformas estructurales de los últimos años

La semana pasada comentaba sobre las siete reformas que se hicieron el año pasado. La línea de comunicación oficial es que todos estos cambios legales están transformando a México. Mi punto de vista era que de los siete cambios legales no todos son reformas estructurales y su impacto no será inmediato.

Una buena manera de entender la magnitud de los cambios que realmente son estructurales es compararlos con lo que se ha hecho durante las últimas dos décadas. Menciono tres ejemplos.

El primero tiene que ver con la mayor participación del sector privado en la economía y con el Estado siendo más bien el rector de la actividad.

Si bien esta reforma quedó incompleta al no tocar a Pemex y permitir parcialmente la participación privada en el sector eléctrico, es un hecho que el Estado salió de muchas actividades de la economía donde no se justificaba su presencia.

Algunos ejemplos de sectores son telecomunicaciones, banca e infraestructura (aeropuertos y carreteras, entre otros).

Esta reforma que se instrumentó con las privatizaciones y otros cambios regulatorios vino a provocar una reorientación de nuestra economía.

Este enfoque es relevante para el crecimiento económico ya que se complementan el sector público y el privado. Si el sector público quiere hacer todo, una de sus limitaciones importantes es que tiene recursos limitados.

El segundo ejemplo es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Producto de este acuerdo México multiplicó sus exportaciones, logrando transformarse en un país manufacturero importante. Un ejemplo de éxito es lo que se ha logrado en el sector automotriz.

El TLCAN marcó una gran diferencia entre México y otros países de la región. Brasil y Argentina, entre otros, han tenido una evolución favorable por la exportación de materias primas.

Esas economías son vulnerables ante cambios en los términos de intercambio, es decir si los precios de las materias primas bajan.

El TLCAN impulsó al sector manufacturero de México de una manera tal que hoy el sector exportador es uno de los que más peso tienen en nuestra economía. Es una realidad que lo que le sucede a la economía de Estados Unidos limita o favorece el crecimiento de nuestra economía. De hecho, la caída del PIB de México en 2009 se explica en buena parte a que se freno la demanda externa que provenía de Estados Unidos.

Si bien en sus primeros veinte años el TLCAN generó beneficios a México dado que le permitió exportar a Estados Unidos y Canadá en condiciones más favorables, hoy podemos aprovechar la situación, apalancando esta relación para que como bloque compitamos con otras regiones del mundo.

Un tercer ejemplo es el que se dio con la reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro que inició su operación en 1997.

Esta reforma además de ayudar a las finanzas públicas fue muy importante porque sentó las bases para tener una base estable y creciente de ahorro interno en México. Una década después en la administración del expresidente Calderón se pudo extender esta reforma a los trabajadores de la Federación.

Este cambio ha tenido una serie de efectos colaterales positivos a la economía. Por ejemplo, durante estos 15  años se desarrolló un mercado de deuda de gobierno a largo plazo, como el de los bonos a tasa fija a 20 y 30 años.

Un efecto colateral de este nuevo mercado es el hecho de que pueda existir una oferta importante en el mercado de créditos hipotecarios a tasa fija.

Estos tres ejemplos muestran lo que son reformas de gran impacto para la actividad económica. Nos permite tener un buen parámetro de referencia para dimensionar si los siete cambios tienen la relevancia para ser una reforma de impacto estructural.

Si queda claro que de las siete reformas no todas caen en la categoría. En mi opinión sólo dos tienen el potencial de ser consideradas como estructurales. El análisis anterior es para poner en contexto lo que está pasando y contribuir a no crear falsas expectativas.

Ahora bien, se debe reconocer que lo que se ha logrado en esta administración es muy relevante. Durante el periodo de 2000 a 2012 lo que sucedió es que no hubo reformas económicas de este impacto.

*Director general del FUNDEF
                guillermozamarripa@itam.mx

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