David Páramo

Análisis superior

David Páramo

12 Mar, 2014

Manteniendo el horizonte

Uno de los momentos más anticlimáticos es cuando se anuncia una determinación.

Hoy el sector de las telecomunicaciones está en el punto en el que las expectativas reales o supuestas se enfrentan a decisiones tomadas por el Instituto Federal de las Telecomunicaciones.

Una de las mejores maneras de evaluar el primer impacto que tienen las medidas, especialmente en el tema de la preponderancia en telecomunicaciones, son las reacciones que se han dado a pesar de que falta no sólo un largo proceso de digestión sino, además, una serie de acciones secundarias entre las que deberá estar la aplicación de sanciones efectivas y reales si los preponderantes siguen violando la regulación asimétrica.

En una esquina están los que ya abiertamente se quitaron la careta sobre quiénes son sus patrones reales, tal es el caso de Javier Corral, y los que sienten que se pudo haber hecho mucho más.

Sin embargo, es necesario mantener el horizonte para no perderse en el que, sin duda, es el cambio más importante para el sector de las telecomunicaciones desde la privatización de Teléfonos de México, a principio de la década de los noventa.

Primero. La Reforma a las Telecomunicaciones, aprobada por todos los partidos políticos, tiene como principal objetivo generar una competencia real en el sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión que es, sin duda, uno de los más grandes pendientes dentro de una economía de por sí poco afecta a la competencia y proclive a las grandes concentraciones.

Segundo. El IFT realizó un gran trabajo no sólo por cumplir en tiempo y forma con la obligación constitucional (que no debería ser un éxito, pero lo es cuando se ve que hoy legisladores que cuestionan a este instituto por los alcances de su trabajo todavía no pueden con la regulación secundaria al sector a pesar que el plazo venció hace tres meses) sino por la nueva orientación que tomó en el sector buscando generar una mayor competencia a favor de los consumidores.

Sería deshonesto no reconocer que gran parte del trabajo había sido realizado por las áreas técnicas y algunos comisionados de la Cofetel, pero que jamás pudieron ver la luz por problemas institucionales, falta de facultades e incapacidad y/o corrupción de sus dos últimos presidentes: Héctor Osuna y, principalmente, Mony Sacha de Swaan.

Tercero. Como cualquier reforma estructural queda la impresión de que se debieron haber tomado otras medidas. Hay quienes creen que se fue, particularmente, duro con Televisa; o que resulta injusto que temas como la retransmisión de señales hayan sido automáticos, cuando temas que tienen que ver con los consumidores en materia de Telmex llevarán mucho tiempo bajo el argumento de que tienen complicaciones técnicas.

Y es justamente en este punto en el que la pelota regresó al terreno de los legisladores. Algunos puntos, especialmente que tienen que ver con las sanciones, dependen directamente de los cambios a la Ley Federal de Competencia Económica y las leyes secundarias al sector de las telecomunicaciones.

Es necesario que los legisladores sigan el ejemplo del IFT, es decir, tomar determinaciones valientes que tengan como corazón dar mucho mayor poder a los consumidores mediante medidas que les permitan tomar decisiones de consumo mucho más informadas en las cuales no haya barreras de entrada y desconocimiento de los servicios.

Es fundamental que se clarifiquen temas que han generado una gran cantidad de polémica como son las exclusividades, asunto en el que se tiene que comprender la realidad nacional y las mejores prácticas internacionales que fueron el corazón de las resoluciones del IFT.

Es necesario que se comprenda que muchos de los paradigmas y mitos del sector de las telecomunicaciones han sido rotos y se tiene que pensar de una manera radicalmente diferente, es decir, reconociendo que se tiene que hacer totalmente una reingeniería de uno de los sectores más retrasados de la economía nacional y en el cual hay mayores concentraciones monopólicas.

Clan Andrade

A mediados de la década de los noventa surgió una suerte de fauna que se denominaba paladines del no pago. Hombres y mujeres, quienes hacían del incumplimiento de pagos una forma de vida, no violaban los contratos por falta de dinero o adversidades sino porque encontraron que era una gran manera de vivir a costillas no sólo de las instituciones financieras sino, también, de los contribuyentes que tuvieron que pagar uno de los rescates financieros más elevados de la historia.

Sin embargo, los brotes siguen surgiendo. Hace más de cuatro años esta estafeta la tomaron Gastón Azcárraga, los miembros del Consejo de Administración de Mexicana de Aviación y sus principales directivos. Este hombre que defraudó a la que en su momento era la principal línea aérea del país y sus acreedores, comenzando por los trabajadores, cada vez tiene menos lugares para esconderse.

Como lo señalamos en esta columna muchas de sus acciones señalaban indicios de delitos y malversación de fondos hacia Grupo Posadas (que dice que no han resultado afectados por las malas acciones de su expresidente del consejo y familiar de muchos de ellos. Qué cinismo) se han convertido en sólidas denuncias penales que está ejecutando la PGR.

Este hombre, como todos los paladines del no pago, culpó a todo el mundo del resultado de sus malas acciones y no reconoció que se había tranzado el dinero.

Hoy hay una gran atención sobre los fraudes de Amado Yáñez, quien usó sus contactos en Pemex como si fuera una patente de corso para robar a todo el que se le pusiera enfrente. Sin embargo, no hay que perder la atención de otros ladronzuelos menores como los integrantes del Grupo Andrade. Estos hombres decidieron dejar de pagarle a Daimler Financial Services no por falta de dinero, simple y sencillamente porque aplicaron la frase famosa del Barzón: “Debo no niego, pago no tengo”.

Curiosamente este grupo antes de pensar en cumplir con sus contratos y pagar lo que debe, ha decidido iniciar una campaña según la cual Daimler Financial Services le está cobrando como venganza, cualquier cosa que eso sea, porque ya no distribuyen sus camiones.

No vale la pena perderse en ese intento para distraer. El hecho es que Grupo Andrade no paga y ya fue demandado.

Línea 12 del Metro, emergen más fallas

Por si fuera poco, en otro caso de irregularidades, si las demandas del Gobierno del Distrito Federal proceden contra el consorcio encargado de la construcción de la Línea 12 del Metro, ICA corre el riesgo de mayor endeudamiento y falta de liquidez.

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