David Páramo

Análisis superior

David Páramo

8 Abr, 2014

Frente por el Ridículo Democrático

Parecería que entre más avieso sea el plan el nombre que se propone es cada vez más cursi, comprendido como aquello que pretende ser sublime, pero que termina en ridículo, y así los loquitos de Cuauhtémoc Cárdenas y Javier Corral pretenden crear el Frente por la Comunicación Democrática.

El senador de Acción Nacional, que habla de transparencia cuando le intenta ocultar a sus seguidores las deudas no pagadas desde hace más de una década a Televisa (que ha sido condenado en tribunales a pagar) que, en el menos malo de los casos, le generan un conflicto de interés, porque ya incluso le están embargando bienes, emitió un comunicado de prensa plagado de mentiras que engaña a bobos como Gael García y algunos otros que tienen una idea bastante ingenua de la revolución, en el cual convoca a la creación de un frente ridículo y absurdo.

Según este individuo, las iniciativas secundarias son en realidad una forma de tratar de echar para atrás la reforma constitucional que, según él, es casi perfecta. Presumió que la hizo junto con otros de dudosa reputación como Mony Sacha de Swaan, quien se llora pobre atrás de una carriola.

Usa frases que le encantan a bobos intelectualoides como decir que se protege al duopolio de las televisoras abiertas y que los defiende para que no se abra competencia.

Primera mentira. Si realmente la reforma fue adecuada, pues entonces debería comenzar por respetarla.

La reforma constitucional que fue aprobada con votos de todas las fuerzas políticas (incluidas las del partido en el que ridículamente milita, a pesar de ser un tipo vendido al PRD) estableció que para determinar como preponderante a una empresa, una figura que se puede equiparar a la de monopolio, a las empresas que tuvieran una participación de mercado superior a la mitad más uno.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones determinó, con base en la reforma constitucional, que la única preponderante es Televisa en radiocomunicación. ¿Entonces de dónde saca Corral la jalada del duopolio? Simplemente de lo que quieren oír.

Segunda mentira. Como parte de la reforma constitucional se determinó la licitación de dos cadenas de televisión abierta, es decir, aumentar la competencia efectiva en el sector. Sin embargo, el moroso senador pide más tiempo para analizar la reforma. Que se ponga de acuerdo: O quiere competencia en la radiodifusión o no la quiere.

Tercera mentira. Según Corral, el gobierno de Enrique Peña Nieto y sus títeres o algo así (algunos de ellos senadores del PAN a quienes descalifica o del partido de su corazón) quieren evitar una discusión profunda sobre la Reforma a las Telecomunicaciones argumentando que el calendario propuesto por el Senado de la República es demasiado apretado.

Seamos claros. Si la Reforma a las Telecomunicaciones se promulgó en junio del año pasado y las leyes secundarias debieron haber sido aprobadas a más tardar el 9 de diciembre de 2013, entonces cuál sería la razón para seguir alargando un asunto que tiene como corazón a los consumidores.

Cuarta mentira. El senador malapaga no toca con el pelo de una palabra o un gesto a la otra empresa declarada como dominante por la Reforma Constitucional. ¿Estará de acuerdo con las prácticas del grupo de interés económico en torno a Telmex?

Quizá no le parece bien que el instituto encabezado por Gabriel Contreras establezca normas en beneficio de los consumidores como la desaparición del roaming nacional o la disminución de las tarifas de interconexión.

Corral debería explicar si sus odio sólo está fundamentado en que pidió prestado y no le quiere pagar a Televisa o si al final del día está a favor de las prácticas indebidas en contra de los consumidores que se dan en telefonía e internet.

Verdades

El grupo del deudor incumplido Corral, los corruptos y los idiotas útiles en el fondo están en contra de los consumidores.

Quieren que se mantenga la situación como está hasta el momento, es decir, donde las empresas monopólicas puedan pasar por encima de las personas dándoles un servicio malo.

Suena muy atractivo repetir el mito de que hay una alianza entre Peña y Televisa. Una imbecilidad que ha repetido una y otra vez el grupo cercano a Andrés Manuel López Obrador sin ninguna clase de prueba.

Cárdenas Junior es también un caso patético, puesto que a él no le importa absolutamente nada lo que pueda pasar con los consumidores. Este hombre cree que heredó de una exótica manera los ideales de su padre con la expropiación petrolera que, quizá, fueron buenos para los mexicanos de hace casi un siglo.

Este hombre debe ser visto como el defensor de los monopolios. Oponerse a la Reforma de las Telecomunicaciones es la misma cosa que a la energética. Se trata de mantener monopolios privados y públicos en contra de los consumidores a quienes sólo usa como carne de cañón en manifestaciones.

Ratin

Gerardo Badín es como aquel repugnante personaje de la novela de Víctor Hugo, Los Miserables. Es posible que identifique a Tenardier, un vividor que no dudaba en cambiarse de bando con tal de mantener sus privilegios.

Este tipo fue asesor de Gastón Azcárraga en la época que la administración de Mexicana de Aviación tomó las decisiones que hoy no sólo se han convertido en acusaciones penales, sino en la tragedia económica de muchas familias que no sólo perdieron la fuente de trabajo, sino gran parte de sus ahorros.

Sin embargo, este vividor se cambió de bando y se mantuvo como empleado de la línea aérea en concurso mercantil cobrando un sueldo excesivamente elevado, a través del cual siguió lucrando con las esperanzas y anhelos de los trabajadores, puesto que se dedicaba a generar expectativas falsas.

La quiebra, un proceso necesario, afortunadamente terminó con este individuo, pues ya fue obligado a dejar las instalaciones en las cuales él y su camarilla gozaban como si Mexicana de Aviación viviera su mejor momento.

Es tiempo de que Badín y muchos de los que lucraron indebidamente con la que alguna vez fue la línea aérea más importante del país afronten las consecuencias.

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