Discurso dual del gobierno frente a la banca

Varios temas prevalecieron en la 77 Convención Bancaria: la competencia entre bancos, la tarea de incrementar el crédito a menores tasas, la ruta crítica para el aterrizaje de la Reforma Financiera y —como consecuencia del caso Oceanografía— la necesidad de mayores controles internos en los bancos, con una mayor responsabilidad de directivos y consejeros.

Por parte de las autoridades: Banco de México, CNBV y Secretaría de Hacienda, así como del presidente Enrique Peña Nieto, se conjuntaron el regaño con el apapacho.

Por un lado se les reconoció a los bancos que juegan un papel muy importante en el crecimiento económico del país y como aliados fundamentales para la banca de desarrollo, pero por el otro lado se les exhorta a ser más eficientes en sus esquemas de control de riesgo, a que fraudes como el de Oceanografía sirvan de lección a toda la banca; a que presten más y más barato; a que faciliten la movilidad de clientes; a que fomenten una mayor competencia, y a que eliminen cláusulas abusivas en los contratos con los cuentahabientes.

El discurso de Peña Nieto es el mejor ejemplo del lenguaje dual del gobierno hacia la banca. Por un lado, señaló que la solidez del sistema financiero es uno de nuestros pilares macroeconómicos, pero por el otro insistió en que el financiamiento interno al sector privado, que en 2013 fue de 28.3% del PIB, es muy bajo e inferior al que tienen otros países con un nivel de desarrollo similar.

Por un lado, reconoció que México cuenta con una banca sólida en términos de capitalización y nivel de riesgo, con un índice de capitalización de 15.4%, que está cinco puntos porcentuales arriba de 10.5% que a nivel internacional exige Basilea 3, y por el otro recuerda que uno de los objetivos de la Reforma Financiera es “mejorar la posición de estabilidad y solvencia del sistema financiero”.

Retos del aterrizaje de la Reforma Financiera

Por parte de los banqueros sólo habló Javier Arrigunaga, presidente de la ABM y director general del Grupo Financiero Banamex Citi. Arrigunaga enfatizó la
preocupación del gremio en el aterrizaje de la Reforma Financiera.

Reconoció que están de acuerdo con los objetivos de promover el crédito en mejores condiciones, una mayor inclusión y una mejor atención a clientes y usuarios.

Sin embargo, subrayó que los temas que más les preocupan son la metodología para medir la expansión del crédito; el estudio sobre competencia que presentará en junio la CFCE; la apertura en las cámaras de compensación y medios de disposición, y las reglas sobre protección al consumidor.

En efecto, la SHCP aún evalúa —junto con la ABM— las reglas sobre medición del plan de negocios que por vez primera en México presentarán los bancos con sus metas de captación y crecimiento del crédito. Lo que pretende la ABM es que esta medición tome en cuenta la especialización de cada banco.

Sobre el estudio de la CFCE, los bancos insisten en que son uno de los sectores con mayor competencia, pero lo novedoso es que por vez primera Arrigunaga demandó que las medidas para fomentar más competencia no debiliten la estructura del sistema financiero, su seguridad y los incentivos para invertir.

En cuanto a las cámaras de compensación, lo que piden los bancos es preservar la seguridad de la red y estándares adecuados de solvencia y operación a los nuevos participantes.

Sobre las medidas de protección al consumidor, les preocupa el fortalecimiento a la Condusef y las sanciones por cláusulas abusivas que, desde luego, los bancos niegan tener en sus contratos.

Menor uso de plásticos por Reforma Hacendaria

Entre los temas que se manejaron fuera de la agenda oficial en la Convención Bancaria está la preocupación por la baja en el uso de tarjetas de crédito en el primer trimestre del año, que se debe fundamentalmente a la Reforma Hacendaria por el temor de muchos contribuyentes a ser más fiscalizados por el SAT.

Al respecto, Marcos Martínez, presidente de Grupo Santander, señaló que es necesaria una mayor campaña de difusión por parte del SAT, porque se ha incrementado el número de transacciones que se realizan en efectivo, lo que contrasta con la meta de establecer más terminales punto de venta y bajar los costos a los comercios y a las tasas al público.

TLC con Panamá, sin acuerdo con IP

La aprobación del TLC con Panamá puede complicarse, porque se firmó en ese país sin el visto bueno del sector privado, que no participó en el cierre de las negociaciones. Todo indica que habrá un intenso cabildeo en el Senado para evitar la ratificación del TLC, y uno de los temas que más preocupan al sector privado son las diferencias entre el régimen fiscal de México y el de Panamá, con una menor carga impositiva y más apertura a la inversión extranjera en muchos sectores.