Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

3 Abr, 2014

¿Y el buró paraestatal?

ACAPULCO.— El año pasado, a “alguien” se le ocurrió la brillante idea y así lo vendió, de que la base de datos crediticia que incluye algo así como 300 millones de registros de unos 45 millones de usuarios del crédito en México (no solamente bancario), debería ser administrada por el Estado.

Le digo que es una ideota de idea grande, y, aunque no se llegó a la insensatez total, en la Reforma Financiera se quedó inscrito en el artículo 7 bis de la Ley de Sociedades de Información Crediticia, que el Estado podría crear ¡un buró paraestatal!

Hasta hoy nadie sabe nada de que se trata esta decisión, pero el que se haya multiplicado por cero, da cuenta de que es un tema que está ahí, no hay regulación que se discuta ni con el Banco de México, que gobierna Agustín Carstens, ni con la Condusef, que preside Mario Di Costanzo, pero es una especie de espada de Damocles de corte populista que asusta a muchos, pues no parece que exista intención alguna de entregar ¡todos los datos de crédito del Estado!

Y me refiero a la valiosa base de registros del Infonavit y Fovissste, que se guardan con tal celo que preocupa la calidad de información, ni los del IMSS, ni los de CFE, ni los de Pemex, ni los del SAT.

Y la verdad no parece que fuera necesario llegar a tal galimatías. Los que andan en busca de fomentar “la competencia”, ven en el hecho de que la consulta de un registro sea más cara diez pesos, que la de muchos registros a la vez o consulta masiva (cuatro pesos), en problema de barrera de entrada para que más ingresen, pero olvidan que para fomentar la competencia real se tardaron prácticamente nueve años y, muchos de ellos estuvieron muy bien cabildeados para evitar la interconexión de las bases de datos, buenas o malas entre las sociedades de información existentes, que han logrado acuñar una gran confianza de todos los que entregan información, los que la usan para evaluar solvencias y, los que firman para que sea consultada su capacidad de crédito.

Hoy, la base de datos de registros no sólo incluye créditos, hay información de estados que han decidido compartir la información de deudores de los servicios de agua, predial, hay empresas de telecomunicaciones, cableras, televisión digital, llanteras, prácticamente todos los integrantes de ANTAD están ahí.

Y usted recordará que después de tres años de un amparo interpuesto por las dos sociedades, que dirige Mauricio Gamboa (Buró de Crédito), fue hasta julio de 2013, cuando se logró la interconexión entre las sociedades de información crediticia. Desde entonces,  tanto los otorgantes (clientes del buró) como los acreditados o consumidores, puedan ver la información, sin importar que la soliciten en Trans Unión de México (personas físicas) y Dun & Bradstreet (personas morales) operan de manera conjunta bajo el nombre de Buró de Crédito y en el que 15 de los principales bancos comerciales del país son accionistas, o en Círculo de Crédito, propiedad de Chedraui, Coppel, Afirme y Elektra, que en particular concentra alrededor de 70 millones de registros de crédito de la base de la pirámide, información fundamental en cualquier estrategia de penetración financiera o inclusión bancaria.

Esa interconexión, mejoró la competencia porque el No Hit se redujo a 10% de las consultas, además de que hoy se puede ver integrada la capacidad de pago de los individuos o empresas,  y el precio de la consulta ha cambiado. Cuando el único en el mercado era el Buró costaba alrededor de 40 pesos con hit o no hit, hoy el precio promedio ronda los nueve pesos por consulta y cero para no hit.

Hay diferencias de tamaño. El Buró de Crédito tiene  280 millones de registros, más de 45 millones de personas con CURP y cuatro mil 200 empresas que solicitan información para otorgar un préstamo a las empresas y a las personas, y Círculo tiene menos de 30% de ese mercado, en el que dicen las autoridades que el ojo está en eliminar la desventaja que tienen instituciones bancarias pequeñas como Compartamos, contra los Banamex o Bancomer, que consultan volúmenes grandes de registros y por ende reciben descuento. O sea, ¿emparejar el campo es eliminar la economía de escala?

De Fondos a Fondo

Primer Fondo. Quien no asistirá a la Convención Bancaria será el presidente y director general de Grupo Financiero Scotiabank y vicepresidente ejecutivo de Scotiabank, Troy Wright. Él se encuentra en Canadá porque acaba de presentarse el informe anual. Tampoco asiste Enrique Zorrilla, quien también lo acompañó, pues en Toronto se efectúa la reunión anual de gas and oil y transporte al que están invitados unos 90 inversionistas institucionales de Asia, Europa y América. México está en la lupa con brillo.

El director general de Grupo Financiero Banorte, Alejandro Valenzuela, estuvo en la cumbre Buildings Tomorrow, Starts Today, que organizan el ITAM y la Universidad de Stanford, pues el caso de Banorte y su tránsito del lugar 17, en 1991, al 3-4 hoy en día, es más que un caso de estudio.

Esta cumbre forma parte de un foro de cooperación entre México y Estados Unidos, que organizan la Universidad Stanford y el ITAM. La inauguración estuvo encabezadas por Herminio Blanco, Alejandro Hernández, vicerrector del ITAM, y Alberto Díaz-Cayeros de Stanford y, el propio Valenzuela.

Se ha hecho notoria de unos años para acá, la tendencia y el cambio de la cultura mexicana respecto a arrendar en lugar de comprar, lo que ha significado un cambio muy importante en la forma de hacer negocios y ha abierto el campo a muchas empresas dedicadas al arrendamiento puro. Una de ellas, con 12 años de presencia en México es CSI Leasing, que en nuestro país dirige Pablo Herranz, que se ha posicionado como una empresa proveedora de arrendamiento de cualquier activo fijo. Mientras que su matriz en Estados Unidos tiene una vocación más fuerte en tecnología de información, en el mercado mexicano se ha convertido en una empresa especialista en ofrecer arrendamiento puro de cualquier activo fijo y en este lapso ha realizado operaciones de arrendamiento por más de 20 mil millones de pesos, colocándose en el sector de arrendadoras, entre las primeras cinco más grandes de México.

La novedad es que CSI Leasing, acaba de realizar una oferta pública por 155 millones de pesos en certificados bursátiles fiduciarios a largo plazo, correspondiente a la primera emisión de un programa de colocación hasta por dos mil millones de pesos con carácter de revolvente, con la finalidad de atender a clientes del sector empresarial y pymes.

Esta primera emisión tiene un plazo máximo de tres años y medio y el programa por dos mil millones de pesos tiene una vigencia de cinco años.

El periodo de revolvencia puede terminar el 14 de febrero de 2015,  pero el comité de emisión podrá en cualquier momento prorrogar esta vigencia cuando autorice la emisión de certificados bursátiles adicionales.

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