Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

10 Mar, 2014

El mundo recesivo contagia su escasa energía, pero México toma medidas para crecer

Por Jesús Alberto Cano Vélez

Como apreciamos la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) recomendaron a sus 181 países miembros medidas para retornar al sendero del crecimiento, con el objeto de —finalmente— superar la gran recesión mundial que se esparció en el mundo a partir de 2008, causando serios estragos en los países.

Pero México ha tomado desde 2013, y seguirá profundizando en el curso de este año, medidas como reformas estructurales —constitucionales y de leyes secundarias— para promover crecimiento en el país; mismas que ahora se verán fortalecidas por las acciones promotoras de la decisión de los organismos internacionales.

Los líderes que conforman el Grupo de los Veinte (G20), llegaron a un acuerdo histórico en su primera reunión de 2014, de buscar dar solución a los tres problemas económico–sociales que más están afectando a los países miembros, a saber: la “baja sostenibilidad fiscal”; la “inestabilidad financiera” que está afectando a los países; y la necesidad de “elevar las tasas de crecimiento” de las economías.

La baja sostenibilidad fiscal se refiere a la dificultad, para la mayoría de los países, de sostener niveles suficientes de gasto público para financiar la inversión pública requerida para promover crecimiento, sobre la base de recursos propios sostenibles, y no generando necesidades de financiamiento.

También se hacen necesarios sistemas tributarios que generen los recursos requeridos para financiar programas de alta prioridad, que la sociedad demanda, como son la educación de calidad, gastos médicos para proteger a los grupos vulnerables, como son los segmentos de la tercera edad, mediante el establecimiento de esquemas jubilatorios autofinanciables.

Afortunadamente contamos con un sistema monetario y sus políticas que, con sus equilibrios, propician la estabilidad interna, el equilibrio con el exterior y protección de inestabilidades monetarias provenientes del exterior. Ha estado funcionando con gran efectividad y esperamos que continúe la política monetaria estadunidense sin grandes o bruscos movimientos.

Definitivamente, se requiere la generación de niveles sustentables de inversión, que satisfagan las necesidades sociales de cada país, especialmente los de economías líderes que, por su productividad, generen el crecimiento deseable en los países beneficiados.

Esas son las estrategias económicas insustituibles para que se logre crecimiento. Pero también se hacen indispensables reformas estructurales de otra índole que generen condiciones propicias para el crecimiento, como son, por ejemplo:

Tener un sistema educativo de calidad que transmita con eficiencia a las generaciones de jóvenes los conocimientos necesarios para sus economías y los procesos productivos que se requieran en sus países, según la estructura de sus economías, y los procesos productivos requeridos.

Que la estructura jurídica y social promueva la competencia y la innovación e impida y prohíba los monopolios y demás prácticas monopólicas entre las empresas productivas del país.

Que se dé la generación de empleos suficientes, e integrados a los mercados formales de trabajo, que provean a los trabajadores y sus familias los beneficios de atención médica, así como la jubilación, una vez concluida la etapa productiva del trabajador.

Además, es indispensable un sistema jurídico confiable y ordenado, con instituciones y autoridades exigentes y competentes, que hagan cumplir la ley sin miramientos.

Incluso se hace imprescindible que se procesen las leyes secundarias de las reformas constitucionales de telecomunicaciones, competencia y energética, en el curso del primer semestre de 2014.

Finalmente, el cuadro que pinta la economía estadunidense para el segundo semestre del año en curso es especialmente positivo para los efectos que tendría en el crecimiento de la economía mexicana.

México ha puesto de frente una política de vivienda de especial importancia para el crecimiento, ampliando de manera significativa la meta de producción de viviendas, con el uso de subsidios para las familias de muy bajos ingresos; hechos que fortalecerán los esquemas instaurados en 2013 y ahora ampliados por las acciones del FMI y el BM.
 

 

(*) Presidente del Colegio Nacional de Economistas, Federación de Colegios de Economistas, A. C.
Twitter: @acanovelez

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